IGLESIA DE CRISTO

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ESTUDIOS BÍBLICOS

viernes, 30 de agosto de 2024

PACIENCIA SU OBRA COMPLETA

 “PACIENCIA SU OBRA COMPLETA”


    “2Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 3sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. 5Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. 6Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 7No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. 8El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos” (Santiago 1:2-8).

    Para iniciar este tema, quiero decir que creo que Dios es bueno y verdadero en todo lo que hace. La Biblia dice: “30En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová; Escudo es a todos los que en él esperan. 31Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? 32Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino” (Salmo 18:30-32). Dios contesta nuestras oraciones con lo que es bueno para nosotros. Por eso, a veces la respuesta no es la respuesta que queremos, porque Dios sabe que no es bueno para nosotros. Creo que cada persona quiere que su camino de la vida sea siempre suave y pacífico. Sin embargo, la verdad es que la vida del hombre está llena de dificultades, pruebas, dolores, etc. Podemos decir que la vida no es fácil de ninguna manera.

    Quiero estudiar el pasaje que fue citado antes del libro de Santiago. Esta carta fue escrita a los cristianos, y Santiago quería que los hermanos desarrollaran las buenas cualidades en sus vidas. El cristiano necesita paciencia. ¿Cómo llega la paciencia? La paciencia es desarrollada por medio de las pruebas que pasan en la vida de cada uno. Santiago dice: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas.” Creo que nadie quiere pruebas o dificultades en su vida. Sin embargo, estas cosas están para ayudar al cristiano a desarrollar la paciencia. No debe pensar que la prueba es una cosa mala, sino que es algo para ayudarle a llegar a la perfección en Cristo. Jesús fue tentado en Mateo capítulo cuatro, y porque uno es cristiano no debe pensar que no debe ser tentado tampoco. Santiago dice un poco más adelante: “13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido” (Santiago 1:13-14). Dios no tienta a nadie, sino que permite las pruebas para que pueda hacerse un mejor cristiano. El apóstol Pedro sabe que el oro se refina por el fuego para dejarle puro. Él dijo: “6En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo” (1 Pedro 1:6-7).

    Santiago continua diciendo: “sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.” Son las dificultades y pruebas las que producen la paciencia. Debemos pensar que es un proceso natural. El apóstol Pablo, en Romanos 5:3, enseña lo mismo: “Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia.” Son las pruebas las que desarrollan el carácter de la persona para llevar fruto para toda la vida. Debe pensar que la prueba es un paso por el río de la vida que lleva a la perfección en Cristo Jesús.

    Dios sabe lo que es mejor para el cristiano. Por eso, no debe pensar que la dificultad, o sea la prueba es algo malo, sino que debe esperar que el resultado sea el mejor. Santiago dice: “mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.” Debe esperar que la prueba produzca fruto bueno en su vida porque Dios tiene el control de todas las cosas. Es posible que cuando pasa la prueba, no entienda el propósito de la prueba, pero luego entenderá. Las pruebas pueden ser pruebas de fuego para refinar su carácter, convirtiéndolo en una persona mejor y más apropiada para el servicio a Dios. Un cristiano es un cristiano siempre. No debe servir a Dios solamente durante los tiempos buenos, sino durante los tiempos malos también. Las pruebas forman un carácter invencible que puede vencer las dificultades que vienen durante la vida. Quiero volver a un pasaje que ya fue citado, pero quiero agregar dos versículos más: “6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; 9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas” (1 Pedro 1:6-9). La fe establecida en Cristo y probada por las pruebas resuelta en la salvación del alma. El resultado que el cristiano espera de las pruebas es la salvación de su alma. Podemos ver el resultado de esta fe en los siguientes pasajes: “Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1:1). “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5:23). Y: “Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros” (Hechos 3:16).

