IGLESIA DE CRISTO

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ESTUDIOS BÍBLICOS

jueves, 28 de septiembre de 2023

RASGOS DEL CRISTIANO

RASGOS DEL CRISTIANO 


    “Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía” (Hechos 11:26).

    Muy apreciable lector: En esta ocasión tengo una pregunta para usted, ¿es usted cristiano? Creo que muchas personas contestarán afirmativamente a la pregunta. Algunos, incluso, lo afirmarán con un cierto dejo de molestia por la duda implícita en la pregunta. Sin embargo, es necesario poner bien en claro que el término “cristiano,” tiene un significado muy específico y que muchos que piensan ser cristianos, en realidad no lo son. En realidad hay muchos términos bíblicos, que han cambiado de significado con el paso de los años y el término cristiano es uno de ellos. En este artículo quiero puntualizar el significado, que el término tenía, en el tiempo de Cristo y los apóstoles, por medio de las Sagradas Escrituras. Al mismo tiempo quiero resaltar la importancia que puede tener el hecho de ser o no ser un cristiano.

    La palabra “cristiano” o “cristianos” aparece solamente tres veces en el Nuevo Testamento. Sin embargo es suficiente para que tengamos una idea bien clara de lo que el término significa y por lo tanto de lo que implica. Una de las ocasiones en que aparece el término es el texto citado arriba. Este texto nos señala que el término fue aplicado a los discípulos en Antioquía. Otro pasaje donde aparece este término es: “Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano” (Hechos 26:28). En esta ocasión nos damos cuenta que el término es usado en relación con la predicación del evangelio de Cristo. Es evidente que el esfuerzo de Pablo estaba encaminado a convertir a Agripa, y a todos los que le escuchaban, en un discípulo de Cristo, o “cristiano.” La tercera vez que ocurre el término es en la primera carta del apóstol Pedro: “pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?” (1 Pedro 4:16-17). Notamos en estos versículos que Pedro se consideraba a sí mismo cristiano, juntamente con aquellos a quienes dirigía su carta. Al mismo tiempo notamos que Pedro hace la distinción entre ellos y los que no obedecen al evangelio, lo cual implica que el cristiano es uno que obedece el evangelio de Cristo.

    Con todo lo anterior en mente, vamos a hacer algunas puntualizaciones con respecto a las implicaciones que con lleva la expresión, con el objeto de determinar si uno puede considerarse a sí mismo un cristiano o no.

    El Cristiano y El Maestro: Como ya notamos anteriormente, el término cristiano, fue aplicado a los discípulos en Antioquía. La palabra discípulo designaba a una persona que era aprendiz, alumno o seguidor de un maestro. En el caso que nos ocupa, un cristiano es un aprendiz, alumno o seguidor de Cristo. “Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos” (Mateo 23:8). La palabra “maestro” designa a uno que enseña, guía o tiene autoridad. En el caso de Jesucristo, como maestro, todas las acepciones de la palabra eran ciertas en él. Un discípulo de Cristo es uno que es enseñado, dirigido y gobernado por Él.

    En este punto debemos notar las distinciones que la palabra de Dios hace entre los discípulos de Cristo y los discípulos de otros maestros. “Y los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban; y vinieron, y le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan?” (Marcos 2:18). En este pasaje notamos que se hace distinción entre los discípulos de Juan, los discípulos de los fariseos y los discípulos de Cristo. En este momento podemos afirmar que los discípulos de Juan, no son los que fueron llamados cristianos en Antioquía, así como tampoco fueron los discípulos de los fariseos. Solamente a los discípulos de Cristo se les conoció como cristianos desde aquél día.

    El Cristiano y La Doctrina: Del punto anterior podemos llegar, también, a la conclusión que, si hay diferencia entre los discípulos, es porque hay diferencia entre las doctrinas o enseñanzas de los maestros. Los discípulos de los fariseos, en plural, eran todos los seguidores de maestros que enseñaban la misma doctrina, y que era una doctrina diferente a la doctrina enseñada por Juan. Cristo por su parte enseñaba una doctrina diferente a la doctrina enseñada por Juan y también a la doctrina de los fariseos. Los fariseos eran los maestros cuya cátedra era la ley de Moisés: “En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos” (Mateo 23:2). En realidad el maestro de los discípulos de los fariseos era Moisés: “Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos” (Juan 9:28).

    La doctrina que Juan enseñaba consistía en el bautismo de arrepentimiento y la promulgación de la inminente venida del Mesías: “Antes de su venida, predicó Juan el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel. Mas cuando Juan terminaba su carrera, dijo: ¿Quién pensáis que soy? No soy yo él; mas he aquí viene tras mí uno de quien no soy digno de desatar el calzado de los pies” (Hechos 13:24-25). Evidentemente era una doctrina diferente a la cátedra de Moisés, y no fue aceptada por los escribas y fariseos: “Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle” (Mateo 21:32). Por lo tanto la doctrina de Cristo debe ser diferente a la cátedra de Moisés y también a la doctrina enseñada por Juan. Quiero extenderme un poco más en este punto para hacer notar algunas diferencias entre las doctrinas que hemos venido mencionando hasta ahora. Ya que dichas doctrinas identifican a uno como discípulo de los fariseos, de Juan o de Cristo, dándole o quitándole el derecho de ser un cristiano.

    Consideremos algunas diferencias entre la cátedra de Moisés y la doctrina de Cristo. La cátedra de Moisés realmente se refiere a la doctrina del Antiguo Testamento o ley de Moisés. “Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (Juan 1:17). En éste versículo son puestas en contraste las doctrinas de Moisés y de Cristo, diferenciándolas una de la otra. La cátedra de Moisés es la ley, mientras que la doctrina de Cristo es la gracia y la verdad. La Biblia establece la superioridad de Cristo Jesús con respecto de Moisés: “Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús; el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo. Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios. Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir; pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza” (Hebreos 3:1-6). Con fundamento en la superioridad de los autores, también establece la superioridad del evangelio con respecto de la Ley: “El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?” (Hebreos 10:28-29). Aquí, el escritor de la carta a los Hebreos, hace la distinción de la ley de Moisés con respecto del pacto ratificado por el derramamiento de la sangre de Cristo. Un pacto consiste de obligaciones y beneficios. Las obligaciones constituyen los mandamientos y los beneficios son las promesas. Por lo tanto debemos entender que los mandamientos u obligaciones del pacto antiguo son diferentes a los mandamientos u obligaciones incluidas en el nuevo pacto. Asimismo las promesas o beneficios contenidos en el primer pacto son diferentes a las del nuevo. Por lo tanto un cristiano no está sujeto a las obligaciones establecidas bajo el primer pacto. Tampoco tiene su esperanza en las promesas ofrecidas en él. El objeto de su estudio y devoción no es el canon del Antiguo Testamento. Moisés no es su maestro, como líder o autoridad. “Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado” (2 Corintios 3:14). Someterse a los mandamientos del pacto antiguo es sinónimo de dejar de ser cristiano: “De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído” (Gálatas 5:4). Lo anterior es algo lógico puesto que si cambia uno de doctrina, significa que ha cambiado también de maestro. Esto nos dice que someterse a mandamientos como los diezmos, días de reposo, etc. En conformidad a la ley de Moisés, le quita a uno el derecho de considerarse un cristiano.

    Veamos ahora algunos pasajes de la Escritura con respecto a la diferencia entre la doctrina de Juan y la doctrina de Cristo y la actitud que debe tomarse al respecto para ser verdaderos cristianos. “Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan. Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios” (Hechos 18:24-26). Es verdaderamente importante hacer notar que Apolos no era un verdadero cristiano, aunque él, tal vez haya pensado que sí, o que otros lo hubieran considerado como tal. Apolos era realmente un discípulo de Juan y por eso fue necesario que Priscila y Aquila le instruyeran exactamente en la doctrina de Cristo. Ahora bien, en éste pasaje se refiere a la doctrina que Apolos predicaba, como “el bautismo de Juan,” lo anterior toma relevancia cuando notamos que en otra ocasión el apóstol Pablo se encontró con unos discípulos que habían sido bautizados con el bautismo de Juan: “Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús” (Hechos 19:1-5). De los dos pasajes anteriores aprendemos que el bautismo de Juan tenía la característica de ser para arrepentimiento. También aprendemos que el bautismo de Juan no era el bautismo que Cristo había ordenado. Otra cosa que aprendemos es que las personas que han sido bautizadas con un bautismo diferente, deben bautizarse con el bautismo de Cristo. A continuación vamos a ver algunas características del bautismo de Cristo. “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19). Cristo ordena específicamente bautizar en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. El bautismo de Cristo no es solo en el nombre de Jesús. Si alguien es bautizado solo en el nombre de Jesús, debe bautizarse como Cristo manda. “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38). El bautismo de Cristo es para perdón de los pecados. Realmente no sabemos muchos detalles de las características del bautismo de Juan, pero sabemos que la intención era la del arrepentimiento. El bautismo de Cristo por otro lado, tiene la intensión o propósito del perdón de pecados. Si una persona ha sido bautizada en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo pero con otro propósito diferente al perdón de pecados, debe bautizarse con el propósito correcto, como indica la Escritura. El bautismo de Cristo es por inmersión: “sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos” (Colosenses 2:12). En nuestros días hay personas que han sido bautizadas por derramamiento de agua sobre su cabeza, por lo cual necesitan bautizarse con el bautismo de Cristo para ser verdaderos cristianos.

    Así como las diferencias que hemos mencionado hasta aquí, con respecto a las diferentes doctrinas que encontramos en las Sagradas Escrituras, y que fue necesario corregir por aquellos primeros cristianos, en nuestros días podemos encontrar diferencias en las doctrinas practicadas por diferentes grupos religiosos y que es necesario corregir para que uno pueda ser un verdadero Cristiano. Notamos lo que Cristo les ordenó a sus apóstoles: “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:20). Si bien Cristo les mandó hacer discípulos bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, también les ordenó que les enseñaran a guardar todas las cosas que Él les había mandado. Antes de esto Jesús les había dicho a los judíos que habían creído en Él: “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos” (Juan 8:31). Un verdadero discípulo es el que guarda todos los mandamientos de Cristo. Así como en el tiempo de Cristo se distinguía a los discípulos de Cristo de los discípulos de otros maestros, por las diferencias en las doctrinas, en nuestros días debemos hacer diferencia entre la doctrina exacta de Cristo y otras doctrinas: “No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo” (Gálatas 1:7). Es evidente que el apóstol Pablo estaba hablando de modificaciones a la doctrina o evangelio de Cristo. A este respecto podemos decir que las modificaciones que se han hecho con respecto a la forma y propósito de la Cena del Señor, es una de esas perversiones que le quitan a uno el derecho de ser un cristiano. El mandamiento de Cristo es: “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre” (Mateo 26:26-29). Cristo instituyó un pan sin levadura para esta celebración, pero en nuestros días se usan panes o galleta desmenuzada en su lugar. Cristo instituyó una copa, pero en nuestros días se usan muchas copitas. Cristo instituyó fruto de la vid y en nuestros días se utiliza vino fermentado u otro elemento en su lugar. Sin embargo si uno quiere ser un verdadero cristiano, debe guardar lo que Cristo mandó.

