IGLESIA DE CRISTO

IGLESIA DE CRISTO
ESTUDIOS BÍBLICOS

martes, 25 de marzo de 2025

EL PASTORADO FEMENINO ES UNA PRÁCTICA QUE SE APARTA DEL MANDATO BÍBLICO

EL PASTORADO FEMENINO ES UNA PRÁCTICA QUE SE APARTA DEL MANDATO BÍBLICO

Una de las señales más contundentes de que una iglesia se ha extraviado del Evangelio y rechazado el depósito de fe como entregado por los Apóstoles a la Iglesia de Cristo es que ordena mujeres al obispado.

1. Ni bajo el Antiguo Pacto ni bajo la plenitud del Nuevo Pacto mujeres fueron ordenadas para el sacerdocio y el oficio en el templo.

2. Jesús nunca ordenó a una mujer al Apostolado, de los setenta que ordenó para que predicaran la Palabra fueron todos varones, y si bien hubiese querido mujeres en el pastorado lo hubiera enseñando o comunicado a sus Apóstoles para que lo enseñaran a la iglesia.

3. Ni un solo Apóstol de Cristo ordenó a una sola mujer al pastorado. Por lo contrario, una de las primeras cosas que se pide de los pastores es que sea «marido de una sola mujer» (1Timoteo 3:2, Tito 1:6). Pablo manda a que ninguna mujer «ejerza autoridad sobre el varón enseñando» en la Iglesia (1Timoteo 2:16), y que es indecoroso, inaudito, que la mujer enseñe en la asamblea pública, y por lo tanto, «debe guardar silencio» (1Corintios 14:34)

Y para dejar claro que esta no era una ordenanza local, cultural o contextual (como a los innovadores les gusta alegar), dice inmediatamente después: «Si alguno piensa que es profeta o espiritual, reconozca que lo que os escribo es mandamiento del Señor. Pero si alguno no reconoce esto, él no es reconocido» (1Corintios 14:37-38).

4. La Iglesia nunca, en ningún tiempo ni lugar, ha ordenado mujeres al obispado. Desde la época de los Apóstoles hasta el siglo anterior, era norma y práctica universal de toda la Cristiandad (sean ortodoxos, católicos o protestantes) ordenar solo a hombres al oficio de pastor y obispo.

Lo que nos lleva a la pregunta lógica: *¿De dónde surge entonces esta innovación moderna y muy reciente de iglesias, en su gran mayoría evangélicas, de ordenar mujeres al pastorado?*

Simple y sencillamente: de la infiltración del feminismo.

No es de la Biblia, no es de los Apóstoles, no es del seno de la Iglesia que está práctica moderna viene: viene del mundo, y peor, de ideologías netamente elabadoras para contrarrestar, corromper, debilitar, y destruir si es posible, el Cristianismo apostólico y su influencia preservadora sobre la cultura.

Llámalo como quieras: «igualdad», «empoderamiento femenino», «progreso social», al final es sólo una cosa: una subversión ideológica de la fe apostólica, la operación del anticristo. 

La innovación teológica es obra del diablo.

*Este es el llamado:*

«Amados, por el gran empeño que tenía en escribiros acerca de nuestra común salvación, he sentido la necesidad de escribiros exhortándoos a contender ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos» (Judas 1:3)

 Por: Carlos Benavides 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario