IGLESIA DE CRISTO

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ESTUDIOS BÍBLICOS

jueves, 16 de diciembre de 2021

¿ QUIEN ES MI HERMANO ?

 “¿QUIÉN ES MI HERMANO?”


“Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.”

(Marcos 3:35)

INTRODUCCIÓN:

• La Biblia recoge las costumbres de las culturas de sus tiempos, en algunas de ella era común llamarse hermanos entre sí los primos, etc. y no solamente los hijos de un mismo hogar, esto no era causa de controversia ni confusión para ellos, como si lo es hoy día en nuestra sociedad, ejemplo, si eres mi primo, luego no eres mi hermano consanguíneo, aunque seamos familiares, o hermanos de raza, religiosos, etc., pero ser hermanos en Cristo, marcaba una gran distinción.

• La confusión hoy, es que muchos religiosos de diferentes denominaciones se llaman “hermanos en Cristo” unos a otros aún con sus grandes diferencias y contradicciones doctrinales, y realmente, bíblicamente, la verdad es que no lo son, porque practican diferentes planes de salvación, es decir, cada uno obedece evangelios diferentes ( Gálatas 1:6-9).

1. Un ejemplo, la mayoría no reconocen a los católicos como sus “hermanos en Cristo” porque el bautismo católico no es bíblico, pero los miembros de las denominaciones no se cuestionan sus doctrinas sobre los diferentes planes de salvación.

a. Ejemplo, el bautismo bíblico es para que el Señor nos añada a su iglesia (Hechos 2:41, 47; Efesios 5:26), pero el bautismo denominacional es para pertenecer a cualquiera de sus sectas.

b. Para ellos, es válido aplicar Marcos 3:35 a los católicos para que sus miembros no se mesclen con éstos, pero para sí mismos, da igual si eres evangélico, bautista, pentecostal, etc., eres su “hermano” de acuerdo a sus concilios ecuménicos o “unidad en la diversidad”.

• Lamentablemente este tipo de apostasía hace intentos de introducirse en la iglesia del Señor, porque a pesar de los años de haber obedecido el plan de Dios para salvación del pecador, algunos hermanos no abandonan sus prácticas sectarias y cometen el error de llamar “hermanos” a los visitantes de las denominaciones, todavía siguen con las muletillas de sus antiguas creencias, y se conducen como señala el apóstol Pablo en 1 Corintios 8:7 “…habituados hasta aquí…”, causando confusión generalizada.

I. HAY UNO SOLO, UN ÚNICO EVANGELIO, VERDAD ABSOLUTA Y UNIVERSAL.

A. Pablo advirtió de las consecuencias por seguir algún evangelio diferente (Gálatas 1:6-9).

1. Un evangelio diferente es lo mismo que predicar otro Jesucristo, otro espíritu, otro mensaje: “Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis” (2 Corintios 11:4).

B. El evangelio de Cristo, es un mensaje dado como una formula, patrón o modelo a seguir, es una doctrina, un plan de salvación para el pecador, un conjunto de mandamientos que debemos obedecer sucesivamente. 

1. Romanos 6:17, “Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados”.

2. 1 Corintios 15:2, “por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.”.

3. 2 Timoteo 1:13, “Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús”.

4. Cualquier alteración, añadidura u omisión, cambia la formula y la convierte en un plan que no salva, otro evangelio. 

C. Esta doctrina, la palabra predicada o forma de las sanas palabras, es clara y específica:

1. CREER EL MENSAJE:

a. “Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.” (Juan 8:21-24).

b. “por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. 3Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras” (1 Corintios 15:2-4).

2. ARREPENTIRSE DE LOS PECADOS:

a. “Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.” (Lucas 13:1-5).

b. “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30, 31).

3. CONFESAR AL HIJO DE DIOS:

a. “Os digo que todo aquel que me confesaré delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios” (Lucas 12:8).

b. “Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.” (Hechos 8:37).

4. BAUTIZARZE PARA PERDÓN DE LOS PECADOS (“para”, el propósito) Y, SER SALVO (el resultado):

a. “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” (Hechos 2:38).

b. “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (Marcos 16:16).

c. “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo” (1 Pedro 3:21).