    EL CRISTIANO Y LA IGLESIA: En nuestros días podemos darnos cuenta de la gran cantidad de personas que pertenecen a diferentes denominaciones y que se hacen llamar a sí mismos cristianos. Sin embargo por la palabra de Dios nos damos cuenta que los discípulos, que fueron llamados cristianos en Antioquía, pertenecían a una iglesia y esto porque ellos habían sido añadidos a ella por el Señor. Leemos en el libro de los Hechos de los Apóstoles: “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas” (Hechos 2:41). “Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47). La pregunta es: ¿a cuál iglesia fueron añadidos? La respuesta es, lógicamente, a la iglesia de Cristo: “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18). El apóstol Pablo hace referencia a las iglesias de Cristo: “Saludaos los unos a los otros con ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo” (Romanos 16:16). Y el apóstol no estaba refiriéndose a diferentes denominaciones, sino a congregaciones locales de la iglesia de Cristo. Hay una controversia con respecto a que la iglesia no salva y, que por lo tanto, no importa a qué iglesia pertenece una persona. Sin embargo, aunque es cierto que la iglesia no es la que salva a una persona, también es cierto que el Señor añade a su iglesia los que han de ser salvos, y podemos decir, con toda certeza, que no hay una sola persona que ha de ser salva que no pertenezca a la iglesia de Cristo.

    Conclusión: Estos que hemos mencionado son solo algunos rasgos característicos de un verdadero cristiano. Hay más rasgos que podríamos mencionar sin embargo, porque hay muchas personas que realmente tienen muchos de los rasgos que no hemos mencionado, pero que al carecer de estos que sí hemos mencionado, de nada les sirve, creí que era importante centrar la atención en éstos y enfatizarlos para que no suceda como dice Pablo: “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve” (1 Corintios 13:1-3).  Amén

 Por : Carlos Benavides 

EL INFIERNO ES REAL

 EL INFIERNO ES REAL 

Muchas personas hoy en día no creen en el infierno. Otras piensan que el infierno no es nada más que el sepulcro. Otros dicen que el infierno será figurativo, no un fuego literal o un lago de fuego. Pero necesitamos buscar en la Biblia la verdad.


Primero, debemos temer a Dios, porque él nos puede echar en el infierno. Jesús dice: «Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno» (Mateo 10:28). La destrucción del cuerpo tomará sólo un momento; sin embargo, la destrucción del alma va a continuar por toda la eternidad–sin terminar.


En otro pasaje, Jesús nos advierte: «Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno» (Mateo 5:29). Sería mejor perder uno o dos ojos que sufrir en las llamas del fuego para siempre. Sería mejor ver el cielo con un ojo que ver el infierno con dos.


Segundo, el infierno no es el sepulcro. Muchos predicadores están enseñando que el infierno es sólo el sepulcro. En otras palabras dicen que después de nuestra muerte, no hay nada más. Si esto fuera cierto, entonces podríamos participar en los deleites del mundo, porque mañana vamos a morir y nada más. Se puede vivir en cualquier forma porque, según ellos, no hay infierno. No vamos a ser castigados por nuestros pecados. Esta idea es nada más que un sueño del hombre.


¿Quiénes serán echados en el infierno?


1. Los malos van a tener parte en el lago de fuego

Apocalipsis 21:8 dice: «Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda». El infierno no tendrá compartimientos para cada clase de pecador. Los no creyentes estarán juntos con los homicidas y los fornicarios. Todos los pecadores van a sufrir juntos. Algunos dicen que no quieren tener nada que ver con la iglesia porque hay muchos hipócritas. Pero sería mejor tener parte de la iglesia donde hay algunos hipócritas que vivir con ellos por toda la eternidad.

2. La mayoría de la gente que ha vivido desde Adán estará en el infierno

Jesús declara: «Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva la vida, y pocos son los que la hallan» (Mateo 7:13,14).

3. Los falsos predicadores van a estar en el infierno

Apocalipsis 19:20 dice: «Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre». Muchos predicadores hoy en día no están predicando la Biblia, sino sus propias ideas. Muchos falsos predicadores van a freírse en las llamas del fuego. Por eso, los falsos predicadores deben gozar con el dinero que han ganado por predicar sus falsas doctrinas y por engañar a mucha gente. Por las falsas doctrinas de ellos muchas personas van a perder sus almas.

4. Las personas que no obedecen el evangelio irán al infierno

El apóstol Pablo dice: «Y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder» (2 Tesalonicenses 1:7-9). Jesús dejó las riquezas del cielo y vino a este mundo y sufrió y murió en la cruz del calvario para darnos la oportunidad de ser salvos. Si rechazamos el evangelio de Cristo, entonces no será posible escapar del lago de fuego (Hebreos 2:3,4). Muchas personas estarán perdidas porque no obedecen la palabra de Dios. Estarán en el infierno, no por homicidas, mentirosos o fornicarios, sino porque no quisieron obedecer el evangelio de Cristo.

5. Los cristianos que no usan sus oportunidades para ayudar a otros estarán en el infierno (Lea Mateo 25:41‑46)

Tenemos que apoyar las necesidades de los pobres. Toda la iglesia puede ayudar a los cristianos pobres. Individualmente, podemos ayudar a los pobres del mundo. El lago de fuego estará lleno de las personas que solo piensan de ellas mismas.


El Infierno es un lugar de sufrimiento


Las personas que van al infierno van a sufrir

La Biblia dice: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. . . . y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre» (Apocalipsis 20:10; 14:11).


El infierno será por 24 horas

Los que están en ese lugar nunca van a tener reposo, sino castigo constantemente. Ellos van a sufrir todos los días y todas las noches por la eternidad. Jesús profetiza: «Y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes» (Mateo 13:42). La gente estará llorando por su miseria. Estará crujiendo sus dientes por su pena. El sufrimiento de este lugar será más horrible de lo que podemos entender.


El infierno es para siempre. El fuego del infierno nunca será apagado

Juan el bautista dice: «Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará» (Mateo 3:12). Tres veces en Marcos 9:43-47, al describir el infierno, Jesús dice que el fuego «no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga». Cuando venga Jesús, él va a salvar a los justos en el cielo, pero los malos serán puestos en el infierno. Los malos en el infierno nunca van a morir. Van a continuar viviendo aunque tendrán los deseos de morir. Querrán morir, pero no podrán. Jesús dice: «E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna» (Mateo 25:46). Los justos van a vivir con Cristo por una eternidad de gozo. Los malos también van a vivir con Satanás por una eternidad de miseria. Algunos piensan que el cielo será por la eternidad, pero que no habrá castigo; no habrá un infierno. Sin embargo, Jesús usó la misma palabra (griego-aionios) para describir los dos lugares. «E irán éstos al castigo eterno [aionios] y los justos a la vida eterna [aionios]» (Mateo 25:46).

Si los justos vivirán para siempre en el cielo, entonces los injustos vivirán para siempre en el infierno.


Conclusión :

Si el infierno no es real, la Biblia no es real. Según la Biblia, el infierno será por toda la eternidad, pero no hay que ir a este lugar.

Dios no quiere que nadie vaya al infierno. Por esta razón, Jesús murió por nosotros. Dice Romanos 5:8,9: «Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira».

Jesús nos da la oportunidad para escapar la ira de Dios. El derramó su sangre para que tengamos la salvación. Dios hizo su parte, y ahora tenemos que hacer la nuestra. Si usted no es cristiano, debe creer en el evangelio (Marcos 16:15,16), Arrepentirse de sus pecados (Hechos 17:30), Confesar su fe en Cristo (Romanos 10:9,10) y Bautizarse para perdón de pecados (Hechos 2:38).

Si usted es cristiano pero ha abandonado a Jesús, debe reconciliarse por medio del arrepentimiento y confesión de los pecados a Dios.

Si vamos al infierno, será nuestra decisión, no porque Dios nos ha forzado. La Biblia dice que Dios no quiere que «ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento» (2 Pedro 3:9).

 Por :  Carlos Benavides 

martes, 26 de septiembre de 2023

LA BUENA BATALLA DE LA FE

 LA BUENA BATALLA DE  LA FE 


Texto clave: “Amados, por el gran empeño que tenía en escribiros acerca de nuestra común salvación, he sentido la necesidad de escribiros exhortándoos a contender ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos.” San Judas 1:3.

La batalla es el enfrentamiento, lucha o conflicto que podemos tener entre personas o el mismo pensamiento para imponer al oponente o el pensamiento que nos asedia. En este caso se refiere a nuestra común salvación, debemos animar a los hermanos a contender ardientemente, referente a nuestra fe en el Señor Jesús, ella muchas veces puede ser extraviada, cuando no estamos contentos con lo que tenemos o ponemos más la fe en el dinero y el materialismo, que en el Señor, la biblia dice: “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo”,  1Timoteo 6:6-14.

La batalla de la fe se puede perder por la injusticias, la ira, la falta de amor y de piedad o cuando tienes un montón de problemas que sientes que no tienes salida, la fe en el Señor te puede dar la salida, como paso con el pueblo de Israel cuando salió de Egipto, la Biblia dice: Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados. Hebreos 11:29.

Esta batalla no consiste en las discusiones, la biblia dice:

“Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes. 15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 16 Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad.” 2 Timoteo 2:14-16.

“Pero rechaza los razonamientos necios e ignorantes, sabiendo que producen altercados.” 2 Timoteo 2:23.

“no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.” Tito 1:14.

“Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho.” Tito 3:9.

“El SEÑOR peleará por vosotros mientras vosotros os quedáis callados.” Éxodo 14:14.

