IGLESIA DE CRISTO

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ESTUDIOS BÍBLICOS

martes, 7 de diciembre de 2021

LA IGLESIA ANTE LOS DARDOS DEL MAL

“LA IGLESIA ANTE LOS DARDOS DEL MAL”

(Ef. 6:11)

Propósito: Mostrar cuáles son y cómo combatir las asechanzas del diablo.

Introducción:

El autor intelectual de toda la degradación humana es el diablo. Este ser espiritual 

maligno, ha sabido influenciar al hombre, tanto pagano como religioso, para llevar a cabo 

sus obscuros planes, que tienen como fin la desgracia del ser humano, y la tristeza de 

Dios, quien desea “…que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la 

verdad…” (1 Tim. 2:4); por tanto, a través del apóstol Pablo nos llegan los medios para 

que podamos estar firmes contra las asechanzas del diablo. Y antes de considerar estos 

medios de defensa espiritual, consideremos una pregunta muy importante:

I. ¿QUÉ SON Y CÓMO SE MANIFIESTAS LAS ASECHANZAS DEL DIABLO?

A La palabra asechanza, es traducción del griego, “METHODEIA”, la cual denota 

“astucia”, “engaño”, y se traduce como “asechanzas (del diablo)” en Ef. 6:11, y 

“artimañas (del error)” en Ef. 4:14.

B Estas “asechanzas” tienen agentes humanos:


1. La seducción y el engaño, tanto doctrinal como moral, tiene sus orígenes en el jardín 

del Edén (2 Cor. 11:3).

a. Después de este engaño, el hombre perdió su comunión con Dios (Génesis 3:23, 24)

b. Después de este engaño, la decadencia física, moral y espiritual del hombre fue 

inevitable (Rom. 1:20-31).

c. Después de este engaño, el hombre se ha encargado, a través de su “corazón

entenebrecido” y su “razonamiento vano”, de esparcir error religioso, inmoralidad y auto

destrucción (Gn. 6:5, 11, 12).

d. Pablo aclara más este punto en los siguientes versículos en 2 Cor. 11:3, 4, 14, 15.

e. Es por esto que Pablo habló a los Efesio de la “…estratagema de hombres que para

engañar emplean con astucia las artimañas del error…” (Ef. 4:14)

2. El hombre, en ámbitos tanto religiosos como seculares, se ha encargado de presentar

toda clase de errores religiosos y morales, engañándose a sí mismo y a los demás,

sucumbiendo así ante las “asechanzas”, ante el engaño de Satanás.

C Estas “asechanzas” se manifiestan en sentido moral y doctrinal.

1. Son las “filosofías y huecas sutilezas” del mundo (Col. 2:8).

a. En contexto: La circuncisión física (Col. 2:11-13)

b. En contexto: Los reglamentos de la ley de Moisés con respecto a comida y bebida, y

algunas fiestas (Col. 2:14-17).

c. En contexto: El culto a los ángeles (2:18).

d. En contexto: Los reglamentos ascéticos para maltratar el cuerpo (2:20-23)

e. En contexto: El pecado moral (3:5-9)

f. En la actualidad: El conjunto de religiones falsas, tanto locales como extranjeras o

extrañas (Catolicismo, protestantismo, liberalismo en cualquiera de sus esferas, el

panteísmo, el universalismo, el misticismo, la reencarnación, y el culto a los animales o

al hombre mismo, son parte de las “asechanzas” o “engaños” del diablo.

g. En la actualidad: El conjunto de razonamientos ateos, tales como el humanismo, el

escepticismo, el materialismo entre otros, ha logrado que el hombre se degrade moral y

socialmente hasta un punto inimaginable. De ahí que toda clase de perversiones morales

y sociales han existido en el mundo, (Tales ideas han existido desde la caída del

hombre, aunque sin llevar estas los nombres que ahora se les atribuyen). ¿El efecto?

Homosexualismo, terrorismo, crímenes, abusos a hombres, mujeres y niños de toda

clase, incertidumbre, suicidios, inestabilidad familiar, etc., son las “asechanzas” del

diablo.

II. ¿CÓMO COMBATIMOS LAS ASECHANZAS DEL DIABLO?

A Debemos estar “vestidos con toda la armadura de Dios” (Ef. 6:11a)

1. Esta armadura divina, tiene el propósito de mantenernos firmes ante el engaño que

nos rodea: “…PARA que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo…” (v. 11)

2. Sin esta armadura, somos engañados, “no podemos estar firmes” ante el engaño:

“…para que PODÁIS ESTAR FIRMES…” (v. 11)

a. Muchos hermanos en la fe, andan en error por no llevar la armadura, practican la

injusticia, no viven rectamente delante de Dios, no promueven la paz que Dios desea,

tolerando el engaño, no confían en Dios sino en el mundo y en las cosas del mundo, no

tienen defensa ante todo aquello que es contrario a Dios, o dicho en pocas palabras, son

infieles ( Gálatas 2:4)

b. Se han dejado arrastrar por la inmoralidad, viviendo en adulterio, o esclavizados por

el alcohol o la cerveza, por el cigarrillo. Muchos más han sido engañados por el

modernismo, por la falsa ciencia, de tal manera que están a punto de negar claras

verdades bíblicas sobre el poder de Dios y las verdades enseñadas por Cristo. ¿Cuántos

más están negando la divinidad del Señor? ¿Cuántos más están negando ya sus milagros?

