IGLESIA DE CRISTO

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ESTUDIOS BÍBLICOS

viernes, 1 de abril de 2022

LA DOCTRINA DEL PERDÓN

 SERIE: LA DOCTRINA DEL PERDÓN

Introducción:

La doctrina del perdón es ampliamente enseñada en la palabra de Dios, siendo nuestro mayor ejemplo Dios, quien diseño un plan desde la eternidad y lo ejecutó impecablemente.

Este plan consistía, en venir al mundo convirtiéndose en hombre para dar su vida como expiación por el pecado y ofrecerles a los hombres, el perdón de sus pecados y así, serles propicio o favorable, permitiendo la reconciliación; del hombre solo es necesario que crea en Jesucristo, en las bendiciones espirituales que ofrece su muerte y obedezca la manera como Dios ha establecido para ser beneficiaros  de este sacrificio.

Pero a pesar de entender que Dios quiere que nos perdonemos los unos a los otros, y vivamos en paz, armonía y comunión; el conflicto entre las personas impide que esto pueda ser así, afectados por su carnalidad, desobediencia, prejuicios y sentimientos negativos causados por las ofensas recibidas.

Se debe seguir enseñando sobre el perdón, porque unos algunos cristianos están en peligro de perder la vida eterna, por la desobediencia al perdón.

Los responsables de enseñar afectados por sus propias experiencias, han generado diferentes interpretaciones sobre el perdón, a pesar de que, es algo que Dios exige y que es claramente enseñado en la palabra.

Hay tantas interpretaciones, que algunas veces han diferencias entre una enseñanza u otra, cometiendo el error de agregar o quitarle a lo que yo llamó la doctrina del perdón. Y confunden a sus oyentes, de tal manera que estos toman lo que más le conviene de esas enseñanzas y desechan lo que no. Con las consecuencias de que termina siguiendo enseñanzas de hombres más que de Dios.

Cuando no se perdona, se cae en una situación que de ofendido o víctima, se convierte en el ofensor o victimario.

Estudiaremos esto, para que entendamos que no es correcto caer en este acto de desobediencia, poniendo nuestros sentimientos o rencores por encima la voluntad de Dios.

1.    El ofendido.

Es aquel que ha recibido un agravio u ofensa de parte de uno o varias personas, en el contexto bíblico hermanos que pecaron contra él. El Ofendido se siente despreciado o humillado mediante palabras o acciones.

Generalmente son acciones injustas, donde no prevalece el amor, el respeto y menos el temor a Dios.

Algunas son tonterías y otros son problemas más graves.

Es un problema que sucede, más seguido de lo que debería, entre algunos miembros de la iglesia que no han dominado su carnalidad y viejo hombre. 1Corintios 3:3 

No es voluntad de Cristo, que estos hermanos caigan en la discordia, la enemistad, los pleitos, las ofensas, en la falta de paz.

Sin embargo, es un problema común entre los miembros de la iglesia, por ejemplo, en el primer siglo algunos llegaron a poner en duda el apostolado de Pablo. 2Corintios 13:1-3  

Las instrucciones de Jesús, es que el ofendido busque a su hermano ofensor, con el fin de que se arrepienta y pueda concederle el perdón. Y al decir que ha ganado a su hermano, es que logró que se arrepintiera y volviera a la comunión con el agraviado y con Dios. Mateo 18:15 

Lucas nos ayuda a entender que significa “si te oyere”, significa “si se arrepiente”; oír, aceptar su pecado y corregir. Lucas 17:3-4 

El esfuerzo del ofendido de perdonar, demuestra su amor por su hermano en desgracia y su obediencia a Dios, por encima de su dolor, de su ira, de su deseo de castigo.

El agraviado debe ser parte importante de la restauración de su hermano que ha pecado en contra de él.

El ejemplo que Dios nos da, es que él mismo tomo la iniciativa de buscar la reconciliación y la restauración del hombre con él, perdonándoles sus pecados por medio del sacrificio y la sangre de Jesús, Dios hecho hombre.

