UNA MIRADA MÁS CERCANA AL CONTENTAMIENTO
¿Qué significa la palabra “contentamiento”? Una definición simple es “un estado de felicidad y satisfacción”. El diccionario Strong define la palabra “contento” de esta manera “ser suficiente, bastar, ser suficiente” En la traducción de la Nueva Versión Internacional, la palabra “contento” se encuentra diez veces. Se anima al cristiano varias veces a estar satisfecho con las cosas que tiene y a estar contento (Luc 3:14; Fil 4:11; 1 Tim 6:8; Heb 13:5).
¿Por qué hay una lucha para tantos, cristianos y no cristianos, para estar contentos? Hay algunas cosas que considerar al tratar de entender el contentamiento.
Primero, vivimos en un mundo de actualizaciones. Nuestro mundo está lleno de dispositivos, vehículos, hogares y muchas otras cosas que se actualizan, mejoran y mejoran constantemente. Existe la presión de mantenerse al día. Sin embargo, ¿encuentra una persona contentamiento a partir de estas “mejoras”? Si es así, ¿dura?
En segundo lugar, está el viejo dicho “estar a la altura de los demás”. Esto significa que tratamos de tener las mismas cosas que los demás o incluso mejores. Este es un ciclo sin fin. ¿Por qué? Siempre hay otra persona que “tiene algo mejor”.
En tercer lugar, la imagen proyectada. Se han hecho varias películas que retratan esta misma idea. Una persona o una pareja que quiere proyectar la imagen de riqueza y prestigio cuando en realidad no son capaces de mantener ese estilo de vida. Sin embargo, la imagen es tan importante que sacrifican mucho para proyectarla.
Sin embargo, la Biblia aborda estos problemas con las sencillas palabras de Cristo:
“Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”. (Lucas 12:15)
La vida de uno puede desperdiciarse en actividades que no tienen valor duradero. Haríamos bien en recordar las palabras del apóstol Pablo.
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación” (Filipenses 4:11)
El apóstol Pablo nos anima a encontrar contentamiento, es decir, felicidad y plenitud en las cosas que tenemos, no en la búsqueda de lo que no tenemos.
“Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento. Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición. Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”. (1Timoteo 6:6__10)
El contentamiento, el encontrar todo lo que realmente necesitamos en esta vida, se encuentra en Cristo. El contentamiento se encuentra en una vida piadosa. Esto es en lo que el hombre verdaderamente necesita enfocarse. Encontremos el contentamiento siguiendo fielmente a Dios y Su Palabra, no la búsqueda de cosas que no pueden ayudar a nuestra alma eterna.
“El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre.” (Eclesiastés 12:13)
Por: Carlos Benavides
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