¿ PUEDE EL HOMBRE SABER QUE FUE CREADO ?
Conocimiento :
Se basa en la experiencia y la razón. Sabemos lo que hemos aprendido mediante nuestros sentidos físicos y/o facultades mentales. Es mediante sus sentidos físicos que el hombre conoce la existencia de la materia. Puede verla, tocarla, saborearla, olerla y oír los sonidos producidos por sus movimientos. Mediante la razón, el hombre conoce la existencia del espíritu; sabe intuitivamente que es distinto de su cuerpo.
Fe
Se obtiene a partir de testimonios fiables. Los jurados en un juicio penal, por ejemplo, desconocen si el acusado cometió el delito que se le imputa, pero deben decidir, basándose únicamente en las pruebas, si procede un veredicto de culpabilidad más allá de toda duda razonable. Su decisión es una cuestión de fe, más que de conocimiento. Es decir, o bien llegan a creer que es culpable del delito o bien tienen dudas razonables sobre su culpabilidad.
Una opinión
Es una postura que se mantiene en ausencia de pruebas suficientes que justifiquen el conocimiento o la fe. No hay experiencia que evaluar, premisas para razonar de manera concluyente ni testimonio fiable que considerar. Siguiendo la analogía del juicio, un jurado puede tener una opinión sobre la culpabilidad del acusado, pero no puede saber ni creer que cometió el delito antes de escuchar el testimonio o examinar las pruebas.
Como ejemplo, consideremos el caso de Nicodemo. Sé que la Biblia dice que "vino a Jesús de noche" (Juan 3:1-2). Creo que Nicodemo "vino a Jesús de noche" porque la Biblia lo dice. Pero no sé por qué "vino a Jesús de noche". La Biblia tampoco proporciona suficiente testimonio como para creer que tuviera esta o aquella razón en particular, aunque debió tener una; nadie actúa sin una razón.
Como otro ejemplo, Abraham no podía saber que sus descendientes serían tan innumerables como las estrellas del cielo, pero lo creyó basándose en la fuerza del testimonio de Dios.
Por lo tanto, es por fe, para que fuese según la gracia, a fin de que la promesa fuese firme para toda la descendencia, no solo para los que son de la ley, sino también para los que son de la fe de Abraham, quien es padre de todos nosotros (como está escrito: «Te he puesto por padre de muchas naciones») en presencia de aquel en quien creyó, Dios, que da vida a los muertos y llama a las cosas que no existen como si existieran; quien, contra la esperanza, creyó en esperanza, de modo que llegó a ser padre de muchas naciones, conforme a lo que se le había dicho: «Así será tu descendencia». Y no debilitándose en la fe, no consideró su propio cuerpo, ya muerto (siendo de unos cien años), ni la esterilidad de la matriz de Sara. No dudó de la promesa de Dios por incredulidad, sino que se fortaleció en la fe, dando gloria a Dios, y estando plenamente convencido de que lo que había prometido también era poderoso para cumplirlo. Y por lo cual “le fue contado por justicia” (Rom. 4:16_22).
Desde que nuestros primeros padres fueron expulsados del Jardín del Edén, no ha sido posible conocer a Dios, excepto mediante la fe en su testimonio. Por ejemplo, nadie "conoce" [sin una prueba de ADN] la identidad de sus padres biológicos. Es imposible que un recién nacido sepa quién lo dio a luz o quién lo engendró. Una pareja amable le dice a uno que son sus padres y acepta su testimonio. De igual manera, Adán no podría haber sabido, sin una comunicación de Dios, que fue creado. De hecho, si Dios nunca se hubiera revelado, el hombre jamás habría sabido de su existencia.
Por : Carlos Benavides
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