En la vida cristiana lo más importante es la fe, ella solo se encuentra en nuestro gran Dios y salvador Jesús, la biblia dice: “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Hebreos 12:1-2.

Esta nube de testigos consiguieron todo por su fe firme en el Señor, la biblia dice: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. 3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella. 5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. 6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. 7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.

8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. 9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. 11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. 12 Por lo cual también, de uno, y ese ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.

13 Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. 14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; 15 pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. 16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.

17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, 18 habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; 19 pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir. 20 Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras. 21 Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón. 22 Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamiento acerca de sus huesos.

23 Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey. 24 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, 25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, 26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. 27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible. 28 Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos.

29 Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados. 30 Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días. 31 Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.

32 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.” Hebreos 11:1-34.

Cuando vemos o sentimos que no se puede, tu batalla es decirle a tu mente que si se puede ganar. El apóstol Pablo dijo: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida”.  2Timoteo 4:7-8.

La buena batalla de la fe tendrá su recompensa en el cielo; así que hermano sigue adelante, pelea la buena batalla, sigue creyendo que con la fe en el Señor Jesús nada te podrá detener en tus proyectos de vida eterna.

 Por : Carlos Benavides 

domingo, 24 de septiembre de 2023

EL “NOMBRE ” DE DIOS

 EL “NOMBRE ” DE DIOS 


Mateo 6:9-13 Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre, venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. [Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén.]


I. La palabra “nombre” se usa en formas figurativas.


Strongs: Hebreo “Shem” = nombre, reputación, gloria, el Nombre (como designación de Dios), memorial o monumento.


Griego “Onoma” = nombre, el nombre se usa para todas las cosas que el nombre encierre, todo lo que el pensamiento o sentimiento del cual se despierta en la mente … la causa o razón nombrado, por causa de …”


A. Ejemplos bíblicos


1. “En el nombre de” = “por la autoridad de”


Hechos 2:38 Pedro les dijo: –Arrepentíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo–.

a. Algunos dicen que esto es la formula que debemos recitar sobre la persona que estamos bautizando… Esto haría conflicto con otros versículos que no dicen exactamente lo mismo, como:

Hechos 19:5 “Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.”

b. Por la autoridad del Señor

Hechos 4:7-12 “Y poniéndolos en medio, les interrogaron: -¿Con qué poder, o en qué nombre habéis hecho vosotros esto? Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: -Gobernantes del pueblo y ancianos: Si hoy somos investigados acerca del bien hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste ha sido sanado, sea conocido a todos vosotros y a todo el pueblo de Israel, que ha sido en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos. Por Jesús este hombre está de pie sano en vuestra presencia. El es la piedra rechazada por vosotros los edificadores, la cual ha llegado a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”

2. Hágase todo en el nombre del Señor.

Colosenses 3:17 Y todo lo que hagáis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

3. Glorifique a Dios en este nombre.

1 Pedro 4:16 Pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence; más bien, glorifique a Dios en este nombre.

Hechos 11:26 Y sucedió que se reunieron todo un año con la iglesia y enseñaron a mucha gente. Y los discípulos fueron llamados cristianos por primera vez en Antioquía.

a. ¿Cómo se llaman los seguidores de Cristo? Cristianos. Es un nombre, pero no el nombre exclusivo. También se llaman discípulos, santos, hermanos, hijos de Dios, etc.

b. ¿Cómo se llama la iglesia que Cristo edificó? La iglesia de Cristo. Pero no es el nombre exclusivo. También se llama la iglesia del primogénito, iglesia de Dios, cuerpo de Cristo, la iglesia, etc.

c. Este es un punto importante, ¿cuál es mi nombre? Mi nombre es Carlos. No es Roberto, Juan ni José. Es Carlos.

B. El nombre a menudo significó o expresó una característica de la persona, un hecho de su vida, o un deseo que tenían los padres por su hijo.

1. Dios cambio el nombre de Abram a Abraham, que significa “Padre de una multitud”.

Génesis 17:5 Ya no se llamará más tu nombre Abram; tu nombre será Abraham, pues te he constituido en padre de una multitud de naciones.

2. Muchas veces los nombres expresaron algo de su carácter.

II. Ahora veamos algunos “nombres” aplicados a Dios.

A. “El” = “Dios”. Se encuentra con otras palabras formando “nombres” compuestos, como:

1. El Elyon = Dios Altísimo

2. El Shadai = Dios Todo Poderoso

B. El “Tetragrámaton” (Cuatro letras en hebreo, YHWH, traducido “Jehová” o “Yahvé” = “Yo Soy”. Algunas veces llamado “El Nombre”. También fue compuesto con otras palabras para “nombres” de Dios.

1. Por la mucha reverencia al nombre, no fue pronunciado por los Judíos, resultando en la perdida de la pronunciación correcta.

2. De los Talmudistas se dice, “Además de esto, el copista debe sentarse con vestimenta judía completa, lavar su cuerpo entero, no comenzar a escribir el nombre de Dios con una pluma que acaba de untarse en tinta…” (“Evidencia que exige un veredicto”, p. 56, por Josh McDowell).

3. En lugar de pronunciar el Tetragrámaton, los Judíos sustituyeron el nombre “Adonai” que equivale al nombre “Señor”.

C. Como los seguidores de Cristo, y la iglesia no tienen “nombre propio”, tampoco tiene Dios un nombre propio. Escuchen a algunos de los cristianos del segundo siglo:

Aristides, 123 d.C. –Dios no tiene nombre, porque todo que tiene nombre es relacionado a cosas creadas–.

Justino Mártir, 160 d.C. –El tiene muchas virtudes que son distintas a un Dios, quien es llamado por ningún nombre propio–.

Sigue diciendo, – Al Padre de todos, quien no es engendrado, no hay nombre dado … Estas palabras –Padre, Dios, Creador, Señor y Amo– no son nombres. Más bien son títulos derivados de Sus buenas obras y funciones–.

Sigue diciendo, –Dios no puede ser llamado por ningún nombre propio. Porque nombres se dan para distinguir varias materias, porque estos asuntos son muchos y diversos. Sin embargo, nadie existía antes de Dios, ¿quién podría darle el nombre? Ni pensaba para si mismo que sería correcto darse un nombre. Porque El es Uno y Único … En cuanto a esto, El dijo a Moisés, “Yo Soy el Ser”. Por este participio “ser” El enseñó la diferencia entre el Dios que ES y los dioses que no son–.

D. Los términos le describen.

III. Respuestas a los errores de los “Testigos”

A. Ellos insisten en el uso de “Jehová” o “Yahvé” para traducir el Tetragrámaton, aunque admiten que nadie sabe como pronunciarlo. (El Nombre, p. 7)

B. Dicen que el evitar del uso de la traducción es despreciar el nombre de Dios, o tratarlo “con falta de respeto”. (El Nombre p. 27)

Salmo 74:10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentara el angustiador? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre?

Salmo 74:6-8 Ahora, con hachas y barras han destruido todas tus entalladuras. Han prendido fuego a tu santuario; han profanado el tabernáculo de tu nombre, echándolo a tierra. Dijeron en su corazón: “¡Destruyámoslos de una vez!” Han quemado todos los lugares de culto a Dios en el país.

Malaquías 1:6-7 “El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Y si yo soy Padre, ¿dónde está mi honra? Y si yo soy Señor, ¿dónde está mi reverencia, oh sacerdotes que menospreciáis mi nombre?, os ha dicho Jehovah de los Ejércitos. Vosotros decís: ’¿En qué hemos menospreciado tu nombre?’ En que ofrecéis sobre mi altar pan indigno. Pero diréis: ’¿Cómo es que lo hemos hecho indigno?’ Pensando que la mesa de Jehovah es despreciable.

C. Dicen que Cristo usó el nombre de Dios en sus oraciones. (El Nombre, p. 5)

Juan 17:6 “He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste. Tuyos eran, y me los diste; y han guardado tu palabra.”

Juan 17:26 “Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo daré a conocer todavía, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos.”

1. Por la evidencia que tenemos, parece que Cristo nunca pronunció el Tetragrámaton.

2. En la hora más difícil de Cristo, no llamó Dios por el Tetragrámaton.

Mateo 27:46 “Como a la hora novena Jesús exclamó a gran voz diciendo: –¡Elí, Elí! ¿Lama sabactani?– que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?–

3. Dios aceptó el nombre “El” porque dijo:

a. En cuanto a su pueblo.

2 Crónicas 7:14 “si se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, si oran y buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.”

1 Samuel 9:16 “Mañana a esta misma hora te enviaré un hombre de la tierra de Benjamín. A éste ungirás como soberano de mi pueblo Israel. El librará a mi pueblo de mano de los filisteos, porque yo he visto la aflicción de mi pueblo, y su clamor ha llegado hasta mí.”

b. En cuanto al nombre de su Hijo.

Mateo 1:23 He aquí, la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarán su nombre Emanuel, que traducido quiere decir: Dios con nosotros.

D. Dicen que es necesario usar el “nombre” de Dios para ser salvos (El Nombre, p. 28).

1. ¿Debe esto aplicarse al Padre o al Hijo?

Romanos 10:9-17 “que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y si crees en tu corazón que Dios le levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se hace confesión para salvación. Porque la Escritura dice: Todo aquel que cree en él no será avergonzado. Porque no hay distinción entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos es rico para con todos los que le invocan. Porque todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán a aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán sin que sean enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de las cosas buenas! Pero no todos obedecieron el evangelio, porque Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro mensaje? Por esto, la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Cristo.

2. Ananías lo aplicó a Jesucristo.

Hechos 9:13-17 Entonces Ananías respondió: -Señor, he oído a muchos hablar acerca de este hombre, y de cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén. Aun aquí tiene autoridad de parte de los principales sacerdotes para tomar presos a todos los que invocan tu nombre. Y le dijo el Señor: -Vé, porque este hombre me es un instrumento escogido para llevar mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel. Porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. Entonces Ananías fue y entró en la casa; le puso las manos encima y dijo: -Saulo, hermano, el Señor Jesús, que te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recuperes la vista y seas lleno del Espíritu Santo.-


3. Pablo dijo que “invocamos su nombre para ser salvo” cuando obedecemos el evangelio, y en particular en el paso del bautismo.

Hechos 22:16 “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre”.


4. Además Pedro dijo que solamente hay salvación en “el nombre de Jesucristo”.

Hechos 4:10-12 sea conocido a todos vosotros y a todo el pueblo de Israel, que ha sido en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos. Por Jesús este hombre está de pie sano en vuestra presencia. El es la piedra rechazada por vosotros los edificadores, la cual ha llegado a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.


E. ¿Cuál fue el nombre que Cristo “dio a conocer”? (Juan 17:26)


1. No fue “El” desde Abraham fue conocido.


2. No fue el Tetragrámaton, fue conocido, por lo menos desde Moisés. Cristo no lo pronunció.


3. No fue “Adonai” fue muy común.


4. ¿Qué fue?


a. “Padre”


Juan 17:5-6 “Ahora pues, Padre, glorifícame tú en tu misma presencia, con la gloria que yo tenía en tu presencia antes que existiera el mundo. He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste. Tuyos eran, y me los diste; y han guardado tu palabra”.


Juan 17:25-26 “Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo daré a conocer todavía, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos”.  

Mateo 6:9 “Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre”.


b. ¿Cómo le llama a su papá? Por su nombre o por “Papá”?


c. ¿Cuál muestra más reverencia?


5. ¡Qué triste cuando algunos estudian tanto acerca del “nombre” de Dios, y nunca llegan a conocerle a Dios, el Padre!


 Por : Carlos Benavides

viernes, 22 de septiembre de 2023

LAVAMIENTO DE LOS PIES

 LAVAMIENTO DE LOS PIES                                                          Jn. 13:1-20


          Cronológicamente este texto cabe después de Luc. 22:24-30, texto que presenta la disputa de los apóstoles acerca de quién sería el mayor en el reino. Creían que muy pronto Jesús iba a establecer un reino terrenal y ellos querían ser oficiales elevados. Por lo tanto, Jesús lavó los pies de los apóstoles para corregir sus conceptos falsos. Mat. 20:25-28 es una aclaración muy buena del asunto.

          El lavamiento de los pies del huésped era un acto común de servicio y de hospitalidad (Gén. 18:4; 19:2; 43:24; Jueces 19:21; Luc. 7:44-46), porque la gente acostumbraba viajar a pie llevando solamente sandalias. Comúnmente era el trabajo de los siervos (véase 1 Sam. 25:41).h

          Jesús no inventó el acto de lavar los pies de otros; la práctica ya existía. Se practicaba diariamente como acto de cortesía y de hospitalidad en países orientales. Era, pues, un acto completamente normal y natural entre ellos (como el besar para saludar y el uso del velo en la mujer para indicar la sumisión). Pero los países occidentales no practican el lavamiento de pies como acto de hospitalidad, y si se ofreciera este servicio al huésped, éste se sentiría incómodo y avergonzado.

          Ver. 7, "Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después". Los apóstoles todavía disputaban entre sí acerca de quién sería el mayor, pero después entenderían la necesidad de humillarse y de no buscar señorío. El Espíritu Santo reveló este tema con toda amplitud a los apóstoles como se puede ver en las epístolas. También se puede ver en Hechos y en las epístolas que ellos sí lo entendían después, porque enseñaban y practicaban la verdad sobre la humildad y nunca volvieron a discutir cuál de ellos sería el mayor.

          Ver. 8, "Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo"; es decir, si no aceptaba a Jesús como un siervo humilde, no podría ser un verdadero discípulo de El (no tendría comunión con El). La actitud de humildad llevó a Jesús a una muerte vergonzosa (Fil. 2:8).

          Ver. 14, "Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis"; es decir, en lugar de buscar señorío, deberían buscar la manera de servir el uno al otro como si fueran esclavos (recuérdese que el servicio de lavar los pies era trabajo de los esclavos).

          El pronombre vosotros no se refiere a nosotros sino a los apóstoles. (Compárese Mat. 10:19, 20; Hech. 1:5, 8, palabras dirigidas no a nosotros sino a los apóstoles). Jesús estuvo curando una enfermedad espiritual en sus apóstoles, porque fueron llevados por su orgullo y egoísmo para buscar señorío el uno sobre el otro. Por eso, ese ejemplo era muy necesario para ellos.

          Jesús no introdujo este acto en la iglesia como rito o ceremonia, como acto de culto (p. ej., como la cena del Señor) como algunos suponen. Esa misma noche el Señor instituyó la cena del Señor, pero dijo claramente (Luc. 22:29, 30), "Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino"; por eso, la cena del Señor era una parte integral del culto de la iglesia como lo muestran claramente Hech. 2:42; 20:7; 1 Cor. 10:16; 11:23-27.

          Pero la práctica de lavar los pies como ceremonia de la iglesia comenzó en el siglo cuatro cuando la iglesia ya se había apartado del patrón bíblico en muchas cosas. No hay texto alguno que hable del lavamiento de los pies en alguna iglesia. Podría practicarse hoy en día bajo las mismas circunstancias, pero no como una ceremonia de la iglesia. Tiene que ser un verdadero acto de servicio para imitar lo que Jesús hizo.

 

Conclusión:

          Los que practican el lavamiento de los pies -- creyendo que es un mandamiento para nosotros, pero sin tomar en cuenta que era un acto de servicio -- destruyen el significado y la eficacia de este ejemplo de Jesús. Al convertir este acto en rito o ceremonia no hacen lo que Jesús hizo. Lo que El hizo fue un verdadero servicio porque los que caminaban con sandalias (como lo hacían los apóstoles) necesitaban este servicio; era una práctica común y agradable para el huésped. No era un rito hueco y sin significado.

          No imitamos el ejemplo de Jesús si lavamos los pies a alguien que lleve zapatos y camine en calle pavimentada, sino cuando servimos al hermano de acuerdo con Mat. 25:35, 36. Este texto habla del verdadero servicio, al igual a lo que El hizo cuando lavó los pies de los apóstoles.

          El les dejó, pues, un ejemplo de humildad y de practicar la verdadera hospitalidad, pero no nos ha dejado una ceremonia o un acto que practicar que no tiene significado en la cultura nuestra.

          La práctica de besar para saludar fue mandada también; para ser consecuente los que requieren el lavamiento de pies deben exigir que la gente se salude con beso. Lo importante es que nos saludemos con toda sinceridad y amor, pero en muchos países el beso no es la práctica o la costumbre que expresa estas virtudes. La Biblia no impone las costumbres de ciertos pueblos sobre toda la iglesia universal.


          En 1 Tim. 5:20 es muy obvio que el lavamiento de los pies de los santos está en el contexto de otros actos de servicio: "buenas obras... hospitalidad... lavado los pies de los santos... socorrido a los afligidos... practicado toda buena obra". ¡Esto es servicio! No es rito o ceremonia.

          Los que insisten en que se practique el lavamiento de los pies como una ceremonia de la iglesia dicen que "Cristo no enseña costumbres ni tradiciones sino doctrina". Al decir esto quieren decir que Jn. 13:5 no es una costumbre sino doctrina, pero la doctrina no es el lavamiento de los pies, sino la humildad y la hospitalidad, y esta doctrina es para toda la iglesia de todo país y hasta el fin del mundo. El lavar los pies, el saludar con beso, el usar el velo, el imponer manos, etc. eran costumbres que no se impusieron como ley sobre la iglesia.

 Por : Carlos Benavides 

 

jueves, 21 de septiembre de 2023

CONFRONTANDO LOS VIENTOS DEL CAMBIO

CONFRONTANDO LOS VIENTOS DEL CAMBIO 

En Hebreos 8:5 Moisés fue instruido para hacer todas las cosas según el patrón. Hoy muchos ridículan la idea de un patrón para el trabajo del pueblo de Dios. Algunos negar la existencia de un patrón, o pedir que se hagan cambios en el patrón. Debemos enfrentarnos a aquellos que piden el cambio y no permitirles movernos del patrón.

Cuando alguien habla del patrón del Nuevo Testamento, se están refiriendo a un concepto de un patrón que incluye una creencia y reconocimiento de que las Escrituras están divinamente inspiradas y que se aplican a todas las generaciones. Tienen toda autoridad. Si uno rechaza esta creencia básica, entonces están diciendo que la Palabra de Dios es irrelevante y el hombre se deja a la deriva.

El concepto de un patrón del Nuevo Testamento incluye la idea de que las escrituras proporcionan las directrices para conocer la voluntad de Dios y cómo llevar a cabo esa voluntad en la vida cotidiana y la adoración. Estas directrices nos dicen los límites para lo que es aceptable y lo que no es. Da los requisitos específicos de lo que hay que hacer y una idea de cómo se deben hacer estas cosas para agradar a Dios. Cuando se puede identificar y seguir un patrón no hay necesidad de conjuras y errores.

Los patrones son valiosos en casi todos los aspectos de la vida. Una dama en hacer un vestido seguirá un patrón. Un niño que aprende a escribir el alfabeto encontrará un patrón muy útil. Jesús dejó un patrón que los cristianos podían seguir en sus pasos, I Pedro 2:21. . Los patrones son muy útiles. Lo que se quiere y decide una parte puede ser llevado a cabo por todos. Este es el propósito de un patrón.

En el Antiguo Testamento, hay algunos versos que enseñan explícitamente el concepto de un patrón. El Señor comenzó la idea de un patrón con Abel. El Señor especificaba claramente los sacrificios animales y no la vegetación. Así comenzó el patrón de ofrendas de animales y sangre y fue continuado por Noé, Abraham, Isaac y Jacob. Las ofertas con sangre fueron esenciales en el pacto de Dios con Israel. Dios le dio a Noé instrucciones específicas sobre cómo construir el arca. A Moisés en la construcción del tabernáculo se le dieron instrucciones por Dios. Dios le dio a Josué instrucciones exactas sobre cómo tomar la ciudad de Jericó. También le dio a David un plan para el Templo. Todos estos ejemplos nos muestran que Dios no estaba contento con simplemente pedir que estos hombres hagan algo cierto. No iba a depender de la exactitud o inexactitud de su conocimiento. Les dijo exactamente qué se había hecho y cómo se había hecho. Dios siempre ha dado un patrón para que su pueblo imite. Si estos hombres hubieran hecho más o menos que Dios había establecido, o si hubieran sido de alguna manera alterados o sustituidos en el plan que se presentarían bajo la condena implícita en la advertencia de Hebreos 8:5.

En 2Timoteo 1:13 Pablo dice que se mantiene en la forma de palabras de sonido que has oído de mí, en la fe y el amor que está en Cristo Jesús. . Pablo está dando a Timoteo un patrón o imagen, o un boceto o diagrama establecido en palabras que pueden ser descritas como sonido o válido. Timoteo debía aferrarse y seguir el patrón. Pablo continúa en el siguiente versículo II Timoteo 1:14 para decir: "Esa cosa buena que se le ha comprometido es la guarda por el Espíritu Santo que mora en nosotros.

