PREGUNTAS ACERCA DE LA IGLESIA DE SU PREFERENCIA

PREGUNTAS ACERCA DE LA IGLESIA DE SU PREFERNCIA

¿Cuál es “la iglesia de su preferencia”? Denominaciones hay muchas en el mundo. Todas son diferentes, y se supone que las personas tienen la libertad de escoger la que más les guste.  Hay muchas razones por las cuales las personas se hacen miembro de una iglesia que les guste. Si usted es miembro de una, le pido por favor que considere las siguientes preguntas.

 ¿ES        EDIFICADA                    POR              CRISTO?

(Mateo 16:18). ¿Puede usted decir con toda certeza, que “la iglesia de su preferencia” es edificada por Cristo? ¿Quién es la persona que dio existencia a “su iglesia preferida”? ¿Fue Cristo? ¿O los hombres?

 ¿ES CRISTO LA ÚNICA CABEZA DE LA IGLESIA DE SU PREFERENCIA?

(Efesios 1:20-22) El Nuevo Testamento dice claramente que Cristo es cabeza de la iglesia (Colosenses 1:18). Puesto que la iglesia es su cuerpo, ¿cuántos cuerpos tiene la cabeza?

 ¿SON LAS ESCRITURAS LA ÚNICAGUÍA DE LA IGLESIA DE SU PREFERENCIA? (2 Timoteo 3:16, 17) ¿O tiene su iglesia preferida un “catecismo”, o un “manual”, o un

“credo”, u otro libro oficial de fe? Tales guías religiosas son condenadas porque contienen las doctrinas y los mandamientos de hombres (Mateo 15:9; Gálatas 1:6-9).  Dios prohíbe añadir o quitar a su palabra (Deuteronomio 4:2; Apocalipsis 22:18-19).  

 ¿TIENE “NOMBRE” LA IGLESIA DE SU PREFERENCIA?  El Señor no puso ningún “nombre” a su iglesia (Mateo 16:18).  Es verdad que en el Nuevo Testamento leemos frases tales como, “la iglesia del Señor” (Hechos 20:28), “la iglesia de Dios” (1 Corintios 1:2), “el cuerpo de Cristo” (Efesios 1:23), pero ninguna de ellas es el “nombre”, sino expresiones descriptivas de la iglesia. La sencilla verdad es que Cristo no puso nombre propio a la iglesia que él está edificando.  Pero, la iglesia de su preferencia, ¿tiene nombre particular?

 LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA DE SU PREFERENCIA, ¿SON

“CRISTIANOS”, Y NADA MÁS? Dios llamó “cristianos” a los discípulos (Hechos 11:26). Por la predicación del evangelio, la persona era persuadida a ser “cristiano” (Hechos 26:28-29). No había, ni nadie era llamado, ni persuadi- do a ser “católico”, “metodista”, “luterano”, “bautista”, “presbiteriano”,

“mormón”, “adventista”, “pentecostal” o “testigo de Jehová”.  Solo por el nombre

“cristiano” podemos glorificar a Dios (1 Pedro 4.16). Por su parte, los hombres son glorificados con los nombres humanos.  ¿A quién glorifican en la iglesia de su preferencia?

 Por : Carlos  Benavides