EL AYUNO
Ninguna atención se da al ayuno en los periodos Pre-patriarcal y Patriarcal. Hubo
calamidades de varias especies. Sara murió, y Abraham le había asegurado un lugar para
su sepultarla entre los Hititas. Jacob lloró la perdida de Raquel y más tarde la perdida de
José. José lloró la pérdida de su padre, Jacob. Las Calamidades quitan el hambre del cuerpo por la
comida. Hay también ocasiones especiales de eventos religiosos venideros.
El ayuno no fue demandado cuando Israel se encontró bloqueado entre el Mar Rojo y el ejército
Egipcio que lo perseguía. Tampoco fue demandado cuando Israel estuvo al pie del Monte Sinaí
esperando que la ley fuera entregada.
La ley de Moisés tenía solamente un ayuno establecido. El día de la Expiación llamado Yom
Quippur, requirió el ayuno (Lev.23:17; cf. Hech.27:9). La fiesta de los Tabernáculos requirió que
uno pasará tiempo en un refugio temporal, pero no dice nada de abstenerse de comer.
De acuerdo a la ley, el Día de Expiación ocurría en el día del séptimo mes. Era en el otoño
cuando se recogían todas las cosechas del año. Pablo, en su viaje a Roma, vino a Buenos Puertos
cuando el tiempo del ayuno había ya pasado (Hech.27). Las tormentas del invierno podían ser
esperadas.
Fallar en observar el día conllevaba la pena de ser separado del pueblo (Lev.16:29). Los otros
días especiales se llaman "fiestas", no "ayunos", y no requieren ayunar. En el Sinaí, en el día
anterior al Sábado, se recogía una doble porción de maná; no se echaba a perder como en otros
días. La preparación para la comida estaba prohibida, pero no el ayunar. La comida puede
prepararse con anticipación.
En la religión Musulmana, todo el mes del Ramadán es un tiempo cuando el comer es prohibido
desde el amanecer hasta el atardecer. Después del atardecer, uno está en libertad para comer
tanto como uno lo desea.
El pueblo de Israel ayunó al castigar a los Benjamitas por lo que permitieron hacer a la
concubina del Leví (Jue.20:26). En la historia de las guerras de Saúl con los Filisteos, él prohibió
comer. Jonatán, sin saber el voto de su padre, comió, y Saúl lo habría matado si no hubiera sido
retenido por su pueblo que protegió a Jonathan (1 Sam14:24-45). David, al ser dicho por Natán
que el hijo de Betsabé moriría, él se echó sobre el suelo y rechazó la comida hasta que supo que el
niño había muerto (2 Sam.12:15-25).
Jezabel convocó al pueblo en el pueblo de Nabot para ayunar, y después que el ayuno terminó
Nabot fue muerto (2 Rey.21:9). El pueblo de Nínive ayunó ante la predicación de Jonás (Jonás 3:5-
8). El pueblo de Jerusalén ayunó antes de la lectura del rollo de Jeremías (Jer.36:9).
Esther y sus doncellas ayunaron cuando ella supo que Amán estaba planeando destruir a los
Judíos (Esther 4:3, 16). Ella también instó a otros judíos a lo largo del reino a ayudar.
Hay numerosas alusiones al ayuno en los Salmos. David menciona su ayuno por los oponentes
cuando sufrían (Sal.35:13). En Salmos 69:10, él menciona haber ayunado. En Salmos 109:24, él
menciona sus rodillas debilitadas debido a su ayuno y su cuerpo desfallecer.
El profeta Joel, cuando el pueblo estaba enfrentando la plaga de las langostas en un tiempo
antes de la peste tomará control, él dice, “Proclamad ayuno” (Joel 1:14; 2:15). Ocurrió el ayuno
cuando los exiliados de Babilonia hacían preparativos para regresar a Jerusalén (Esd.8:21;
Neh.1:4).