    Santiago continua diciendo: “y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Santiago habla de la persona que tiene falta de sabiduría. Hay dos palabras similares, sabiduría y conocimiento. El conocimiento consiste de los hechos del asunto. La sabiduría consiste en la interpretación correcta o el uso correcto del conocimiento. A veces el cristiano no entiende por qué tales dificultades pasan en su vida. En estos casos tiene que someterse a Dios y pedirle en oración. La sabiduría le es dada a los humildes. La Biblia dice: “Encaminará a los humildes por el juicio, Y enseñará a los mansos su carrera” Salmo 25:9. El cristiano puede aprender de las pruebas que pasan en su vida. La Biblia dice que Jesús aprendió la obediencia por lo que sufrió: “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia” (Hebreos 5:8). Porque Cristo padeció, el cristiano debe esperar lo mismo si vive la vida cristiana. El apóstol Pablo dijo: “Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2 Timoteo 3:12). También, el cristiano debe pensar que es un privilegió sufrir por la causa de Cristo. Pablo les escribió a los filipenses diciendo: “Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él” (Filipenses 1:29). Cuando vengan las dificultades y persecuciones, los humildes pueden pedir a Dios ayuda para entenderlas. Jesús dijo, “7Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Mateo 7:7-8). También, la Biblia dice: “Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” (1 Juan 5:14). Un estudio amplio de la palabra de Dios le ayuda a uno a entender el plan de Dios en vista de su presente sufrimiento.

    Santiago dice que cuando pida algo de Dios tiene que pedir con fe. Él dice: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.” Cuando oramos creemos que Dios escucha nuestras oraciones. También, creemos que Dios contesta nuestras oraciones. Si “no” creemos que Él nos escucha y contesta, ¿por qué oramos a Dios? Siempre oramos con fe y con la confianza que Dios va a cumplir todas las promesas que prometió a los fieles. La Biblia dice: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6). La confianza que el cristiano tiene en Dios es que le dará un consuelo y tranquilidad que los del mundo no tienen. Isaías confirmó esto cuando dijo: “Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo” (Isaías 57:20). El apóstol Pablo habló de esto también en su carta a los filipenses: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7).

    La persona que no tiene fe en Dios, no debe esperar algo de Dios. Esta persona está fuera de la misericordia de Dios. Santiago dijo: “No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.” Este es un punto que creo que el mundo no entiende todavía. La mayoría del mundo tiene la idea que puede vivir como quiere sin pensar en su obediencia a Dios, y cuando muere espera que Dios le dará un lugar en el cielo junto con los fieles. Es un sueño de ellos pero no tiene base bíblica. Por el contrario la Biblia dice: “No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.” Los hijos de Dios tienen esperanza y van a recibir su lugar en el cielo. Note: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12). Él que tiene poder para ser hecho hijo de Dios, es el que tiene fe y obedece la voluntad de Dios, o sea el que se hace cristiano.

    Finalmente, Santiago dijo en este pasaje: “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.” “El hombre de doble ánimo” se refiere a la persona que no tiene un objetivo definido para perseguir. En un momento está pensando en una manera y luego cambia su manera de pensar. Esta persona está motivada más por sus emociones que por el conocimiento de la palabra de Dios. No se puede tener confianza en tal persona. Dios quiere que la persona le sirva con corazón sincero. La Biblia dice: “acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura” (Hebreos 10:22). Albert Barnes en su comentario dijo: “Si encontramos un hombre que guarda las promesas de Dios con firmeza; que sienta confianza cuando ore que Dios le escuchará su oración; que siempre está firme cuando se encuentra en las pruebas de la vida, sin desviarse, vamos a encontrar uno que está firme en sus principios, es inflexible en su integridad, es inamovible en sus determinaciones, y firme en sus planes de vida; este es un hombre que, por su carácter, sentimos que lo entendemos, y en quien podemos confiar.” El cristiano que desarrolla la paciencia en su vida, es un cristiano maduro. La iglesia necesita personas que sirven a Dios con corazón sincero.

    Hermanos y lectores, concluyo con la exhortación, que debamos luchar por lograr lo mejor que sea posible para servir a Dios y dar toda la honra y la gloria a Él. Ω

Por: Carlos Benavides 


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