IGLESIA DE CRISTO

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ESTUDIOS BÍBLICOS

domingo, 27 de abril de 2025

JUSTIFICARSE ASÍ MISMOS

 JUSTIFICARSE ASÍ MISMOS

(Lucas 16:15)

15 Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.

         Los hombres solemos tratar de justificarnos a menudo y, para ello, utilizamos todo tipo de excusas. Pensamos que estas excusas dan un buen resultado ante los hombres, porque incluso ante ellos, podemos salir ganando. El hombre es más amigo de la excusa que de la verdad. Por eso, hacemos cosas tan malignas que se requiere una excusa aunque esta sea falsa. Lo malo no es hacer un mal, sino no tener excusa. No es malo robar, lo malo es que te pillen. ASÍ SOMOS LOS HOMBRES. Pero como dice la Palabra, esto no tiene ningún efecto positivo ante Dios, porque Dios conoce nuestros corazones. Dios habita en nuestros corazones, y, en el que no lo hace, la misma razón informa al Señor, (que bendito sea por siempre) mediante la parte divina que existe en toda la creación y, por consiguiente, en el hombre. No debemos olvidar que Dios es Vida y nuestra vida pertenece al Dios llamado Vida.

              Los hombres tenemos por sublimes muchas cosas, pero no debemos ir a Dios con algo sublime ya que, suya es la sublimidad; no puede haber grandeza delante de Dios, ni tampoco sublimidad, porque Él Señor es Señor de la grandeza y de lo sublime. Alabadle todos.

              Vinieron a visitarme a España unos hermanos de América y yo quise agradarles mostrándoles todo lo que en mi pueblo existía. Yo lo hacía por agradarles, pero de alguna forma pensaba impresionarles con lo que iban a ver. Después, cuando he visto algo de América en Internet, me he dado cuenta de que lo que les mostré es una nimiedad comparado con lo que allí existe. Ahora vamos a pensar en todo aquello que nosotros podamos mostrar a Dios creyéndolo de una sublimidad sorprendente. ¿Creen ustedes, amados hermanos, que podremos sorprender a Dios con algo? Mostremos a Dios el Vaticano, o la catedral más extraordinaria que haya sobre la tierra, el mayor puente del mundo o la pintura más valorada. ¿Creéis que Dios se sorprenderá? ¿Podremos justificarnos con cosas semejantes ante Él? Ya va siendo hora de que el mundo sepa que todo lo que resulta sublime para el hombre, es abominación para Dios. ¿Quién lo dice? Jesús. Jesús nos dice lo que muchos no nos atrevemos a decirle al mundo. ¿Cómo va a ser posible que algo que tanto dinero, trabajo y penas costo hacer, vaya a ser destruido y arrojado a los infierno? “En tres días no quedará piedra sobre piedra”, dijo Jesús en otra ocasión. Le mostraron el Templo y el Templo cayó. Y si los templos cayeron, ¿qué será de aquellos que fueron creados para satisfacer exclusivamente sus deseos y sensaciones? ¿Y de aquellos que prefirieron ser enterrados en ellos, homenajeados, venerados y adorados en ellos? Quizás por ser quienes eran se creyeron más sublimes y por tanto enterrados en el templo antes de ser juzgados por el Juez Supremo. De veras que no entiendo como ellos no tiemblan ante esta sentencia revelada por Dios con la sola intención de que no cayésemos en la trampa del diablo. Quizás pensaron que serían más creíbles mostrando algo que es contrario a la humildad, equidad, justicia, amor y verdad que Dios exige. ¿Cómo lo creerán los pobres? ¿Cómo lo creerán los ricos? Se sorprenderá el Señor, cuando al llegar le digan: yo construí cien catedrales, fundé muchas escuelas, hice muchos puentes y fui preservador de todas las obras de arte; conquisté muchos imperios e hice una iglesia tan poderosa como jamás se vio. Podrán justificarse ante Dios. Realmente, hermanos, no entendieron el mensaje de Jesús o no creyeron sus palabras. Porque es evidente, a la Luz de la Palabra, que no habrá para ellos justificación alguna. Es imposible que la haya; porque ante Dios, no vamos a poder justificarnos más que en la sangre de Cristo, y todo por amor del Padre.

            Delante de los hombres podréis justificaros con esas grandes obras, pero jamás ante Dios, porque Él conoce que vosotros habéis optado por las cosas terrenales. Vosotros con una mano habéis favorecido y con la otra habéis despojado aún más que habéis favorecido. Y sabían vuestras manos lo que hacían la una y la otra.

(Isaías 10:3) ¿Y qué haréis en el día del castigo? ¿A quién os acogeréis para que os ayude, cuando venga de lejos el asolamiento? ¿En dónde dejaréis vuestra gloria? 