En I Timoteo 3:14,15 Pablo al dirigirse a Timoteo dice: "Estas cosas les escribo que espero venir a ti en breve, pero si me quedo tiempo para que sepas cómo debes debes comportarte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, el pilar y el terreno de la verdad. . Pablo estaba diciendo a Timoteo que estoy sentando en forma escrita instrucciones para decirle a los dioses cómo comportarse cuando se reúnen juntos.

Debido a que las escrituras son la palabra inspirada y eterna de Dios, nuestro objetivo debe ser seguir la Biblia lo más estrechamente posible. Las instrucciones o patrones que se dan no deben ser considerados como anticuados o irrelevantes, a pesar de que pueden ser impopulares entre la forma de pensar del mundo. No deben ser cambiados ni abandonados por formas más coherentes con una sociedad moderna y secular.

Debemos ser cristianos de la Biblia, no cristianos culturales. Algunos han permitido que la cultura del tiempo se balancee y determine cómo se interpretará la Palabra. Muchos han visto cómo el mundo hace las cosas y como Israel de la antigüedad tienen el deseo de ser como las naciones que les rodean. La gente del libro debe mantener sus ojos en la palabra con su dirección y patrón y honor inspirados y seguirlo a sus detalles precisos. La cultura ciertamente tiene una forma de influirnos y tenemos que tener mucho cuidado de que no nos aleja del patrón. Como cristianos nuestro objetivo debe ser la santidad y eso significa que debemos desear identificar y seguir los patrones del Nuevo Testamento.

Es todavía la voluntad de Dios que buscaremos saber y hacer y probamos nuestro amor por él cuando sigamos sus mandamientos (Juan 14:23) Jesús respondió y le dijo: Si un hombre me ama, él guardará mis palabras y vendrámos a él, y haremos nuestra morada con él.

Los patrones y las enseñanzas que se encuentran en el Nuevo Testamento son esenciales para identificar y separar la Iglesia de Cristo de los grupos religiosos falsos. Una de las cosas que debemos preocuparnos es nuestra adoración y es que hay un patrón que debemos seguir.

Es fácil decir que lo que haces en la adoración no es importante, siempre y cuando adoras. Esta es sin duda la actitud de la mayoría de la gente porque el hombre hace todo y todo y lo llama adoración. Jesús enseña que lo que uno hace en la adoración es importante y si uno ofrece adoración que es de origen humano no vale nada. Mateo 15:9 Pero en vano me adoran, enseñando para las doctrinas los mandamientos de los hombres.

Si la adoración es tan importante para nuestro bienestar espiritual, ¿se olvidaría Dios de dejarnos instrucciones sobre su propia observación hoy, cuando era tan específico al respecto en las dos dispensaciones anteriores? Dios no nos ha dejado sin un patrón sobre la adoración.

Tenemos un patrón para nuestro canto Efe. 5:19 y Col 3:16. Debemos cantar sin el uso de un instrumento. Nuestra objeción a los instrumentos en el culto no es por un deseo solo de ser diferente. Es porque en las iglesias dirigidas por hombres que estaban llenos del espíritu, no se usaron instrumentos en el culto. No hay nada que autorice su uso.

Tenemos un patrón para observar la Cena del Señor. Hay que ser observado todos los primeros días de la semana porque tenemos un ejemplo de un patrón Hech 20:7. También se nos da un patrón de cómo debemos observarlo. En los ejemplos que se encuentran en Mateo, Marcos, Lucas y yo Corintios, vemos que el Señor usaba una Copa que contenía fruto de la vid y un pan de pan sin levadura. Este es el patrón que debe seguirse.

También tenemos un patrón sobre la enseñanza. Observamos que la enseñanza hecha en la Biblia siempre se hizo en una asamblea no revelada. Tenemos ejemplos de O. T. así como un ejemplo de N. T. en ICorintios 14. . También se nos dice en este capítulo que la enseñanza debe ser hecha por los hombres porque las mujeres deben ser silenciosas en las asambleas de la iglesia.

También tenemos un patrón para la contribución ICorintios 16:1-2. . Estos versículos nos dicen cuándo, quién, qué, cuánto y por qué. No hay ninguna orden dada para hacerlo en ningún día excepto el Día del Señor o para hacerlo de ninguna otra manera.

También tenemos un ejemplo de discípulos que continúan en la oración, Hechos 2:42. La oración es una manada de Dios y es una parte importante de la vida del cristiano. Debería ser parte de nuestra adoración.

Lo que algunos quieren pasar como adoración hoy no es más que entretenimiento diseñado para atraer a los sentidos de los hombres, que tienen más interés en satisfacer sus propios apetitos que en adorar a Dios. Las Denominaciones abundan con todo tipo de entretenimiento, clubes y organizaciones. Como Iglesia de Cristo no podemos ser influenciados para usar actividades no criptoriales en un intento de construir una congregación.

Desde el principio del tiempo, Dios planeó que los hombres fueran cuidadores de patrones, pero desde el principio los rechazadores de patrones comenzaron a aparecer. El orgullo del hombre una y otra vez lo ha llevado a despertar las direcciones de los cielos y a rechazar el patrón que se ha dado.

Hay algunos problemas que se enfrentan nuestra fraternidad y con suerte y oración la palabra de Dios prevalecerá. En tiempos pasados hemos tenido padres, abuelos, bisabuelos y otros más allá que se han mantenido firmes y se han enfrentado a los desafíos de las innovaciones y el cambio en la Iglesia del Señor. Fueron expulsados de sus edificios de la iglesia y ridiculizados por hombres que pidieron una desviación del patrón del Nuevo Testamento. Sus tactacos, sus dificultades, su dolor y sus lágrimas no deben ser en vano. For we today must be prepared to face the challenges of change and innovation that lie ahead. Y aunque los vientos del cambio pueden venir, no podemos ser soplados de nuestro curso. Debemos enfrentarnos a los vientos del cambio e insistir en que todas las cosas se hagan según el patrón.

 Por :  Carlos Benavides 

EL LIBRO DE LA VIDA EL LIBRO DE LA VIDA DEL CORDERO

EL LIBRO DE LA VIDA EL LIBRO DE LA VIDA  DEL CORDERO

En el sermón de hoy quiero hablar de un acontecimiento que está ocurriendo en el cielo en estos precisos momentos. ¿Sabían que allá arriba se está llevando a cabo un registro donde figura el nombre de personas de que habitan aquí en la tierra? Esto lo podemos comprobar con las Escrituras ya que hay evidencia de esto en ambos Testamentos.


I. LA BIBLIA MENCIONA QUE EXISTE UN REGISTRO CON EL NOMBRE DE PERSONAS

Pero la verdad es que este suceso no es algo nuevo, ya que es algo que viene ocurriendo desde antaño. La primer mención acerca de este registro la encontramos en el Antiguo Testamento, más específicamente en el libro de Éxodo. En este libro encontramos un dialogo entre Moisés y Dios cuando el pueblo de Israel cayó en el pecado de idolatría. Le invito a leer Éxodo 32:31-33 “31 Entonces volvió Moisés al Señor, y dijo: Te ruego, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro, 32 que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito. 33 Y el Señor respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro.” Claramente aquí podemos ver que Moisés hace mención de un libro en el cual estaba anotado su nombre y por la respuesta de Dios también se deduce que también estaban anotados los nombres de otras personas.

En el Nuevo Testamento igual podemos ver esto. En este caso el que hizo alusión a este evento, de un registro en el cielo, fue el Señor Jesús y se lo revelo a sus discípulos: Lucas 10:17-20 “17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. 18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. 20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.”

Otro pasaje que podemos la existencia de un registro en el cielo lo podemos ver en Hebreos 12:23 “A la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos”

A través de estos textos entonces podemos comprobar que efectivamente existe un registro con el nombre de personas allá en los cielos.


II. ¿QUE NOMBRE SE LE DA A ESTE REGISTRO?

Veamos ahora que nombre se le da a este registro. Le invito a leer Filipenses 4:3 “Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.” El apóstol Pablo llama aquí a ese registro “el libro de la vida”.


III. ¿FIGURAN EN EL LIBRO DE LA VIDA EL NOMBRE DE TODOS LOS HABITANTES DE LA TIERRA?

La respuesta a este punto la encontramos en Apocalipsis 13:8 “Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.” Podemos observar dos cosas: 1º que en este libro no figuran el nombre de todos los habitantes de la tierra y 2º el apóstol Juan al libro de la vida lo llama “el libro de la vida del Cordero”

Por los pasajes que hemos visto se puede deducir que en el libro de la vida del cordero solo están registrados los nombres de personas que fueron creyentes fieles antes de Cristo. Y después de Cristo figuran los nombres de cristianos fieles.


IV. LA IMPORTANCIA DE QUE SU NOMBRE FIGURE EN EL LIBRO DE LA VIDA.

Para ver este punto vamos a leer un texto que se encuentra en el libro de Apocalipsis. Aquí les pido que presten atención a lo que vamos a leer ya que este versículo revela quienes entraran al cielo y cuál es el requisito para ello, algo por demás importante. Le invito a leer Apocalipsis 21:27 dice lo siguiente: “No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.” Según este texto solo va a entrar al cielo aquel cuyo nombre figure en el libro de la vida del Cordero. No basta con que crea en Dios, en el Señor Jesucristo o que sea una buena persona, si su nombre no figura en el libro de la vida jamás podrá entrar al cielo. Este es un requisito excluyente para toda persona. Indefectiblemente su nombre tiene que figurar en el libro de la vida del Cordero para entrar al cielo.


V. ¿QUE PASA SI SU NOMBRE NO FIGURA EN EL LIBRO DE LA VIDA DEL CORDERO?

La respuesta a este punto lo encontramos en Apocalipsis 20:15 “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.” Ese es uno de los versículos más tristes de las Escrituras porque revela que sucederá con aquellos cuyo nombre no estén escritos en el libro de la vida del Cordero, van a ser “lanzados al lago de fuego”.

El lago de fuego es el infierno mismo, un lugar que está destinado para Satanás, sus ángeles y lo peor de la humanidad. El lago de fuego es un horrendo lugar que le espera a todos aquellos que en vida rehusaron arrepentirse de sus pecados y obedecer al Señor Jesucristo. Si su nombre no figura en el libro de la vida del Cordero ahora sabe qué fin le espera.