Nosotros como imitadores de Dios, debemos seguir su ejemplo. Colosenses 1:21-23 2Corintios 5:19 

2.    El ofensor.

El hijo pródigo entendió que había pecado contra su padre, pero también contra Dios. Al ofender a su padre también ofendió a Dios. Lucas 15:18 

Ofender, lastimar, agraviar o abusar de otro hermano verbalmente es un pecado contra Dios. Es una injusticia. 1Corintios 6:8-10 

El ofensor comete más de un pecado, ofende a su hermano y a Dios. 1Tesalonicenses 4:6 

 1Tesalonicenses 4:6  y que nadie peque y defraude a su hermano en este asunto, porque el Señor es el vengador en todas estas cosas, como también antes os lo dijimos y advertimos solemnemente.

Generalmente las ofensas están asociadas al mal uso de la lengua y a deudas no pagadas, fraudes, o daños familiares o personales de diferentes tipos, entre otras. Mateo 5:22-24 

El ofensor crea un gran problema, primero peca contra su hermano, le hace tropezar o escandalizarse, lo afecta emocional y espiritualmente, crea la contienda, el pleito, la enemistad, raíces de amargura, la desconfianza, etc. Marcos 9:42 

El ofensor tiene un gran problema, esta de espalda a Dios.

Muchos de ellos creen que, pidiendo perdón a Dios, y no a su hermano ofendido, Dios le perdonará, se engañanRomanos 14:21  Romanos 13:8-10  

3.    Desobedecer a Dios, en abierta rebeldía. Un sin ley o antisocial espiritual.

Todos hemos entendido que el pecado es la transgresión a la ley de Dios, que es desobedecer sus mandatos, su voluntad. 

1Juan 3:4  Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es infracción de la ley.

El significado de este versículo es mucho más profundo de lo que se lee a simple vista; la palabra anomia significa: sin ley, referido a uno que rechaza la ley en rebelión, todo aquel que comete pecado (como hábito, práctica, no la comisión de un acto).

Anomia no es meramente infracción de la ley, sino su rechazo flagrante en rebeldía; actuar y vivir al margen de ella.

La persona que practica el pecado, es un rebelde que vive al margen de la ley; como los conocemos en el mundo, un sin ley, un inadaptado. En la sociedad se le llama antisocial.

4.    De ofendido a ofensor.

Ahora bien, cuando el ofensor o el hermano que ha cometido el agravio, se arrepiente de su mal proceder y pide perdón queriendo restablecer la relación o reconciliarse, está dando los pasos necesarios para dejar de estar en pecado.

Pero sucede que algunas veces el ofendido no quiere perdonar, no quiere arreglar las cosas, no quiere darle la oportunidad al hermano arrepentido, no quiere reconciliarse: en clara y abierta rebeldía y desobediencia a los mandamientos de Dios. Para evitar perdonar exigen que den fruto de arrepentimiento.

Lucas 17:4  Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale. 

El ofendido tiene un mandato directo: perdónalo, si se arrepiente.

Debe aprender a soportar y a perdonar a sus hermanos. Colosenses 3:12-13  Practicando el fruto del espíritu: benignidad, humildad, mansedumbre, paciencia, considerando siempre el ejemplo de Cristo, que nos perdonó sin merecerlo, solo porque fuimos a él arrepentidos y le obedecimos.

Cuando el ofendido desobedece a Dios, porque está lleno de raíces de amargura, rencor, tristeza, etc. Y no quiere perdonar, se convierte de ofendido a ofensor.

Esta pecando contra Dios y su palabra, está demostrando que su amor por Dios no es suficiente para perdonar el agravio. 1Juan 5:3 

Se convierte en ofensor, porque no le está dando, a su hermano, lo que el mismo recibió de parte de Dios el beneficio el perdón. Recuerdan la parábola de los 2 deudores, Dios llama siervo malvado al siervo que fue perdonado, pero no quiso perdonar a su consiervo. Mateo 18:32-35 

Hermano, hermana si no quieres perdonar, si no puedes perdonar tu eres el siervo malvado.

El no perdonar demuestra que no ama a su hermano, ni todo aquel que le haga algo semejante, ni tampoco ama a Dios. 1 Juan. 4:20 1Juan 5:2 

Dios no cambia es el mismo ayer y hoy. No perdonar es pecado. Levíticos 19:17-18

Negar al hermano arrepentido el derecho, que Dios le ha otorgado de recibir perdón, te convierte de ofendido a ofensor de tu hermano, lo consideras no merecedor o digno de tu perdón.

Conclusión:

Usted ya no es el ofendido o la víctima, sino el ofensor cuando:

-       No quiere dar la oportunidad del perdón a su hermano.

-       Tal vez, perdono de boca para afuera, pero tiene raíces de amargura y no ha perdonado de todo corazón.