Y no pareciéndoos suficiente habéis arruinado muchas almas y la propia vuestra. Sabíais que el temor de Dios es el mejor camino, pero olvidándoos de Dios, hicisteis que os temieran a vosotros más que a Dios. Mas el temor de Dios es un temor de Padre, para lo perfecto: pero el vuestro es tan falso y mezquino que lleva a la muerte eterna. No hago distingos, hablo de los hombres. Hablo de los hombres que con la capa de la bondad dan un mal testimonio de nuestro benigno Padre. (Bendito sea por siempre y alabado)

            ¿Cómo justificaréis el derramamiento de sangre inocente o culpable en el nombre de Dios? ¿Acaso no os ordenó perdonar a vuestros enemigos? ¿Cómo justificaréis el odio enconado contra los pueblos, por su fe, por su raza, por sus riquezas, por su pobreza? ¡Odiáis por todo! ¡¡Tiraos a los pies del Señor por si acaso os perdona!! ¡Dejad de hacer el mal, por si acaso el Señor tiene misericordia de vosotros! ¡Poneos a bien con el Señor, porque las trompetas ya suenan! Ya está todo preparado y todos lo percibimos. La bestia ya tiene en sus manos las riendas del poder terrenal, pero sabéis que al final Dios vencerá a la bestia. Nadie os engañe, el poder de ellos crecerá como nunca imaginamos, pero mayor es el poder de Dios que a todos los barrerá de la faz de la tierra. Si sois sobornados por su poder y sus obras con ellos iréis a una misma perdición. ¿Qué haréis los que vais tras de ellos, cuando ellos se queden sin obras en las que justificarse? Agarraos a Cristo y tendréis una vida eterna como jamás hayáis podido imaginar. Una vida con todo lo que en esta nos sobro, porque se fundamentaban en la malignidad del príncipe de este mundo.

(Daniel 12:2) Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.

(Mateo 19:29) Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.

Muchas personas hicieron lo contrario. Por tener riquezas, desecharon al Señor. Por no enfrentarse a sus familias y seguir sus pasos mundanos, abandonaron al Señor. El Señor no ordena que abandones a nadie, ni siquiera a tu enemigo, pero los enemigos de la verdad la han transformado para poner el amor de Dios en tela de juicio. El Señor Jesús, lo que está diciendo es que debemos crear una prioridad en nuestras vidas, donde el Señor ocupa el puesto principal. La razón es que Él es el Creador y Dueño de todo. Pero el Señor también es nuestro Salvador y si a esta salvación esta sujeta mi madre, mi hijo y demás familia, cuanto mas beneficiosos será que yo me alinee con el Señor. He conocido a muchos que por el consejo de los familiares no aceptaron al Señor, otros se marcharon y muchos ni siquiera pensaron en ello. Yo acepté al Señor solo en mi familia, y a nadie abandoné ni a mí me abandonó nadie, porque entendí que el Señor se refiere a dejar las cosas que hacen que desagradan a Dios. Pero por lo menos mi familia comenzó a ver que todo había sido para mejor. Esto es lo que tiene mayor valor para la captación de las almas. Más firmes mis pasos, más amor hacia ellos y hacia los demás, más verdad y lo más importante; menos mentira. Porque la mentira ha ocupado un gran terreno de la verdad por culpa de los engañadores y falsos maestros. Más sabed que la verdad es eterna y la mentira será cortada a su tiempo, para siempre.

(Mateo 25:46) E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

(Juan 3:36) El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él

 La palabra rehusar tiene una cierta accesión que muchos no tienen muy clara. Este tipo de personas han discernido la verdad, pero han decidido que, por causa de intereses terrenales, no pueden aceptar y lo rehúsan; por eso, la ira de Dios estará sobre ellos. Muchos incluso aceptan la doctrina falsa sabiendo que le reportará todo tipo de beneficios terrenales. Estos son los más peligrosos para los verdaderos creyentes, porque, de la mano de los poderes terrenales, consiguen muchos privilegios y encomiendas, así se constituyen en verdaderos demonios con aspectos angelicales. No escaparán del Señor.

(Proverbios 17:5) El que escarnece al pobre afrenta a su Hacedor; Y el que se alegra de la calamidad no quedará sin castigo.

(Proverbios 19:9) El testigo falso no quedará sin castigo, Y el que habla mentiras perecerá.

Esta sentencia incluye a los testigos de la verdad.

(Joel 2:13) Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.

(Mateo 10:15) De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad.

(Romanos 3:5) Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre.)

(Hebreos 10:29) ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?

(Judas 1:7) Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.

Que la paz del Señor sea siempre con vosotros

 Por: Carlos Benavides 

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