1 Corintios 9:14 Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.

A lo que deseo llamar su atención, es a la situación que se observa en algunos predicadores que colocan su mirada en el dinero, a los que ven el trabajo de anunciar la verdad como un simple puesto laboral y su corazón realmente no está convencido de que dicho oficio se hace, no por el dinero recibido sino por el amor a las almas de las personas.

Dios enseña que nuestra atención no está en lo material:

Lucas 16:13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciarà al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Cuando el predicador es motivado por el dinero, encontrará difícil servir a Dios de corazón, la motivación del predicador está en buscar el arrepentimiento genuino de las personas y el bautismo para el perdón de sus pecados.

Hechos 2:38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Es triste observar como una parte de estos predicadores hacen su trabajo solo para recibir su dinero, parte de ellos incluso, buscan el reconocimiento público por redes sociales para ganar adeptos, reconocimientos que los hagan subir más sus ingresos, posicionan ideas y conceptos propios, cuando el único objetivo de un predicador fiel en Dios es posicionar a Cristo en la mente de la humanidad.

Las personas deben buscar es a Cristo, su Reino.

Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Esto ha provocado un gran daño en muchas iglesias, se cumple lo que tenemos como ejemplo en el caso de corinto con Pablo.

1 Corintios 1:10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 1 Corintios 1:11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 1 Corintios 1:12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 1 Corintios 1:13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?

Lamento mucho la situación de iglesias donde sus predicadores salen a viajes, visitas otros lugares, se ocupan de asuntos externos, cuando su única ocupación es la obra donde es miembro, su única ocupación está en edificar donde Dios le ha puesto, a estas iglesias les ha faltado entender y madurar en esto y hacer frente a estos malos hábitos de predicadores VIP.

Aclaro, si la iglesia está de acuerdo en que su predicador o evangelista socorra a otra iglesia que está en dificultad, puede este hacerlo, pero cuando ellos salen y no les importa la opinión de los miembros, piense por un momento ¿Ama este predicador la obra donde es miembro? Dejan a la merced de otros o del enemigo estas iglesias, predican de organización y no la aplican, predican de nombrar ancianos y no estimulan la obra donde son miembros, predican sobre el amor por el hermano, pero con sus actos no lo demuestran.

2 Timoteo 3:2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 2 Timoteo 3:3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 2 Timoteo 3:4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,

Es la codicia la que los lleva a esto, es el deseo de convertirse en personalidades reconocidas que impulsan supuestamente sus ministerios por encima incluso de los mismos hermanos donde son miembros, es el amor por las cosas de este mundo que por las de Dios.

Dejo esta breve reflexión para mis hermanos que dedican parte de sus vidas a anunciar la verdad, evalúe su corazón y reconozca:

1 Corintios 10:12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga

 Por : Carlos Benavides