-       Cuando siempre está recordando lo que su hermano le hizo.

-       Cuando usted dice que perdona, pero no quiere reconciliación ni restauración de la relación.

Negar al hermano arrepentido el derecho, que Dios le ha otorgado de recibir perdón. Te convierte de ofendido al ofensor de tu hermano, lo consideras no merecedor o digno de tu perdón.

Es increíble que, en el mundo, que no tienen la sabiduría de Dios, escuchemos entre las personas que no tienen a Dios expresiones como tales:

Tu esposa o tu hijo o tu mamá o tu padre o tu vecino, etc., estaba enojado contigo. ¿Ya se reconciliaron?

El mundo sabe que la reconciliación es la demostración de que las cosas se arreglaron, de que se hicieron las paces.

Lo hijos del reino lo sabemos, pero algunos no quieren reconocerlo


                            SEGUNDA PARTE 

RESULTADO FINAL DEL PERDÓN BÍBLICO

Introducción:

La doctrina del perdón es ampliamente enseñada en la hermandad. Los evangelistas hacen grandes esfuerzos por enseñar este tema y advertir de las consecuencias negativas de no perdonar a otros sus ofensas.

Y a pesar de eso, aún hay discípulos que repiten que perdonan, pero no olvidan; manteniendo raíces de amargura en su corazón, expresión que implica que realmente no hubo perdón.

En vez de enviar lejos u olvidar la ofensa recibida, prefieren enviar lejos u olvidar a quien les ofendió.

Decir que no han entendido la doctrina del perdón, es darle poco crédito a la constante enseñanza sobre el perdón; más bien pareciera que actúan como el pueblo de Israel, que fueron incrédulos en muchas oportunidades y pensaban que no habría consecuencias por sus desobediencias.

Algunos actúan de esa manera con incredulidad y desobedecen a Dios abiertamente, conocen el peligro espiritual que corren, pero no les importa.

Hay una parte o etapa de la doctrina del perdón que aparece claramente en la biblia, pero que a veces no se le da el énfasis necesario, algunos la obvian e incluso llegan contradecirla. Lo llamo el resultado final del perdón.

Trataré de explicar este punto, mediante dos ejemplos: uno es una parábola, que me atrevería a decir que es una de las más conocidas y utilizadas; y el otro ejemplo tiene que ver con el ejemplo que Dios nos ha dado.

Algunos dicen que perdonar es olvidar, dejar pasar la ofensa recibida; otros que perdonar no involucra olvidar, sino solamente dejar pasar la falta y no tomarla más en cuenta.

Sim embargo, por lo que Dios dice mediante el profeta Jeremías y el autor del libro a los hebreos, olvidar es necesario en el perdón. Jeremías 31:33-34 

En hebreos 10: 17 dice: y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.

En estos versículos vemos claramente lo que significa el perdón.

David en el salmo 32, nos ayuda a entender un poco más el perdón y el apóstol Pablo también, lo que es el proceso del perdón. Romanos 4:7-8 

En el perdón, los pecados son cubiertos, son escondidos, como si se le pusiera una capa o tapa que lo oculta de la vista del ofendido. Un concepto muy relacionado con el significado de expiación y propiciación.

El perdón es un problema para algunos hermanos porque no quieren perdonar; en el fondo de su corazón están llenos de raíces de amargura. Jesús nos dejó clara y dura advertencia en contra del pecado de no perdonar. Mateo18:34-35  Mateo 6:14-15 

1.    El hijo prodigo.

Esta parábola nos deja una gran enseñanza sobre el perdón y las acciones que involucran el verdadero perdón y específicamente el punto que quiero enseñar con esta lección. Lucas 15:11-17 

Hasta este punto, vemos las malas obras del hijo, irrespeto y desprecio a su padre; este hijo representa al pecador, sus obras de la carne y su desobediencia, el irrespeto y el desprecio a las bendiciones y su relación con Dios.

Como siempre las malas decisiones, la imprudencia y la falta de sensatez, lleva a los hombres a la ruina, a las dificultades, a las aflicciones.

Una condición del perdón que Dios concede y que también ordena entre los miembros de la iglesia, es el arrepentimiento, y es maravillosamente ilustrado en esta parábola.

El hijo prodigo se arrepiente, reconoce su pecado en contra de Dios, y en contra de su padre y está consciente de que no es digno, no es merecedor de ser llamado su hijo. Él se dio cuenta de su propia condición de su ruina.