5. Lo reitero nuevamente, el plan de Dios para salvación del pecador, es un conjunto de mandamientos que debemos obedecer sucesivamente. Cualquier alteración, añadidura u omisión, cambia la formula y la convierte en otro plan, un plan de hombre, uno que no salva (Gálatas 1:6-9).

II. LOS MANDAMIENTOS DEL NUEVO TESTAMENTO PARA SER SALVOS SON LOS MISMOS QUE NOS HACEN DISCÍPULOS, CRISTIANOS E HIJOS DE DIOS.

A. “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19).

1. Aquí el Señor manda a bautizarnos (ser sepultados, sumergidos en agua) “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” para hacernos sus discípulos.

a. “Jesucristo mismo lo manda. El mismo dice que este acto se hace en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. ¿Cómo es que tantos predicadores, pastores y evangelistas se atreven a decir que el bautismo no es necesario para la salvación? Todos saben la importancia de la fe, pero ni siquiera de la fe dice Cristo creer en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. 

b. Él dice “id, y haced discípulos” ¿cómo les hacemos discípulos? dice Él “bautizándolos”.

2. Los que puedan llegar a ser discípulos son los que pueden oír y entender el mensaje de salvación (“hombres y mujeres”, Hechos 8:12). Esto queda bien explicado e ilustrado en Hechos de los Apóstoles en los capítulos que narran los ejemplos de conversión:

a. Hechos 2:1-47, los alrededor de tres mil que oyeron y recibieron el evangelio, se arrepintieron y fueron bautizados para perdón de pecados (2:38, 41).

b. Hechos 8:12, los samaritanos, “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres”.

c. Hechos 8:36-39, el eunuco, “36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? 37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. 39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino”.

d. Saulo de Tarso (cap. 9); Cornelio ( 10, 11); Lidia y el carcelero (cap. 16); los corintios (18:8); los efesios (19:5).

3. “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos…”. Ejemplo, si el experto mecánico manda a su ayudante diciéndole “ve y repárame el carro colocándole la bujía y el aceite”, si él no los coloca, el carro nunca quedará reparado.

a. ¡Igual aquí! Si no es bautizado no llegará a ser discípulo, porque esa es una condición de Dios para entra en comunión con Él. Siendo este el único mandamiento en toda la Biblia que debe hacerse en la autoridad expresa de “el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”.

b. Pero los religiosos en las diversas iglesias denominacionales dicen que el pecador es “salvo” solo al creer, sin necesidad del bautismo. Pero ¿será “salvo”…?

1) ¿Sin haberse hecho discípulo mediante el bautismo?

2) ¿Sin antes haber entrado en comunión con Dios “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” en el bautismo?

3) Es claro que estas iglesias predican otro evangelio, diferente, distinto al de Cristo.

c. “Este acto (el bautismo) goza de una prioridad en este respecto. Recuérdese que el único mandamiento dado por Cristo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo es el bautismo en agua para perdón de pecados. Todos los líderes religiosos que niegan esta verdad, y todas las personas que ellos han engañado - tendrán que dar cuenta a Cristo el Juez Justo en Aquel Día.” 

B. La Biblia enseña que cuando obedecemos al evangelio llegamos a ser cristianos: “… y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.” (Hechos 11:26).

1. Aunque los discípulos eran apodados por los incrédulos como los del “Camino” y la “secta de los nazarenos” (Hechos 19:23; 24:5).

2. Desde Hechos 11:26, los bautizados se identificaron entre sí como cristianos y este nombre se popularizó entre los no creyentes, aun en las esferas del gobierno romano (Hechos 26:28).

3. El apóstol Pedro en su primera epístola, certifica el nombre cristiano que glorifica a Dios por ser el nombre de Cristo dado a los que se identifican con Él.

a. “Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. […] pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.” (1 Pedro 4:14, 16).

b. Nunca hubo casos en el Nuevo Testamento en que a un no bautizado se le llamara cristiano, solo a partir de hacerse discípulos eran llamados cristianos, y esto ocurría cuando eran bautizados para el perdón de los pecados “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Hechos 2:38; Mateo 28:19).

