IGLESIA DE CRISTO

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ESTUDIOS BÍBLICOS

miércoles, 16 de febrero de 2022

UNA BATALLA PARA UNA BENDICIÓN

 UNA BATALLA PARA UNA BENDICIÓN 

El capítulo 32 de Génesis registra una de las historias más extrañas contadas en el Antiguo Testamento, en la que Jacob lucha con un hombre misterioso durante toda una noche. Jacob es uno de los antepasados ​​de nuestra fe, pero antes de este combate no era mucho más que un mentiroso y un ladrón. Recuerde en Génesis 27, donde Jacob robó la primogenitura y la bendición de su hermano gemelo Esaú. Más tarde, Jacob se disfrazó de su hermano gemelo y mintió descaradamente a su padre moribundo para robar la herencia más grande. Esaú juró que mataría a su hermano después de la muerte de su padre, lo que provocó que Jacob huyera de su hogar. Jacob pasó los siguientes 20 años con su suegro, Labán, donde continuó siendo engañoso y obstinado. Pasan muchos años, y Jacob ahora es un hombre rico. Tiene una familia numerosa y grandes rebaños, y ahora debe huir de la casa de su suegro bajo el mandato del Señor. Jacob decide regresar a su hogar original donde creció, pero eso significa que debe enfrentar su engaño contra Esaú. Mientras él y su familia viajan a casa, Jacob escucha que Esaú está al otro lado del campo y se dirige directamente hacia él con 400 hombres. Jacob teme por su familia, por lo que los envía en grupos separados mientras él se queda atrás y ora a Dios. 

En lo profundo de la noche, mientras reza su oración ferviente, un Hombre aparece en el campamento de Jacob y los dos comienzan un combate de lucha libre que dura toda la noche. Génesis 32:22-31 registra la extraña historia. En algún momento durante el combate de lucha libre, Jacob pareció llegar a la conclusión de que no estaba luchando contra un hombre terrenal, sino contra un ser celestial. Y así, Jacob pasa de atacar a este Hombre a simplemente aferrarse a Él y pedirle una bendición. El ser celestial le dice a Jacob que lo suelte, pero Jacob se niega a dejarlo ir hasta que reciba una bendición. Jacob ahora ve que lo que antes pensaba que era una batalla, en realidad resultó ser una oportunidad para una bendición. 

Muchas veces en la vida podemos experimentar miseria, dolor y angustia. Podemos sentir que no lo merecemos. Tal vez le preguntamos a Dios “¿Por qué me está pasando esto a mí?” Si se encuentra en esta situación, deje que la extraña historia de la lucha libre de Jacob sea un consuelo para usted. Esta historia nos enseña que muchas de las grandes pruebas de la vida pueden convertirse en bendiciones si nos aferramos y nos aferramos a Dios. El combate de lucha libre de Jacob comenzó en conflicto, pero terminó en bendición. Como sabemos por ejemplo bíblico o por experiencia, todo el pueblo de Dios experimentará dificultades. Pero tenga fe en que a veces nuestras pruebas más grandes pueden convertirse en bendiciones si nos aferramos. Santiago 1:2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, porque sabéis que la prueba de vuestra fe produce constancia. Y deja que la firmeza tenga su pleno efecto,    

Otro versículo que nos ayuda a consolarnos en las pruebas se encuentra en Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. Este versículo promete que, si permanecemos fieles a Dios, Él tomará todos los eventos que ocurran en nuestras vidas, positivos y negativos, y los resolverá para nuestro bien final. Este versículo NO dice que todo lo que nos suceda en la vida será positivo, feliz y gozoso. Lo que dice este versículo es que todos los eventos de nuestra vida, tanto buenos como malos, resultarán en nuestro máximo bien espiritual si permanecemos fieles a Dios. Muchos de nosotros hemos experimentado una prueba en la vida que parecía casi imposible de sobrevivir. Pero más adelante en la vida, a veces meses o incluso años después, cuando miramos hacia atrás a ese desafío, prueba o juicio que soportamos, podíamos ver claramente a Dios obrando para nuestro bien espiritual supremo. Piensa en Jacob. Durante el combate de lucha libre, el ser celestial se agachó y le quitó la cadera de su articulación, lo que hizo que Jacob caminara cojeando el resto de su vida. Y, sin embargo, esa prueba física se convirtió en una bendición para Jacob, porque a partir de ese combate ya no era obstinado ni engañoso.

Jacob pudo reconocer que esta batalla, una prueba de su carácter y fuerza, era en realidad una oportunidad para crecer y ser mejor para Dios. Como cristianos de hoy, podemos beneficiarnos enormemente al reconocer que Dios siempre está trabajando para nuestro bien supremo, incluso si los tiempos son difíciles en este momento. Podemos tener un gran consuelo al confiar y aferrarnos a Dios cuando estamos soportando dificultades, pruebas y pruebas, porque sabemos que Dios está convirtiendo nuestras batallas en bendiciones.

Por : Carlos Benavides 

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