El solo tomo la decisión de volver a su padre. Lucas 15:18-19 

Cuando un hermano es restaurado para volver a la iglesia, es necesario el arrepentimiento, reconocer que ha hecho mal, que ha pecado; he visto algunos casos de hermanos que regresan convencido por los demás, pero no arrepentido; regresan con actitud soberbia culpando a la iglesia, pero no ha así mismo. El hijo prodigo no culpó a su padre por no ser más firme con él o por haberle dado la herencia que aún no le correspondía, él asumió su culpa.

Sin arrepentimiento no hay perdón, ni de Dios, ni de la iglesia, ni de un hermano con otro.

El punto que tiende a olvidarse y del que a veces no se habla, es lo que significa verdaderamente perdonar y es más que olvidar o cubrir la falta: Lucas 15:20-24 

ES LA RECONCILIACIÓN DEL PECADOR CON EL OFENDIDO Y LA RESTAURACIÓN DE LA RELACIÓN A SU ESTADO ANTERIOR

El padre no guardo rencor en contra de su hijo, no le exigió que le devolviera lo que había perdido, no le reclamo por lo que había hecho, no lo humilló bajándolo a una condición de jornalero, lo recibió como su hijo que había vuelto a la vida.

Todo lo dejó atrás, lo echo al olvido, decidió tapar, cubrir el pecado de su hijo, permitió que su hijo se reconciliaría con él y lo restauró a la antigua relación que tenían.

RECONCILIAR: Hacer que restablezcan su amistad dos personas, la reconciliación supone recobrar las relaciones, por tanto, ya no es un proceso individual, implica un acercamiento voluntario de las partes antes en conflicto.

Bíblicamente es cambiar de enemistad a amistad, componer una diferencia, es cambiar una relación, de una condición desfavorable en otra favorable.

RESTAURAR: El proceso de llevar a alguien o algo o una relación a su condición original antes del deterioro. La palabra restaurar también se traduce como: Arreglar, remendar, restaurar, completar, perfeccionar, básicamente volver algo o alguien a su estado original.

Eso es lo que hizo el padre con su hijo, cuando le perdonó, el resultado de su perdón fue la reconciliación y la restauración de su relación padre hijo.

He leído y escuchado enseñanzas que pareciera contradecir esta parte del perdón. ¿Puede haber perdón sin reconciliación ni restauración? Por lo que leo en la biblia, no.

Consideren los siguientes puntos: un predicador que peca y dicen que le perdonan, pero no le permiten volver a predicar; el cónyuge que adultera una vez y el cónyuge ofendido dice que le perdona, pero no lo quiere cerca sino bien lejos, no quiere reconciliarse ni la restauración, ¿Realmente perdonó?; Hermano que ofende a otro, luego se “perdonan”, pero la amistad, la comunión, la relación se perdió, desapareció. ¿Hubo perdón?

Cuantas veces se actúa como el hijo mayor, egoísta, sin amor, sin compasión y sin querer dar el perdón ni los beneficios del perdón. A veces algunos miembros de una iglesia, incluyendo sus predicadores, actúan igual al hijo mayor, no quieren perdonar ni reconciliación ni restauración; y eventualmente pueden actuar peor que el hijo mayor, este no le hizo nada a su hermano, solo estaba molesto; pero estos quieren humillar y castigar más que disciplinar. Lucas 15:28-32 

Jesús mediante esta parábola nos enseña lo que significa el perdón. El padre representa a Dios y el hijo prodigo al pecador arrepentido.

2.    El ejemplo que nos da Dios.

Cada uno de nosotros fuimos como el hijo prodigo: irrespetuosos, desobedientes y perdidos en nuestros pecados.

Dios en su gran amor, organizó, planificó, predestinó desde la eternidad, desde antes de crear al mismo hombre y antes de que este cayera de su gracia, de su comunión, de su amistad; darle la oportunidad de reconciliarse y de restaurar la comunión con Él.

Dios predeterminó ayudar al hombre a que se arrepintiera y obedeciera para concederle el perdón, reconciliarlo con él y restaurarlo a la comunión que tenían antes de que entrará el pecado en el mundo.

