“ EL DIABLO YA NO TIENE PODER SOBRE NOSOTROS”
I. LA DERROTA DE SATANÁS EN LA OBRA REDENTORA DE CRISTO
(Lucas 11:21-22) “Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee. Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín”.
1. Cristo describe su propia misión: vino a desarmar a Satanás, el “hombre fuerte”, y liberar a sus cautivos (Isaías 61:1).
2. El diablo ya no tiene el control absoluto sobre las almas; Cristo vino a libertar a los que estaban bajo su poder.
3. (1Juan 4:4) dice: “Mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”.
(Hebreos 2:14-15)
Nuestro Señor Jesús se hizo ser humano para “destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo”.
4. La muerte de Cristo no fue derrota, sino victoria absoluta. Con su sacrificio, quitó la autoridad de Satanás sobre la muerte.
5. (Romanos 6:9) “Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él”.
II. LA VICTORIA SE MANIFIESTA EN LOS QUE OBEDECEN AL EVANGELIO
(Colosenses 1:13)
“Él nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo”.
1. Al obedecer el evangelio, dejamos el dominio de Satanás y entramos al reino de Cristo.
2. La conversión verdadera es una declaración de guerra contra el diablo.
3. (Romanos 6:17-18) “… habéis obedecido de corazón… y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia”.
2 (Corintios 10:4-5)
“Las armas de nuestra milicia… poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas”.
4. No se trata de armas físicas, sino espirituales: el evangelio, la oración, la fe, y la Palabra de Dios.
5. Estas armas derriban el engaño, las ideologías erradas y todo lo que Satanás ha levantado contra la verdad.
III. EL PODER DEL EVANGELIO DESARMA A SATANÁS
(Marcos 3:27)
“Nadie puede entrar en la casa del hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata; y entonces podrá saquear su casa”.
1. Cristo ató al diablo mediante su ministerio, muerte y resurrección.
2. Su evangelio sigue atando a Satanás cada vez que un alma se arrepiente y se somete a Cristo.
(Romanos 1:16)
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación…”.
3. El evangelio no es solo información, es poder transformador, una luz que destruye las tinieblas.
4. (Hechos 26:18) “… para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios”.
IV. SATANÁS SIGUE ACTIVO, PERO NO INVICTO
(1Pedro 5:8-9)
“Sed sobrios… resistidlo firmes en la fe…”.
1. Aunque derrotado, Satanás sigue atacando. Pero su poder es resistible si permanecemos en Cristo.
2. Su arma más usada hoy es el engaño. Pero la verdad de la Palabra lo expone y lo vence.
(Efesios 6:11-12)
“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”.
3. El creyente equipado espiritualmente tiene la capacidad de mantenerse firme, aunque el enemigo sea persistente.
V. LA IGLESIA ES EL EJÉRCITO QUE RESISTE Y VENCE
(Mateo 16:18)
“… edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”.
1. La iglesia no está a la defensiva; es ofensiva contra el reino de las tinieblas.
2. Cada alma rescatada por el evangelio representa una pérdida para el enemigo.
(Apocalipsis 12:11 “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos…”.
3. No vencemos por nuestras fuerzas, sino por la sangre del Cordero y la fidelidad a su Palabra.
Conclusión:
• El control que Satanás ejercía sobre la humanidad fue derrotado el día que Cristo murió y resucitó.
• Cada vez que alguien cree, se arrepiente y obedece al evangelio, Satanás pierde terreno.
• El poder del evangelio sigue siendo la cadena que ata al dragón.
• Aunque sigue intentando atacar, ya no gobierna a los que están en Cristo.
• La iglesia, como columna y baluarte de la verdad (1Timoteo 3:15) es la fuerza activa que deshace sus obras (1Juan 3:8).
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