C. La obediencia al mismo procedimiento bíblico (formula, patrón, modelo, doctrina) que nos convierte en discípulos y nos hace cristianos, por ese mismo patrón llegamos a ser adoptados como hijos de Dios, “en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” (Efesios 1:5; 1 Juan 3:1-2). 

1. De esa forma es que llegamos a ser hermanos en Cristo. Lea los siguientes versículos:

a. Gálatas 3:26-27, “pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos”.

b. La palabra “fe” del versículo 26 significa el evangelio (como en Judas 1:3), los judíos no serían salvos por la Ley de Moisés, sino por el evangelio.

c. Por lo tanto, si alguno insiste en que “la fe” aquí significa la fe del sujeto (lo que cree la persona misma), entonces el versículo 27 refuta la idea de salvación por la fe solamente, porque solamente “los que habéis sido bautizados en Cristo” están revestidos de Cristo (son cristianos, se identifican con Él).

d. Por eso son hijos de Dios, porque son bautizados en Cristo y fueron revestidos de Él. Los no bautizados no están revestidos de Cristo, están desnudos y ni siquiera tienen alguna ropa que guardar (Apocalipsis 1:15).

e. Usted puede tener una autoestima muy elevada, señalando que “es hijo (a) de Dios”, pero eso no lo convierte en ninguna manera en un hijo del Padre. Porque de acuerdo a lo que el Señor y sus apóstoles enseñan en el Nuevo Testamento, si usted no ha sido purificado por la obediencia a la verdad, jamás será hijo (a) de Dios (1 Pedro 1:22-23).

2. Dice Juan: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).

a. Recibir y creer son palabras de distintos significados, pero aquí significan lo mismo, esto es, obedecer el evangelio.

b. “Mas a todos los que le recibieron…”. ¿Cómo le recibieron?

1) Dice Hechos 2:41, “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas”.

c. Recibir a Cristo (Juan 1:12), es recibir Su Palabra: “El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero” (Juan 12:48). 

3. La prueba ante Dios de que he aceptado a Cristo, es bautizándonos (“los que recibieron su palabra fueron bautizados”, Hechos 2:41).

a. Seguidamente Dios me adopta como hijo: “en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” (Efesios 1:5); “pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos” (Gálatas 3:26-27).

b. Y el Señor nos añade a su iglesia: “…Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” (Hechos 2:41, 47b).

4. Textos similares ¿Cuál es la prueba ante Dios de que uno se convierte a Cristo? Hechos 3:19, “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” ¿Cuándo uno se convierte a Cristo?

a. En este versículo Dios manda (uno), a que nos arrepintamos y (dos), nos convirtamos.

b. Hechos 2:38 es pasaje paralelo: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”:

1) Hechos 3:19, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados.

2) Hechos 2:38, Arrepentíos, y bautícese… para perdón de los pecados.

3) Lucas 24:47, el arrepentimiento y el perdón de pecados.

4) Convertíos para borrar los pecados y bautizarse para perdón de pecados, luego convertíos es igual a bautizarse para borrar y perdonar los pecados. Lo cual es el propósito de la gran comisión donde la predicación del perdón de los pecados equivale a predicar el bautismo: “y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.” (Lucas 24:47; Marcos 16:16; Hechos 8:35-38).

5) Concluimos pues, que esto es una sinécdoque (integración de todas las partes en una): arrepentimiento + bautismo = conversión = perdón de pecados = salvación.

c. Hechos 22:16, “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre”. Aquí los pecados de Pablo fueron lavados en el bautismo, invocando (confesando) el nombre de Cristo   (Hechos 8:36-38; Romanos 10:9-10).

1) La sangre de Cristo limpia, redime de los pecados (1 Juan 1:7; Colosenses 1:14).

2) Pero la sangre y el agua son inseparables como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo:

1 Juan 5:6, “Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad.”  (Mateo 3:16-17; Juan 1:32-34; 19:34).

1 Juan 5:7, “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.” (Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14).

