IGLESIA DE CRISTO

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ESTUDIOS BÍBLICOS

lunes, 11 de noviembre de 2024

LAS PALABRAS IMPORTAN

LAS PALABRAS IMPORTAN 

"¡LA CONDUCTA IMPORTA!" 

Estoy seguro de que ya has oído esta expresión. Nuestro comportamiento envía un mensaje a los demás sobre lo que consideramos importante. La forma en que nos comportamos, ya sea en sentido negativo o positivo, tiene un fuerte impacto en las personas con las que entramos en contacto. He oído a padres enviar a sus hijos a salir por la noche con las palabras: "Te portas bien", "Sabes cómo actuar" o "La gente te está observando". Es obvio que cuando un padre dice esas cosas, cree que la conducta es importante. 

Nuestras vidas deben reflejar una actitud y un comportamiento que agrade a nuestro Dios y anime a los demás. La forma en que empleamos nuestro tiempo, cómo tratamos a nuestro prójimo, el lenguaje que utilizamos, las decisiones que tomamos en materia de entretenimiento, todo ello influye en nuestras vidas, ya sea para bien o para mal. Sí, la conducta importa. 

El salmista valora y escribe sobre la importancia de una conducta apropiada y piadosa. “En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa. No pondré delante de mis ojos cosas vanas. Aborrezco la obra de los que se desvían. No me aferrarán a ella.”   (Salmo 101:2-3) “Mis ojos estarán sobre los fieles de la tierra, y ellos podrán morar conmigo. El que practica el engaño no morará en mi casa.”        (Salmo 101:6 -7) 

Existe una diferencia obvia entre las conductas y acciones negativas que tienen a Dios como centro de atención. “La senda de la justicia es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto. El camino de los impíos es como la oscuridad, que no saben en qué tropiezan”  (Proverbios 4:18-19).

“Hay seis cosas que el Señor odia, y siete que son abominación para Él: los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, el corazón que maquina planes inicuos, los pies que corren presurosos hacia el mal, el testigo falso que habla mentiras y el que siembra discordia entre hermanos.” (Proverbios 6:16-19) 

Por lo tanto, sí, el comportamiento es importante. El comportamiento piadoso tiene un efecto positivo en los demás. Debemos tratar a los demás de la manera en que deseamos que nos traten. Debemos buscar en la Palabra de Dios ejemplos bíblicos de comportamiento que sea amable con los demás y que agrade a Dios. 

Además del impacto que nuestra CONDUCTA tiene sobre nosotros mismos y sobre los demás, nuestras PALABRAS importan. La elección de las Palabras que utilizamos nos llevará al desánimo o a la iluminación. Como dice el proverbio: “Hay quienes hablan a la ligera, como golpes de espada; pero la lengua de los sabios es medicina”             (Proverbios 12:18). La lengua puede ser un cuchillo o una cuchara; corta o sostiene. 

El lenguaje debe edificar. Las palabras deben animar. ¿Cómo podemos ser embajadores de Cristo si nuestras palabras desaniman? El apóstol Pablo escribió a los colosenses: “Sea vuestra palabra siempre con gracia, como sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada persona”  .

En su carta a las doce tribus, Santiago pregunta cómo un hombre puede ser modelo de conducta cristiana si no “refrena” su lengua, sino que “engaña a su propio corazón”. Santiago llama a la religión de ese hombre “vana” (Santiago 1:26)  .

¿Las palabras que hemos elegido son alentadoras o denigrantes? ¿Reflejan una reflexión cuidadosa o un comportamiento imprudente? ¿“Contamos chismes” y nos deleitamos con los chismes? ¿Somos adictos a las redes sociales y disfrutamos “transmitiendo” información que en realidad no es asunto nuestro? 

¿Las películas que vemos y los libros que leemos están llenos de lenguaje que es bueno para la edificación o que nos influye de manera negativa? 

Sí, las palabras importan. Tienen un fuerte impacto en nuestras vidas y nuestro futuro. Recuerde la advertencia de Jesús: “Pero yo les digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado” (Mateo 12:36-37). Todos deberíamos sentirnos humildes ante la importancia de nuestro lenguaje. 

Por lo tanto, cada uno de nosotros debe ser siempre consciente del grave impacto de nuestro comportamiento. Debemos recordar que nuestras acciones y nuestro lenguaje están siendo .

Por: Carlos Benavides 

 

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