APROVECHANDO BIEN EL TIEMPO
Texto : (Efesios 5:15__20)
"Mirad pues con diligencia cómo os comportáis, no como necios, sino como sabios; haciendo buen uso del tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entended cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en el cual hay desenfreno, antes bien, sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos e himnos y cánticos espirituales, cantando y entonando salmos de todo corazón al Señor; dando siempre gracias por todas las cosas al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo."
Introducción
¿Sabemos aprovechar bien el tiempo?
El apóstol Pablo, al escribir a los Efesios, nos exhorta a vivir con sabiduría, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
Este mensaje está dirigido al pueblo de Dios, para fomentar madurez espiritual y un estilo de vida agradable a Dios.
El objetivo: Vivir como hijos de Dios y no como aquellos que viven sin propósito.
I. Mirad Pues con Diligencia Cómo Estás Caminando (Verso 15)
Autoexamen espiritual:
El cristiano debe ser consciente de su vida espiritual y cómo está dirigiendo su camino.
Si pasamos nuestro tiempo enfocándonos solo en lo material, en los afanes del día a día, estamos perdiendo la oportunidad de crecer espiritualmente.
La advertencia de Cristo: "Por sus frutos los conoceréis." (Mateo 7:16)
Reflexión: Si nuestros frutos son afanes mundanos, nuestra vida está dirigida hacia el error.
(Salmo 127:1__3)
"En vano trabajan los albañiles... el Señor a su amado dará el descanso."
(Jeremías 9:23)
Si no creces para Dios, estás creciendo para el mundo.
II. Conocer la Voluntad del Señor (Verso 17)
La insensatez de no conocer la voluntad de Dios:
El ser insensato significa vivir sin sentido, egoísta e imprudente.
La voluntad de Dios es clara: Buscarlo, servirle, conocerlo, caminar en sus mandamientos y vivir como hijos de luz, no de tinieblas.
Reflexión:
La vida sin conocimiento de Dios y su voluntad no tiene sentido, aunque tengamos riquezas o éxito mundano. La verdadera riqueza está en vivir conforme a su voluntad.
III. Llenarse del Espíritu Santo (Verso 18)
La importancia de llenarse del Espíritu:
Lleno: Ser "lleno" significa dedicarnos completamente a algo, en este caso, al Espíritu de Dios.
Muchos cristianos se llenan de afanes y preocupaciones terrenales, pero debemos asegurarnos de que nuestra vida esté llena del Espíritu Santo, lo cual influirá en nuestra mente, corazón y acciones.
El ejemplo de Israel:
El pueblo de Israel fue desbordado con cargas terrenales por Faraón, para que no pensaran en su libertad. Lo mismo sucede cuando nos enfocamos demasiado en lo material y nos alejamos de Dios.
Reflexión:
Aunque debemos trabajar y cuidar lo terrenal, no debemos permitir que el trabajo y las preocupaciones nos desborden y nos alejen de Dios.
IV. Comunión en Santidad (Verso 19)
Reuniones cristianas:
Las reuniones entre cristianos deben ser para alabar, cantar y exaltar a Dios, no para chismes ni críticas.
El tema principal de conversación:
Los cristianos deben compartir lo que Dios les está mostrando en su palabra, como el tema principal de sus conversaciones.
Todo lo demás es terreno y desvía nuestra atención de lo eterno.
Reflexión:
Las palabras de los cristianos deben edificar y glorificar a Dios, centrando nuestras relaciones en Él.
V. Dar Gracias al Padre en Todo y Por Todo (Verso 20)
La actitud de gratitud:
Los cristianos deben invertir su vida en reconocer la obra de Dios en todo lo que ocurre, dando gracias por todo.
Romanos 8:28:
"A los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan para bien, los que han sido llamados según su propósito."
Reflexión:
Vivir con una actitud de gratitud transforma nuestra perspectiva, ayudándonos a ver la mano de Dios en cada situación.
Conclusión:
El llamado a aprovechar el tiempo:
Los días son malos, y debemos ser sabios al aprovechar cada momento. No se trata solo de estar ocupados, sino de vivir con propósito, buscando la voluntad de Dios en todo lo que hacemos.
Vivir llenos del Espíritu: Permitamos que el Espíritu Santo sea quien nos guíe y nos llene, para que nuestras vidas sean un reflejo de Su amor, paz y sabiduría.
Por: Carlos Benavides
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