Adán y Eva, tuvieron comunión con Dios, él les hablaba cara a cara, porque ellos eran sin mancha, sin pecados y esa es la condición para tener comunión con Dios. Por causa de ellos y específicamente de Adán el pecado entró en el mundo y por el pecado, la muerte espiritual, la separación de Dios. Romanos 5:12 

Dios planificó y ejecutó su plan para llevar al hombre de su estado de muerte espiritual a vida espiritual. El hombre que obedece a Dios, es perdonado de sus faltas y reconciliado con él por medio del sacrificio de Cristo; quien pago el precio por nuestros pecados, hizo expiación por nuestras iniquidades y de esta manera las tapó, las cubrió con su sangre, para presentarnos limpios, sin mancha, sin pecado ante Dios. Dios nos ve y nos considera a través de Cristo, porque él se presenta ante Dios a favor nuestro. Hebreos 9:24 

Otras versiones lo traducen: “donde está ahora ante Dios en favor nuestro”, otras comparecer.1Pedro 1:18-20  

Dios no dijo; les perdono, pero no los quiere ver más, tampoco nos perdonó para llevarnos a una condición inferior. Por el contrario, nos quiere a su lado, quiere compartir su morada con nosotros, quiere que le alabemos, que le hablemos, quiere nuestra adoración.

Eso es el perdón bíblico, no el que a veces quiere practicar los hombres.

Éramos enemigos de Dios, ahora somos sus amigos, sus hijos, su familia, herederos y coherederos con el mismo Dios: Cristo.

Pasamos de muerte a vida.

¿Cuánto dicen que perdonan? Pero, la amistad se rompió, la hermandad se rompió, el matrimonio terminó, la confianza terminó, etc. ¿Es eso reconciliarse? NO. Romanos 5:10 

La reconciliación nos fue dada por la obra redentora de Jesús en la cruz, por medio de su muerte. Romanos 5:11 

El Dios ofendido, irreparable, burlado, ignorado, buscó la reconciliación con el ofensor, con el pecador. ¿entendemos porque Dios pide al ofendido que busque a su hermano y le llame la atención con el fin de ganar a su hermano, que involucra el perdón y por tanto la reconciliación? 2Corintios 5:18-21 

Si hay perdón también debe haber paz, y la paz involucra armonía, amistad, quietud en el corazón del ofensor y del ofendido. Colosenses 1:20-21 

Dios buscó la reconciliación, por ello seguimos e imitamos el ejemplo de Dios cuando buscamos a un hermano que nos ha ofendido para que se arrepienta, perdonarlo, reconciliarse y restaurarlo. Lucas 17:3 

La reconciliación va acompañada de la restauración del hombre con Dios, ya no es enemigo, sino hijo de Dios. Cuando perdonamos debemos seguir el ejemplo de Dios, o del Señor que le perdono la gran deuda que le debía a su siervo. 1Juan 3:1-2 

El perdón que Dios nos otorga es superior al que le dio el padre a su hijo prodigo; que le recibió, le puso el mejor vestido, calzado y un anillo en la mano.  1Pedro 2:9-10 

Perdonar debe llevar a la Reconciliación y a la restauración, es volver a tener la relación que el hombre tenía con Dios, es volver a tener la relación que el hermano tenía con sus hermanos, es volver a tener la comunión con la iglesia, etc., etc., etc. 1Juan 1:2-3 

3.    Otros ejemplos.

Jacob y Esaú. Génesis 33. Se reconciliaron y restauraron su hermandad y amistad.

José y sus hermanos. Génesis 45, 50: 15-21. Se reconciliaron, restauraron su relación e incluso la mejoraron.

Dios y David. Sufrió las consecuencias de su pecado, pero finalmente fue reconciliado y restaurado a su antigua relación con Dios.

Conclusión:

Hermanos el perdón involucra la reconciliación y por tanto la restauración de la amistad, de la relación familiar, del amor entre hermanos, de la comunión.

El mejor ejemplo nos los ha dado Dios, no solo tapó, cubrió nuestros pecados por medio de la fe en la sangre de Cristo y la obediencia al evangelio; si no que permitió que no reconciliáramos con Él, adoptándonos como sus hijos y convirtiéndonos en herederos de lo que no merecíamos .

Nosotros caminamos con Dios, vivimos con Dios, está atento a nuestras oraciones, nos ama.

Cuando no hay perdón, la enemistad continua y la relación sigue rota, quebrada.

¿Podríamos afirmar que hubo perdón cuando no hubo reconciliación ni restauración?

 Por : Carlos Benavides








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