EL EVANGELIO VIGENTE
Introducción: la fuerte corriente materialista con la cual nuestro mundo se
mueve, no es sorpresa para nosotros, pero si es preocupante. Sin embargo
preocuparnos no es la solución para este creciente problema, sino que es momento
de acción, de ponernos toda la armadura de Dios para poder “sobrevivir” a los
constantes embates que intentan minar nuestra fidelidad y lealtad hacia Dios. Pablo
amonesto a la iglesia en Corinto a recordar el pasado del pueblo de Dios que vivió
bajo el liderazgo de Moisés, y con estas palabras les dio animo a perseverar
fielmente en el camino de Dios, 1 Corintios 10:12-13
I. ¿Qué podían los corintios aprender del pasado?
Cuando leemos el contexto de los pasajes antes mencionados, entendemos varias
importantísimas lecciones, las cuales haríamos bien en aplicarlas en nuestras vidas.
1 Corintios 10:1-5
No quiero que ignoréis, hermanos, que todos nuestros padres estuvieron bajo la
nube, y que todos atravesaron el mar.
2 Todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar.
3 Todos comieron la misma comida espiritual.
4 Todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de la roca espiritual
que los seguía; y la roca era Cristo.
5 Sin embargo, Dios no se agradó de la mayoría de ellos; pues quedaron postrados
en el desierto.
He agregado énfasis en la palabra “todos” ya que pienso que al usarla Pablo
repetidamente al empezar una nueva oración, deseaba que los hermanos notaran
que aunque todos habían sido bendecidos por Dios de la misma forma, no todos
habían recibido la misma bendición al final de sus vidas, pues la mayoría quedaron
postrados en el desierto.
Hebreos 3:18 y a ¿quiénes juro Dios que no entrarían en su reposo?
¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que no
obedecieron?
II. ¿Por qué no entraron todos a la tierra prometida?
De todos los que salieron de Egipto, “casi todos”, la mayoría quedaron postrados
en el desierto, solamente pocos (2) Josué y Caleb entraron a la tierra que él les
había prometido que les daría. Números 14:20-30 esto debido a su obediencia y
fidelidad en Dios.
1. Por lo tanto, la razón por la cual Dios no se agradó de ellos, de acuerdo a
lo que nos dice el escritor de los Hebreos 3:12,19 fue por la dureza de sus
corazones y su incredulidad.
2. Pablo aclara que esa incredulidad de ellos hacia las promesas del Señor,
hicieron que ellos codiciaran, se volvieran idolatras, fornicaran, tentaran
a Dios, y murmuraran. 1 Corintios 10:6-10.
3. Cada uno de estos pecados se dio como resultado de su incredulidad,
pero también a causa de las influencias tanto externas, como internas a
las cuales estuvieron expuestos.
III. ¿Qué demostraron Josué y Caleb al entrar a la tierra?
Ellos han demostrado que ya sea que estemos rodeados por gente incrédula y a
pesar de las influencias internas o externas que batallan en nuestra contra, se puede
obedecer y agradar a Dios.
1. Si aplican lo que dice Dios, 1 Corintios 10:12
2. Si creemos que no nos ha sobrevenido ninguna tentación que no sea
humana, 10:13
3. Si estamos comprometidos con Dios, podremos vencer las tentaciones.
Así que aunque la mayoría de los que salieron de Egipto, no entraron en la tierra
prometida, a causa de su rebeldía e incredulidad. Pablo usa este ejemplo para
enseñar a los corintios, de que si se puede agradar a Dios, y el ejemplo lo dieron
Josué y Caleb. Así como esta fue una lección que los corintios necesitaron en su
tiempo, me parece a mí que es de mucha enseñanza para nosotros también en estos
días.
Al igual que los corintios, “quien piensa estar firme, mire que no caiga”. En la
parábola que Jesús enseño sobre la fiesta de bodas, una frase que nos queda
grabada, es cuando él dijo, muchos son los llamados y pocos los escogidos Mateo
22:14. También en otra ocasión Jesús sorprendió a sus oyentes y quizás también a
alguno de nosotros, cuando el aseguro diciendo las siguientes palabras en relación
a la salvación, Mateo 7:13-14
Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que
lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella.
14 Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y
son pocos los que la hallan.
CONLUSION:
Con esto en mente, podremos estar más alerta de nuestro estado espiritual y
entender los constantes peligros que nos rodean, como por ejemplo:
La amenaza de una sociedad muy poco espiritual
El creciente movimiento sectario social
Las nuevas corrientes religiosas (islam, culto a la muerte)
La amenaza de un evangelio diluido
La amenaza de la educación secular y un gobierno inmoral
La amenaza de la desaparición del “hogar” y la apatía espiritual
Pocos entraron en la tierra prometida de los que salieron de Egipto; en corinto
algunos atendieron el consejo de Pablo; y ahora nosotros estamos ante una
disyuntiva bastante similar a la de ellos. Recordemos que en dondequiera que haya
cristianos fieles y comprometidos con Dios, ahí estará el pueblo de Dios, listos
para enfrentar y sobrevivir por el poder de su gracia y de su evangelio, hermanos
salgamos del error, de las tradiciones y del pecado que nos rodea, Apoc. 18:4
Por : Carlos Benavides
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