VI. ¿QUE HACER PARA QUE SU NOMBRE FIGURE EN EL LIBRO DE LA VIDA?

Mucha gente tiene el mal concepto de que para entrar al cielo no deben hacer nada, solo basta con que crean en Dios y en el Señor Jesucristo y listo. Pero esto no es así, para poder entrar al cielo es necesario nacer de nuevo. Veamos parte de un dialogo que mantuvo Nicodemo y el Señor Jesús. Le invito a leer Juan 3:5 “Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” Según este versículo para poder entrar al reino de Dios los requisitos son dos, nacer del agua y nacer del Espíritu. Nacer del agua se refiere al bautismo en agua y nacer del Espíritu se refiere a la conversión del pecador.

Así como el nombre de un bebe se inscribe en un Registro público luego de nacer, lo mismo sucede en el ámbito espiritual. El nombre de la persona se inscribe luego que esta haya nacido del agua y del Espíritu, no antes.

Es luego que uno se bautiza cuando nuestro nombre se inscribe en el libro de la vida del Cordero. Ya que el bautismo es el requisito fundamental para ser salvos, veamos dos textos que afirman esto:

- Marcos 16:16 “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”

- 1 Pedro 3:21 “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo”

El bautismo es importante porque es allí que se obtiene el perdón y lavamiento de pecados:

- Hechos 2:38 “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”

- Hechos 22:16 “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.”

Sin el bautismo nosotros seguiríamos en nuestros pecados y seguiríamos siendo inmundos y en esa condición no podríamos entrar al cielo.


VII. CONCLUSIÓN

Entonces como pudo comprobar, es verdad que existe un registro de personas en el cielo, y que a ese registro se lo llama el libro de la vida del Cordero.

Para que su nombre figure allí debe arrepentirse y bautizarse para el perdón de pecados, de esa forma su nombre se inscribe en el libro de la vida del Cordero, caso contrario ya sabe cuál será su destino final. De ahora en más todo depende de usted.

Que nuestro nombre figure en el libro de la vida en verdad es algo que regocija en gran manera, de ahí que el Señor les dijera a sus discípulos “… regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.” (Lucas 10:20)

Pero antes de finalizar hay algo más que me gustaría compartirle. Si usted desea bautizarse para que su nombre sea inscrito en el libro de la vida, es la mejor decisión que estaría tomando. Pero luego del bautismo usted debe perseverar fiel al Señor hasta el fin, caso contrario su nombre puede ser borrado como lo afirma Apocalipsis 3:5 “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.”

Hasta aquí llego yo con este tema. Me despido citando las palabras del Señor Jesús El que tenga oídos para oír, oiga.

   - El Señor viene 

 Por :  Carlos Benavides 

miércoles, 20 de septiembre de 2023

HERMANOS CARNALES, ¿QUÉ HACER CON ELLOS?

 HERMANOS CARNALES, ¿QUÉHACER CON ELLOS?

Pregunta: “¿Qué hacer con las hermanas y hermanos

que no quieren someterse a la palabra de Dios en cuanto a su vestimenta? ¿y las hermanas que se cortan el cabello y usan tinte rojizo o amarillo o mucha pinturaen su cara? Claro que ellas no desconocen lo establecido por Dios”.


El atavío externo es el reflejo de la condición espiritual interna. Los hermanos y hermanas que usted describe en su pregunta tienen un serio problema con su Creador y Salvador en loprofundo de sus almas.Siento angustia en mi corazón cuando veo a mis hermanos en Cristo que teniendo gran conocimiento, son rebeldes contra los deseos de Dios.

Lucas 12:47 “Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes”.

Stg.4:17 dice: “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”. No queremos que tales hermanos se pierdan. Por lo tanto, nuestra responsabilidad no es solamente hacerles saber, sino tratar de persuadirles a dejar su carnalidad y desobediencia..

2 Tesalonicenses 5:14 nos exhorta: “También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos”.

La palabra “ociosos” según el diccionario griego Strong significa: “no arreglado, (por implicación) insubordinado (religiosamente)”. La Versión LBLA lo traduce “amonestéis a los indisciplinados”. Como predicadores y hermanos interesados, tenemos que seguir amonestándolos a renunciar su mundanalidad y procurar ser más espirituales. Si alcanzamos ayudarlos a corregir el problema interior, el exterior se autocorregirá. El vestuario mundano es un síntoma de una enfermedad espiritual y mortal que ha infestado sus almas.


EL PECADO DE LA CARNALIDAD

(1) La mujer que se corta el cabello afrenta su cabeza que es el hombre, y al mismo tiempoafrenta a Cristo y a Dios, y por lo tanto, Dios no escuchará su oración ni aceptará sus profecía (predicaciones en privado, su evangelización). Esto enseña 1 Corintios 11:3-15. Lo mismo dice del varón que ande cabello largo. Dios fue quien estableció esta regla difícil del cabello para poner a prueba nuestro amor, fe y sumisión. La mujer que se corta el cabello carece de un espíritu sumiso, lo mismo el hombre que anda el cabello largo. ¡Rebeldía a este mandamiento concerniente al cabello impedirá nuestras oraciones!

(2) Jesucristo habló mucho acerca de ser “sal” y “luz” (Mateo 5:13-16). En un cuarto oscuro, se destaca una pequeña luz. Al mirar una hermana muy pintada, empantalonada, con el cabello corto, ¿quién diría que ella fuera cristiana? Su vestimenta impiadosa está apagando su influencia. Se camuflan entre los incrédulos, en vez de sobresalir entre ellos. El cristiano mundano trae vergüenza sobre Jesucristo y su iglesia. Tal hermano es como sal que no tiene sabor, es sosa e insulsa como los demás hombres y mujeres carnales.

(3) En cuanto al maquillaje, el usar mucho hace que la mujer se parezca a Jezabel quien se pintaba los párpados como una ramera (2 Reyes 9:30, 9:22; Jer.4:30). Toda cristiana debe preguntarse si está llevando “ropa decorosa con pudor y modestia” o si está llevando el “atavío de ramera” (1 Tim.2:9,10). El usar pintura de colores vivos y llamativos en el cabello sirve para llamar la atención sobre su apariencia exterior y no sobre la persona interior, algo condenado en  1Pedro 3:3-6. ¿Puede usted imaginar a María, madre de Jesús, o a Sara, mujer de Abrahán, a Lidia, o a Dorcas pintadas, empantalonadas con el cabello corto? (Hch.9:36)

(4) Dios no solamente quiere poseer nuestros espíritus y almas, pero también nuestros cuerpos.En Romanos 12:1,2 Dios nos está suplicando a que presentemos nuestros cuerpos a Dios. Ya no tengo derecho de vestir mi cuerpo como yo quisiera, porque mi cuerpo ahora le pertenece a Dios, porque se lo he presentado a Él voluntariamente como sacrificio vivo. Muchos cristianos todavía no han hecho este compromiso con Dios. Sin embargo, lo que nos motiva a dedicar a Dios nuestro cuerpo es su misericordia y nuestro deseo de agradarle. Esta transformación externa ocurre cuando renovamos nuestras mentes (Ro.12:2), cuando decidimos firmemente que ya no conformarnos al mundo en nuestra forma de vestir, de actuar, de hablar, etc… (Ef.4:22- 24). Tengamos el valor de tomar la resolución de ya no amar al mundo (que incluye no amar las modas mundanas, su estilo inmodesto de vestimenta, de maquillarse, y de cortarse el cabello, etc) – 1 Juan 2:15-17.

EL PROCESO DE LA DISCIPLINA

Claro que si son hermanos nuevos hay que serles pacientes y darles tiempo para crecer. Muchas veces los predicadores y cristianos más maduros se vuelven impacientes con los nuevos cristianos y esperan que el cambio ocurre de la noche a la mañana. Pero aun si lográramos al momento de bautizarlos que cambiaran su vestimenta exterior, siempre quedarían raíces carnales que en algunos son más profundamente arraigados que en otros. Por eso, Dios una y otra vez nos recuerda ser pacientes y sufridos con ellos (1 Ts.5:14). Sin embargo, cuando Pablo escribió la carta a los hermanos en Corinto, tenían CUATRO años de ser cristianos, y todavía eran carnales. Pablo esperaba que, a esa altura, existiera una madurez y espiritualidad en ellos expresadas tanto en sus interiores como en sus apariencias exteriores (1 Co.3:1,2). El proceso de la disciplina consiste en continuamente amonestar (2 Pedro 1:13) con paciencia. Amonestación significa “un poner en mente” (Dicc.Gr.Vine) y “llamar la atención…reprensión suave o advertencia” (Dicc.Gr.Strong). Pero si niegan a hacer caso, podemos llevarlo al siguiente nivel que consiste en reprenderlos con amor y mucha paciencia (2 Tim.4:2). No solamente el predicador sino TODA la congregación debe tomar parte en esta amonestación y reprensión (1 Ts.5:11; Mateo 18:17). Después de toda la amonestación y reprensión amorosa y paciente, a veces es necesario avanzar al paso final de la disciplina y denunciar su pecado públicamente, y no relacionarnos con el hermano rebelde para que se avergüence y se arrepienta (2 Ts.3:6, 14,15). Una palabra de precaución: Usemos sabiduría en tomar este último paso muy apresuradamente, porque si el cristiano es débil y no entiende la importancia de la iglesia, ni está bien arraigado en la doctrina de Cristo, el ser expulsados de Cristo para la salvación de sus almas puede resultar contraproducente e infligir un daño irreparable, perdiéndolos para siempre.            Por lo tanto, en la mayoría de los casos, la solución para corregir la vestimenta de los hermanos inmodestos no es cantaletear (predicar incesantemente) de la vestimenta desde el púlpito sino arraigarlos bien en la doctrina de Cristo y mientras vayan madurando, nacerá naturalmente en ellos el deseo de vestirse apropiadamente. Tenemos que siempre tener en cuenta que la vestimenta es un síntoma de un trastorno espiritual más severo. En vez de tratar el síntoma, es más prudente tratar el padecimiento interior de la falta de espiritualidad. Mientras vaya creciendo su amor a Dios, se irá decreciendo su amor para con el mundo.   Dejemos que las palabras de 1 Juan 2:15 resuenen en nuestros oídos: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”.