¡No tenían toda la armadura de Dios!

B Vestidos de toda, con cada una de las partes de la armadura.

1. La verdad, la justicia, el evangelio de la paz, la fe, la salvación y la espada del

Espíritu (v. 14-)

a. “ceñidos vuestros lomos” (v. 14) - Pablo se refiere al cinto ancho llevado por el

soldado romano. La ropa suelta fue ceñida para que no impidiera el movimiento libre.

Para esto es necesario amar la verdad (Ef. 4:15)

b. “vestidos con la coraza” (v. 14) - La coraza cubre el pecho (el corazón y los

pulmones). Para esto es necesario ser realmente justos. Muchos aparentan ser justos,

creen que cierta forma de hablar, o ciertos títulos les proveen de la justicia que Dios

demanda. La justicia “se hace” (1 Jn. 3:7, 8)

c. “calzados los pies con el apresto” – El soldado romano llevaba siempre botas que

hacían más firme su marcha, de tal manera que siempre estaba listo para la batalla.

¿Estamos siempre preparados para llevar el evangelio? ¿Estamos listos? ¡Debemos estar

listo! d. “tomad el escudo” - El escudo del soldado romano era grande y rectangular

como una puerta. Al dar contra el escudo los dardos encendidos se apagaban y sus

puntas se quebraban. Esto sucede con las tentaciones y diversas pruebas que intentan

destruir nuestra fidelidad.

e. “la espada” - Esta es nuestra arma de defensa ante el “engaño”. Cristo dijo a sus

apóstoles, “…yo os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir

todos los que se opongan…” (Lc. 21:15). En Hechos vemos el cumplimiento de esta

promesa, de tal manera que los oponentes al evangelio no podían decir nada en contra de

él. ¡Esa misma palabra la tenemos ahora! Pablo dijo que “las armas de nuestra milicia no

son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando

argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando

cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo…” (2 Cor. 10:3-5)

C Con toda la armadura de Dios y con la oración: “…ORANDO en todo tiempo con toda

oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por

todos los santos…” (v. 18)

1. Para tener comunicación continua con nuestro "cuartel general". "En todo tiempo";

"orad sin cesar" (1 Ts. 5:17). La guerra es del Señor; El manda, y es importante que

estemos en contacto con El. Muchas campañas militares y muchos soldados se han

perdido por falta de buena comunicación entre el ejército y el general. Nuestros

recursos son de Dios. El soldado cristiano que lleva toda la armadura de Dios, emplea la

espada del Espíritu, y sigue en oración, tendrá una confianza firme de ser vencedor.

2. A través de ella damos eficacia, no solamente a nuestra lucha, sino también a la

lucha que nuestros hermanos tienen: “orad unos por otros…” (Stgo. 5:15). Oren “…por

mí…”, dijo Pablo a los Efesios, para llevar la obra de libertad y paz, la predicación del

evangelio, conforme a la voluntad de Dios.

CONCLUSIÓN.

Hoy hemos aprendido qué son y cómo se manifiestan las asechanzas del diablo. También

hemos considerado la manera en que podemos estar firmes ante ellas. La pregunta es,

¿lleva usted puesta toda la armadura de Dios? Si no es así, ¿qué le falta? Pero sobre

todo, ¿qué está haciendo para adquirir esa parte que le falta? Lo bueno de todo esto es

que Dios nos ha provisto todo lo necesario para adquirir cada una de las partes que

componen esa armadura. No es una armadura que tengamos que diseñar nosotros, ya

está diseñada, probada y lista para ser llevada por el soldado de Jesucristo.

¿Qué falta, entonces? Nada más que se la ponga, que se vista de ella. Pidamos perdón a

Dios si hemos andado por el mundo sin esta armadura, o si hemos dejado una parte de

ella sin ponerla sobre nosotros. Si no lo hacemos así, las “asechanzas del diablo”, es

decir, el engaño que nos rodea nos puede vencer, y finalmente matarnos espiritualmente.

He visto a muchos hermanos morir, descarriarse, apartarse de la verdad e irse en por

de doctrinas falsas, o del pecado. ¿Lo esperaban? NO, pero finalmente cayeron en la

batalla.

 Por : Carlos Benavides

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