NUESTRA FE ACERCA DEL HOMBRE INTERIOR
Dios nos hizo a su imagen, (Gen. 1:27). En la Biblia esta parte espiritual del hombre se llama generalmente el
alma o el espíritu. A veces la Biblia le llama el hombre interior, (cf. Ro. 7:22; 2 Co. 4:16; Efesios 3:16). Más
adelante en esta lección veremos que es muy importante que tengamos una fe firme en la verdad acerca del
hombre interior, pero primero queremos enfatizar que para que sea correcta nuestra fe acerca del hombre
interior…
1. NECESITA ESTAR BASADA EN LA PALABRA DE DIOS.
2 Co. 4:16 menciona al “hombre exterior” y al “interior” y los versículos que siguen revelan que el hombre
interior está “en el cuerpo” (5:6, 10) que es el hombre exterior, que el cuerpo es nuestra “morada terrestre” (5:1)
y que el cuerpo es el “tabernáculo” (tienda de carpa) donde mora el hombre interior. (5:1,4). Todo esto
concuerda exactamente con esta afirmación de Pedro: “estoy en este cuerpo…” (2 Pedro 1:13).
En este contexto revela también que en la muerte el hombre exterior, el cuerpo, se “deshace” y que el hombre
interior al separarse del cuerpo, al estar “ausente del cuerpo” queda “desnudo” (5,1,3,4,8). Más adelante en la
misma carta vemos que es posible que el hombre este “en el cuerpo” o “fuera del cuerpo” (2 Co. 12:2,3). Pedro
al hablar de su muerte dijo: “sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo…” (2 P. 1:14).
Revela también el mismo contexto que después de la resurrección el hombre interior ya no estará desnudo, sino
“vestido” (2 Co. 5:3), porque habrá sido “revestido” con un cuerpo espiritual (5.2,4, cf. 1 Co. 15:35-49). En la
resurrección el hombre interior será revestido con una “habitación celestial” (2 Co. 5:2). “Tenemos de Dios un
edificio, un casa no hecha de manos, eterna, en los cielos” (5:1).
Muchos amigos denominacionales de la Biblia niegan estas verdades acerca del hombre interior, y nosotros una
comprensión clara de estas cosas para refutar a estos falsos, pero aun mas importante es para nosotros tener una
fe firme acerca del hombre interior porque esto…
2. NOS HARA PENSAR Y ACTUAR CORRECTAMENTE
Pablo creía firmemente estas cosas acerca del hombre interior. Andaba por “fe” y no por vista (2 Co. 5:7). La fe
es “certeza” y “convicción” (Heb. 11:1). Por el ojo de la fe veía lo invisible (2 Co. 4:18). Sabía que iba a
resucitar (2 Co. 4:14). Sabía que le esperaba una “casa no hecha de manos, eterna en los cielos” (2 Co. 5:1).
Sabía que le esperaba el juicio. (2 Co. 5:10).
Su fe lo hacía darle más importancia a las cosas del hombre interior que a las del exterior. No le molestaba
mucho que el hombre exterior se fuera desgastando porque sabía que el interior se iba renovando cada día (2
Co. 4:16). Este mismo texto nos enseña que el cuidaba mucho al hombre interior; el hombre interior se iba
renovando de día en día, y sabemos por la Biblia que la salud espiritual se mantiene con bastante esfuerzo.
Porque Pablo estaba plenamente convencido de estas cosas vivía confiado. (2 Co. 5:6), y no se desanimaba.
(2 Co. 4:16).
Aunque su sufrimiento era mucho (2 Co. 4:7-10), su fe lo hacía parecer algo pequeño, (2 Co. 4:17). Su fe en la
esperanza del “eterno peso de gloria” (2 Co. 4:17) era tan grande que gemía por ser revestido con el cuerpo
espiritual. (2 Co. 5:2,4). Porque sabía que tenía que compadecer ante el tribunal de Cristo procuraba serle
agradable siempre, (2 Co. 5:9, 10).
CONCLUSIÓN :
Nuestra fe acerca del hombre interior necesita estar basada en la revelación divina. Necesitamos entender y
defender estas verdades delante de los que la niegan, pero aun mas importe es CREERLAS FIRMEMENTE.
Pablo las creía con todo su corazón, y por esto es que le daba más importancia al hombre interior, es por esto
que vivía confiado y no se desanimaba, es por esto que soportaba bien el sufrimiento, es por esto que gemía por
ser revestido con la habitación celestial, y es por eso que procuraba agradar a Jesús siempre. La fe de Pablo .
acerca del hombre interior produjo en las ciertas actitudes y acciones. ¿Creemos firmemente lo que Dios dice
acerca del hombre interior? ¿Creemos como Pablo creyó? ¿Pensamos y obramos como él? Si no, la conclusión
es triste, pero cierta: ¡NO CREEMOS LO QUE DIOS DICE ACERCA DEL HOMBRE INTERIOR” Amén.
Por : Carlos Benavides
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