 Por : Carlos Benavides 


¿HAY CRISTIANOS FUERA DE LA IGLESIA?

 ¿HAY CRISTIANOS FUERA DE LA IGLESIA?


Muchos hombres han fabricado diversas autoridades y demandan que sus seguidores se geten a ells, pero Dios no las reconoce y no hay salvación en tales movimientos humanos. Dice Cristo en Mateo 15:13,

" Toda planta que no plató mi Padre celestial ser desarraigada "


Lo que no es de la autoridad de Dios es vano y está destinado a la derrota Considere- mos estas palabras halladas en Salmos 127:1,

Si Jehová no edificare in cas, en Jehova no guardare la ciudad, en vano

El hombre tiene que aprender esta tección básica, y dejar de persistir en las cosas de su propia autoridad e institución. La Verdad salva; libra del error (Juan 8:32). Si se hace la pregunta, "¿Qué es la verdad?", Cristo contesta, diciendo, "Tu palabra es verdad" (Juan 17:17), refiriéndose a la Palabra de Dios!

El sermón para hoy contesta la siguiente pregunta:

¿Hay cristianos fuera de la iglesia? 

Uno puede ser hombre bueno y moral fuera de la iglesia de Cristo, pero ¿puede ser cristiano sin ser miembro de la iglesia que es el cuerpo de Cristo? Sólo el Nuevo Testamento puede suplirnos la contestación correcta a nuestra pregunta.

¿Ser Cristiano Fuera De La Iglesia? 

Si uno puede ser cristiano fuera de la iglesia, o sin ser miembro de ella, se concluye que puede ser cristiano fuera de lo que es la iglesia. Y. ¿qué es la iglesia? Según las Escrituras, la iglesia es constituida de los llamados por el evangelio, es el reino de los cielos, es com- puesta de los renacidos, es la casa de Dios, es el cuerpo de Cristo, a ella son añadidos los salvos, es constituida de los santificados, es la columna el baluarte de la verdad, y en ella la persona es bautizada.

La Consecuencia

¡Pensemos bien en esto! Si la iglesia de Cristo es todo lo mencionado anteriormente, ¿cómo podría alguno pensar que puede ser cristiano, y al mismo tiempo no ser miembro de

Is iglesia? Puede alguno ser cristiano sin haber sido llamado por el evangelio sin re nacer? Lain ser parte del cuerpo de Cristo? Lain ser añadido a la iglesia? sin ser sannfi- cado? sin ser hijo en la casa de Dios? ¡Por supuesto que no!

La Condición Del No Cristiano Pablo describe la condición del no cris tiano. Leamos Efesios 2:11,12,

Por tanto, acordes de que en otro tiempo vosotros, los gentiles cuanto a la carne, en aquel Gempo estabais sin Cristo, alejados de la cu- dadania de Israel y ajenos a los pacton de la promess, an esperanza y sin Dios en el mundo

Estas palabras inspiradas describen la condición del que se halla fuera de Cristo; es decir, del no cristiano. No tiene ninguna promesa de parte de Dios, y se halla sin Dios en este mundo, Anda como extranjero y ad venedizo Tal es la condición triste del no miembro de la iglesia.


¿Cristianos Fuera De La Iglesia?

 Nuestra pregunta inicial fue ésta: ¿Hay cristianos fuera de la iglesia? Se les ha en- señado a muchos protestantes que sí los hay, porque la doctrina popular de ellos es que se hace una cosa para ser salvo, y luego después se hace otra para pertenecer a una iglesia de pre- ferencia. Esta doctrina es completamente falsa. Se basa en la idea de la salvación por la fe sola, y de que todas las denominaciones constituyen la iglesia invisible o mística. Cuando el protestante, o evangélico, en general oye la pregunta, ¿Hay cristianos fuera de la iglesia? el contesta que sí, porque para él la palabra iglesia" en la pregunta equivale a alguna denominación. El está pensando así:

La denominación a la cual uno pertenezca no importa; lo importante es llegar a ser cristiano. Si alguno llega a ser cristiano, bien; después puede buscar alguna iglesia, o de nominación en particular, a la cual juntarse. Por eso, si hay cristianos fuera de la iglesia


¿Es Esencial La Iglesia?

Mis amigos, es por el concepto falso ya descrito que muchos protestantes se oyen decir que la iglesia no es esencial, y que uno puede

ser salvo sin ser miembro de ella. Es que ellos están pensando en iglesias de origen humano, y en esto yo estoy de perfecto acuerdo con ellos. Pero, si se refieren a la iglesia de Cristo, de la cual podemos leer en las Escrituras, entonces están completamente equivocados. Lo que pasa es que los llamados pastores sectarios no tienen un concepto bíblico de la iglesia. El apostol Pablo nunca presentaba la iglesia a la gente como cosa sin importancia, y como no esencial. Al contrario, dijo por inspiración las palabras siguientes:

"y sometió (Dios) todas las coses bajo sus pies (de Cristo), y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo" (Efesios 1:22,23).


¿Qué De La Iglesia "Invisible"?

 Dirá alguien: "Pues si importa la iglesia de  Cristo invisible y mística, pero no la iglesia de Cristo que es una denominación". El que habla así yerra en gran manera. En primer lugar, no existe tal cosa como iglesia de Cristo invisible y mística, y en segundo lugar la iglesia de Cristo en el mundo hoy en día no es una denomi- nación. La iglesia de Cristo, según las Escri- turas, es la gente que Cristo ha salvado, porque ha obedecido al evangelio. El mismo proceso, por el cual pasa uno para ser salvo, le hace miembro de la iglesia, porque la iglesia es com- puesta de los salvos. Dios añade a Su iglesia, porque Dios es quien salva. Muy bien; la iglesia de Cristo es tan visible como los cristianos que la componen, y no es nada mistica.


Es Lo Mismo Hoy En Día 

Además, la iglesia de Cristo, de hoy en día, sigue siendo la gente salvada por su obediencia al evangelio, y no es ninguna denominación. No tiene cuartel general, no tiene credo, no tiene nombre propio, no tiene ninguna cabeza humana. Cuando una persona hoy en día obe- dece al evangelio, Dios le perdona y le añade a los demás salvos, y todos estos componemos la iglesia de Cristo. Esa persona, obediente al evangelio, se junta a alguna congregación local de cristianos, o sea, a alguna iglesia de Cristo local, y lleva a cabo sus responsabilidades como miembro de esa iglesia de Cristo. No viene a ser miembro de ninguna denominación hu- mana, ni le interesa serlo.

Todos Los Salvos En La Iglesia

 "La iglesia no salva; es Cristo quien salva pero todos los salvos se hallan en la iglesia.

!Aprendamos bien esta verdad! Se lo d porque sé que muchos predicadores andan ciendo que la iglesia no salva, sino Cristo, y por eso la iglesia no es esencial. Pero, mis a gos, aunque la iglesia no salva, sino Crist todos los salvos se hallan en la iglesia, salvos fuera de ella? Ese es el punto.


Palabra Colectiva

La palabra "iglesia", que se halla en ta pasajes del Nuevo Testamento, es una de va palabras bíblicas que el Espíritu Santo usó señalarnos a las personas a quienes Dios salvando por Su gracia. Es una palabra co tiva; es decir, presenta a la mente la idea conjunto. Algunos ejemplos de palabras co tivas son éstas: jurado, ejército, equipo senado. El jurado es compuesto de jurados dan el fallo. El ejército es compuesto de so dos. El equipo es compuesto de jugadores senado es compuesto de senadores. cuando queremos referirnos a los jurados co una colectividad, decimos, por ejemplo, qu jurado presentó su fallo. Para referirnos batalla de todos los soldados, decimos, ejemplo, que el ejército ganó la batalla. Y referimos a todas las actividades de todos jugadores cuando decimos, por ejemplo, qu equipo perdió el juego. Cuando decimos qu senado aprobó cierta legislación, nos refer a las actividades de todos los senadores, a discusiones y votación.


"Así Es Con La Palabra "Iglesia"

 De la misma manera las Escrituras us palabra "iglesia" para referirse a todos los tianos salvados por Cristo. Es una pa colectiva, que mira a todos los salvos com conjunto, como si fueran una sola persona eso, leemos en Hechos 2:47 que el S añadía a la iglesia diariamente a los que hi de ser salvos, sencillamente porque lo agregando a los ya salvos. Hasta el día de cuando alguno obedece al evangelio de Dios le perdona sus pecados. Ya que no pecados, es persona salva. Ya que es pe salva, Dios le añade a los demás salvos. estos salvos son llamados, por las Escritu "iglesia".

No Hay Salvos Fuera De La Iglesia 

Con razón bíblica decimos que in salvos fuera de la iglesia! ¡No los puede Hay muchos salvos fuera de las iglesi manas, sí; de hecho, todos los salvos se fuera de las denominaciones humanas. no hay salvo alguno fuera de la colectividad salvos.

 Por :  Carlos Benavides 


martes, 19 de septiembre de 2023

MEJORANDO NUESTRO MATRIMONIO

 MEJORANDO NUESTRO MATRIMONIO 


Introducción:

Hoy día, muchos problemas existen en el hogar y por eso, el porcentaje del divorcio es muy alto. El

Problema de matrimonio, no solamente existe en el mundo, sino también en la iglesia. Jesús les dijo a

algunos hombres religiosos: “Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio,

varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos

serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo

separe el hombre” (Mt.19:4-6).

Dios quiere que los matrimonios sean permanentes sin separación—sin divorcio. Vemos, por estas

palabras de Jesús, que el matrimonio es un compromiso por toda la vida. La palabra griega traducida

“unir” (v.5) significa “pegar sobre, pegar a, se une muy cerca, adherirse, pegarse” (Thayer). El hombre y

la mujer se hacen una sola carne. (La mujer fue sacada literalmente del cuerpo del hombre en el

principio, y el matrimonio los reúne de nuevo). Es una relación que nadie, ni nada debe separar. En el

mundo, la gente se casa un día y se divorcia el próximo, pero en el reino de Cristo la ley es muy estricta

acerca del matrimonio. Los discípulos pensaban que la ley de Jesús era difícil. Noten la reacción de ellos:

“Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se

casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. Le dijeron sus discípulos:

Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse” (Mt.19:9,10).

Hoy día, la única razón por la cual un cristiano o cristiana puede divorciarse y casarse otra vez es si uno

de los cónyuges es infiel y este derecho es solamente para la persona inocente (Mt.19:9). Ya que

nosotros, como hijos de Dios, no debemos divorciarnos, tenemos que aprender a vivir juntos en paz.

