¿COMO HACER QUE EL AÑO QUE VIENE SEA MEJOR DEL QUE YA PASO ?

¿COMO HACER QUE EL AÑO QUE VIENE SEA MEJOR DEL QUE YA PASO ?

 Ha llegado el momento de hacer propósitos. Si eres de los que les gusta reenfocarse con el inicio de un nuevo año, aquí tienes algunas sugerencias.

Evaluar el año pasado

El autoexamen es importante y útil. “Examinarnos a vosotros mismos” es la admonición de                  (2Corintios 13:5) . En el espíritu de ese pasaje, reserva un tiempo para sentarte en un lugar tranquilo y contemplar tu vida. ¿Cuáles son tus fortalezas? ¿En qué áreas eres débil? ¿Qué tentaciones parecen ser las más difíciles de combatir? ¿Qué pecados cometes con más frecuencia que otros? Además de las obligaciones laborales, ¿cómo pasas la mayor parte de tu tiempo? ¿Con qué frecuencia oras? ¿Cuáles son tus hábitos de lectura y estudio de la Biblia? ¿Cómo es tu asistencia a las clases de Biblia y al culto? ¿Estás dedicando tiempo para servir a los demás? Sé honesto contigo mismo. Incluso el cristiano más consciente puede encontrar espacio para mejorar. Descubre qué áreas de tu vida necesitan más atención.

Desarrollar un plan

Selecciona las áreas que quieres abordar y crea un plan de acción concreto. Este incluye objetivos definidos con precisión y pasos específicos para ayudarte a alcanzarlos. Por ejemplo, en lugar de decir algo genérico como “Quiero mejorar mi asistencia a las clases de Biblia”, opta por algo específico como “A menos que me enferme u otros asuntos que estén fuera de mi control, asistiré a las clases de Biblia todos los domingos y miércoles de 2019”. Para lograr ese objetivo, crea un plan. Podría ser algo como esto: 

1) Acostarme más temprano el sábado por la noche. 

2) Poner el despertador lo suficientemente temprano el domingo por la mañana para tener tiempo suficiente para prepararme. 

3) Independientemente de lo cansado que esté los miércoles por la noche, iré al estudio bíblico con una actitud positiva.

 4) Estudiaré las lecciones fuera de clase para que la clase en sí sea más significativa.

Enfatizar lo espiritual

Generalmente, cada año queremos hacer algunas mejoras que caracterizaríamos como más físicas que espirituales. Pero algunas de esas cuestiones también tienen un componente espiritual. Busque la motivación espiritual incluso en esas cosas físicas.

Por ejemplo, si quieres controlar mejor tu salud física, hay razones más profundas para hacerlo que simplemente poder volver a ponerte la ropa que usas. Pablo hizo esta pregunta retórica: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros y que tenéis de Dios? No sois vuestros, pues habéis sido comprados por precio. Por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo” (1Corintios 6:19-20). Tu cuerpo realmente pertenece a Dios. Él te está permitiendo vivir en él por un tiempo, pero un día tendrás que comparar ante él para rendir cuentas de cómo lo has usado. Yo también lo haré. Debemos demostrar que somos buenos administradores del templo del Espíritu.

Lo mismo se puede hacer con las finanzas. Si quieres tener un mejor control de tu dinero, enfatiza las implicaciones espirituales de ese desafío. Recuerda que un día Dios te pedirá cuentas por cómo ha usado las bendiciones monetarias que te ha dado (Mateo 25:14-30).

No hay ninguna buena razón para permanecer en el nivel actual de madurez cristiana. Siempre debemos esforzarnos por mejorar. Si no lo hacemos, podríamos encontrarnos en un estado de apostasía (Hebreos 6:1-8). Dios nos está bendiciendo con la oportunidad de mejorar, y nos brindará la ayuda si tomamos la decisión                (Filipenses 2:12-13).

Por : Carlos Benavides