1 Juan 5:8, “Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.” (Juan 3:5; 1 Pedro 3:20-21; 1:18-19; 1 Juan 1:7).

5. Es el mismo procedimiento doctrinal para hacernos discípulos y convertirnos en cristianos e hijos (as) de Dios, es el que nos hace libres de la esclavitud del pecado: “Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados” (Romanos 6:17).

a. Antes de su conversión a Cristo los cristianos romanos eran esclavos del pecado, habían sido entregados como esclavos de Cristo para servir a la verdad del evangelio, a la “doctrina a la cual fuisteis entregados.” 

b. “obedecido de corazón”. Nadie es libertado del pecado (de la culpa de él, o sea, perdonado) hasta que obedece de corazón al evangelio (“forma de doctrina”). Si la fe solo salvara (así afirman los evangélicos), no habría necesidad de obedecer al evangelio:

1) “pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia”; “porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados”. (Romanos 2:8, 13).

2) “en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo” (2 Tesalonicenses 1:8).

3) “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen” (Hebreos 5:8-9).

4) “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro” (1 Pedro 1:22).

5) La obediencia es esencial. ¿No hay nada que hacer para ser salvo? ¡Hay que obedecer! “El hombre es justificado por las obras y no solamente por la fe” (Santiago 2:24).

c. “a aquella forma de doctrina… entregados”. “Es cierto que el evangelio ha de ser llevado a los hombres (Marcos 16:15), pero también es cierto que el hombre tiene que ser llevado a una cierta “forma de doctrina” para ser entregado a ella y hecho conforme a esa forma (griego, tupos = tipo, ejemplo, patrón, diseño, norma). Es la sana doctrina, la de Cristo (2 Timoteo 4:3; 2 Juan 1:9). No cualquier doctrina salva”. 

6. El bautismo de la gran comisión (Mateo 28:19; Marcos 16:16; Lucas 2:47; Hechos 2:38) es para nosotros, es uno de los mandamientos positivos de Dios, lamentablemente para mucha gente no importa.

a. Tenemos ejemplo del Señor de cuán importante es este mandamiento (Mateo 3:13-17). Cristo estaba resuelto a obedecer este mandamiento positivo de Dios. Iba a mostrar la obediencia absoluta, aunque Él no tenía pecados. (Marcos 1:4, 9-11). Y de esa forma ser identificado como el Hijo de Dios ante Juan el Bautista (Juan 1:33-34).

b. En lugar de buscar excusas para no bautizarse (como hacen millones ahora) Él hizo caso omiso de la “salida” lógica que tenía:

1) “No tengo pecados; ¿por qué voy a bautizarme?”

2) Como también de la oposición fuerte de Juan, insistiendo en que “conviene que cumplamos toda justicia” (Mateo 3:13-15). 

d. Nosotros no somos bautizados simplemente para imitar a Jesús. Él no fue bautizado para obtener la remisión de pecados, porque Él no tenía pecados, pero nosotros sí tenemos pecados; así es que nosotros somos bautizados para la remisión de pecados como los demás que llegaron al bautismo de Juan (Marcos 1:4; Lucas 3:3), y como la gente que fue bautizada el día de Pentecostés (Hechos 2:38). 

CONCLUSIÓN:

• Uno puede presentar de toda la evidencia existente de un caso, por mucha que sea la evidencia acumulada, si el incrédulo dice que no le convence, no se puede hacer más nada por él, tiene problemas cardiacos.

• Hay quienes no quieren aceptar una conclusión lógica, que uno es hecho hijo de Dios en el bautismo bíblico y en consecuencia así nos hacemos hermanos en Cristo.

• Muchas de estas personas prefieren seguir creyendo su error religioso y divulgarlo, antes que la verdad, dicen ellos “todo el que hace la voluntad de Dios es mi hermano”. Cabe preguntar, ¿y la forma, método o condiciones de Dios para llegar a ser hijo de Él, no importa?

• Precisamente esa frase dice “hace la voluntad de Dios” y ¿cuál es su voluntad? No llame a Dios su Padre si usted no acepta y obedece las condiciones de Él para adoptarlo como hijo suyo. Usted se engaña a sí mismo (a).

• Los hermanos que por causa de muletillas o costumbre religiosas, siguen llamando “hermanos” a los amigos sectarios, le hacen un flaco favor a la verdad. ¿Si le siguen llamando “hermano” cómo va a ver la diferencia entre su error religioso y la verdad del evangelio?

Por : Carlos Benavides

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