Podemos hacerlo cumpliendo con nuestra responsabilidad dada por Dios acerca del matrimonio. En este

estudio, veremos algunos principios que nos pueden ayudar en mejorar nuestro matrimonio.

I. El Marido Cristiano

En primer lugar, consideremos algunos principios bíblicos que el marido Cristiano puede hacer para

mejorar su matrimonio.

1. El marido debe tratar de entender a su esposa:

“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a

vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones

no tengan estorbo” (1 P. 3:7).

Pedro nos dice que el esposo debe vivir con su esposa “con sabiduría” (según conocimientos KJV). La

palabra griega traducida “sabiduría” según W.E. Vine significa “primeramente buscar para saber, una

pesquisa, una investigación… quiere decir en el N.T. conocimientos, especialmente de verdad espiritual”

(W.E. Vines Pág. 301). Por mandamiento de Dios, el marido tiene una responsabilidad activa en

entender las necesidades de su esposa. Marvin Vincent escribió: “More con ella según conocimientos

[significa] con un entendimiento inteligente de la naturaleza de la relación matrimonial” (Los Estudios de

Palabras del N.T. Vol. 1). Una versión dice: “Ustedes, esposos, continúen morando con ellas de igual

manera de acuerdo con conocimientos…“.(T.N.M.). La palabra griega gnosis (gnósis) en este pasaje

lado nuestro libro o apagamos la tele, y darle toda nuestra atención. En esta manera, le mostramos

honor. Es necesario que la esposa hable con su marido. Toda la familia (tal vez los vecinos) cosechan un

gran beneficio de este tiempo que usted pasa comunicándose con su esposa.

La comunicación en el matrimonio va a producir felicidad y paz en el hogar. (Muchas veces las

discusiones empiezan con la paralización de la comunicación.) SOLAMENTE POR MEDIO DE LA

COMUNICACIÓN CON NUESTRAS ESPOSAS PODEMOS ENTENDERLAS Y VIVIR CON ELLAS SABIAMENTE.

Una gran diferencia entre la mujer y el hombre es la forma de comunicarse y a menudo causa un

conflicto. Por ejemplo, cuando el hombre llega a la casa, el quiere dejar los problemas del día atrás. A él

le gusta estar sólo para leer, escuchar las noticias del día o ver un partido de fútbol. (Esto le ayuda a

relajarse.) La mujer, en cambio, llega a la casa con el gran deseo de compartir con su esposo. Ella

necesita descargar sus problemas y preocupaciones.

¡A veces, por eso, vienen los problemas! El hombre le escucha y analiza los problemas. Después él

automáticamente le da a su esposa una solución lógica de sus problemas. Él le explica a ella lo que

puede hacer para resolverlos. ¡Puede ser un error grande! Las mujeres a menudo sólo quieren que su

marido les escuche y sea entendible. Las esposas sólo quieren que su marido les preste un oído y sea

simpático con ellas. Generalmente, ella no desea una solución para sus problemas, porque la solución

para ella es un esposo que la escucha. Muchas veces, cuando un hombre trata de solucionar los

problemas de su esposa, ella concluye en que no quiere escucharlo. Que él quiere que ella se calle.

Entonces la tensión aumenta y el conflicto empieza. Nosotros, como hombres, pensamos que si

podemos resolver el problema, entonces ella se quedará satisfecha y podemos regresar a nuestro libro o

nuestro partido de fútbol. Los maridos cristianos debemos luchar para entender a nuestras esposas,

honrándolas y comunicándonos con ellas.

4. Ahora, si deseamos un matrimonio mejor, entonces debemos reconocer que nuestras esposas son

como un vaso frágil.

Pedro dijo: “… dando honor a la mujer como a vaso más frágil …”, (1 Pedro 3:7). Ella debe ser tratada

con ternura y suavidad. Jamás debemos pedirle a nuestra esposa hacer el trabajo de un hombre.

Conozco a un hombre que siempre mandaba a su esposa a recoger repuestos para su trabajo y ella

estaba constantemente asociada con otros hombres. Un día, ella lo dejó a su marido por otro hombre.

Creo que él tiene una parte de culpa, porque siempre la animaba a hacer el trabajo del hombre. Nuestra

esposa es como un vaso frágil y no debemos empujarla en llevar el papel del varón. Debemos tener

cuidado en la carga que ponemos sobre nuestra esposa. También, si queremos tener un matrimonio

mejor, entonces tenemos que amar a nuestras esposas como a nosotros mismos.

Efesios 5:28,29 dice: “Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus

mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a

su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia”.

El argumento de Pablo es que amemos a nuestra esposa como amamos y cuidamos nuestro propio

cuerpo. Él proclamó que nadie jamás odiaba su propia carne. Nuestras esposas son parte de nosotros. El Señor dijo: “los dos serán una sola carne” (Ef.5:31b).

Porque somos una sola carne con nuestras esposas, debemos cuidarlas. La palabra “cuidar” viene de

una palabra griega que según Thayer significa: “querer con amor ternura, provocar con cuidado

ternura”.

II. La Esposa Cristiana

Ahora bien, veremos lo que puede hacer la esposa para mejorar el matrimonio.

1. Ella puede mejorar su matrimonio por ser una ayuda idónea.

Moisés escribió que Dios creó a una “ayuda idónea” para Adán (Génesis 2:18). La versión Dios Habla Hoy

dice así: “. . . Le voy a hacer alguien que sea una ayuda adecuada para él.” Alguien dijo: “Dios no tomó a

la mujer de la cabeza del hombre para que ella le domine, ni de los pies del hombre para que él la

pisotee, sino de la costilla, para que ella sea compañera y ayuda idónea para toda la vida”. La esposa

puede ayudar a su marido a realizar su potencial total o ella le puede destruir. Una buena mujer

usualmente está a lado de un hombre exitoso. El hombre no va a ser más grande de lo que su esposa le

permite. (Ella puede edificarlo y animarlo o puede desanimarlo y aplastar su espíritu. La esposa debe

estar siempre al lado de su marido apoyándole y dándole fuerza para seguir adelante. La afección más

profunda que una mujer puede mostrarle a su marido es ayudarle en cumplir su deber con Cristo.

2. Segundo, la hermana puede mejorar el matrimonio por obedecer a su marido.

“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es

cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su

Salvador” (Ef.5:22,23).

La palabra griega traducida “sujetarse” (hupotasso) significa “sujetarse a sí misma, obedecer; someterse

al control; someterse a la advertencia y consejo”. La Biblia dice que la mujer debe obedecer a su

marido como ella obedece al Señor (Efesios 5:22). Después que Eva pecó en el huerto de Edén, Dios le

dijo: “. . . . tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti” (Génesis 1:16b). En el principio, Dios

puso al varón sobre la mujer (1 Corintios 11:3).

En Tito 2:4 y 5, Pablo manda que las ancianas “… enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a

sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la

palabra de Dios no sea blasfemada.” La hermana está causando que la palabra de Dios sea blasfemada

cuando no obedece a su marido. Cuando las esposas cristianas son rebeldes en su hogar, la gente habla

mal de la palabra de Dios. Note los siguiente versículos: “Casadas, estad sujetas a vuestros maridos,

como conviene en el Señor” (Colosenses 3:18); “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros

maridos” (1 Pedro 3:1). La cristiana debe obedecer a su marido incrédulo si él no le exige algo en contra

de la voluntad de Dios. Con su buena conducta, la cristiana puede convertirle a Cristo.

3. Tercero, si la hermana quiere mejorar su matrimonio debe criar a sus hijos y cuidar su hogar.

Dijo Pablo: “y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. Pero

se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia” (1 Ti.2:14,15).

Versión Popular dice: “Pero la mujer se salvará si cumple sus deberes como madre…” (v.15a). J.R.

Dummenlow escribió: “La mujer se salvará por guardar simplemente y fielmente su posición en la vida

como esposa y madre” (Comentario de Coffman sobre 1 Timoteo). La madre tiene una gran

responsabilidad en quedarse en casa criando a sus hijos.

Pablo dice: “Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa;

que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia” (1 Timoteo 5:14).

Tener hijos y cuidar la casa no es muy popular para muchas mujeres “modernas”; sin embargo, es la

voluntad de Dios. El lugar para la hermana es con sus niños en el hogar. Otra versión dice: “Por eso

quiero que las viudas jóvenes se casen, que tengan hijos, que sean amas de casa y que no den lugar a lascríticas del enemigo” (Versión Popular). Las madres piadosas han cambiado el mundo por criar a sus 

niños según los principios bíblicos. Por el buen ejemplo y la enseñanza de sus madres, hay muchos 

hombres y mujeres exitosos. También, hay muchos hombres y mujeres que están en la prisión, porque 

sus madres estaban demasiado ocupadas con sus profesiones para criar y enseñar a sus niños. Ser una 

esposa y madre es una de las llamadas más importantes del mundo. Esta obra de la mujer glorifica a 

Dios y perpetúa Su creación.

Conclusión:

Todos debemos querer mejorar nuestros matrimonios. La única manera que podemos hacerlo es 

siguiendo los principios bíblicos que hemos estudiado. El marido cristiano debe luchar para entender a 

su esposa como la Biblia dice: “vivir con ella con sabiduría”. Él debe respetarla y honrarla y dejar tiempo 

para comunicarse con ella todos los días. La hermana que obedece a su marido y le ayuda está haciendo 

bastante para tener un hogar feliz. Ella tiene su responsabilidad en el hogar cuidando a sus niños y 

guardando en orden la casa. Son algunos principios bíblicos para mejorar nuestro matrimonio. Podemos 

dejar a un lado estos principios, pero el día de recompensa vendrá. Podemos llegar a tener un hogar 

dividido con separación o divorcio. Podemos perder a nuestro esposo o esposa a los placeres del 

mundo. Podemos perder a nuestros niños a Satanás. Podemos perder nuestra alma en el lago de fuego. 

Es mucho mejor seguir el patrón divino de Dios por el matrimonio. Nuestra vida sería mejor ahora y en

el futuro. Si cada uno de nosotros cumpliera su responsabilidad en el matrimonio, podría tener paz en su 

hogar y la posibilidad de divorcio sería aniquilado. La única manera que nuestro matrimonio puede ser 

exitoso es si Cristo está en el centro de él.                 

Por : Carlos Benavides 

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