En los capítulos siete y ocho del profeta Zacarías, el pueblo de Betel vino a los sacerdotes en
Jerusalén con una pregunta sobre el ayuno. Durante los setenta años del exilio, el pueblo había
ayunado en los aniversarios de los días que habían provocado el exilio, como la caída de Jerusalén
ante los Babilonios. Ahora que el templo estaba en marcha para la reconstrucción, ¿Deberían estos
días seguir siendo días de ayuno? el sacerdote, de parte del Señor, pregunta si el pueblo había
ayunado para el Señor o para ellos mismos (Zac.7:5). La respuesta sugerida es que habían
ayunado para ellos mismos. La respuesta es negativa. Estos días deben ser días de ayuno.
Hoy, si realizáramos una encuesta sobre lo que la gente piensa que es la actividad religiosa más
efectiva en la que las personas pueden participar, el ayuno estaría en la parte superior de la lista. Si
estuviéramos evaluando en una escala del uno al diez, no hay duda de que el ayuno sería el
número diez. Para una campaña de recaudación de fondos, alguien sugerirá comenzar con el
ayuno. Para lanzar un proyecto, como enviar personas a una misión, se sugerirá el ayuno. Se puede
sugerir el ayuno para aliviar una hambruna o una calamidad, y así continúa.
Hay una declaración impactante hecha en Isaías 58 que parece que nadie sabe que está en la
Biblia.
¿Por qué dice, ayunamos, y no hiciste caso humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido?
He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros
trabajadores. He aquí que para contiendas y debates ayunáis, y para herir con el puño inicuamente;
no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto. ¿Es tal el ayuno que yo escogí, que
de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de
ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Jehová? ¿No es más bien el ayuno que yo escogí,
desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados,
y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes
albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?
Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación delante de ti, y la gloria de Jehová será tu
retaguardia. Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en
medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; y si dieres tu pan al hambriento, y
saciares el alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. Jehová
te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como
huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. Y los tuyos edificarán las
ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de
portillos, restaurador de calzadas para habitar. (Isaías 58:3-12).
Hace muchos años, viste una clase Bíblica en una de las más grandes congregaciones. Una
dama estaba solicitando muy entusiastamente un resumen del ayuno. Le llamé su atención a Isaías
58. Mis palabras cayeron en oídos sordos.
Ana, en el tiempo de la infancia de Jesús, pasaba su tiempo en el templo en ayunos y oraciones
(Luc.2:37). Jesús ayunó cuarenta días y cuarenta noches (Mat.4:2) en el tiempo de la tentación.
Esto creó la atmosfera para la sugerencia del diablo para volver las piedras en pan.
Las personas estaban perplejas que Juan y sus discípulos ayunaban; pero que Jesús y sus
discípulos no ayunaban. Jesús especifica un tiempo cuando ellos ayunarían (Mar.2:18-20). Jesús enel Sermón del Monte prohibió la exhibición externa del ayuno (Mat.6:16-18). El fariseo en su
oración dijo que ayunaba dos veces a la semana (Luc.18:12). Pablo ayunó en Damasco antes que
Ananías le visitará (Hech.9:9). La Iglesia en Antioquía oró y ayunó antes de enviar a Pablo y a
Bernabé (Hech.13:3). Pablo al enumerar sus dificultades dice que frecuentemente ayunaba (2
Cor.11:27). Las personas que naufragaron con Pablo debido a la tormenta en el mar se abstuvieron
catorce días sin probar comida (Hech.27:33); sin embargo, esto no es llamado ayuno.
Pablo amonestó a los Colosenses,
(en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen
en el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario,
en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de
la carne (Col.2:22-23).
El ayuno pasó a las actividades de la Iglesia del siglo segundo y posterior. La Didaché sugiere
ayunar dos veces por semana, pero en días diferentes a los hipócritas, que es su término para los
Fariseos. Escribas posteriores añadieron el ayuno a la oración cuando trataban con la explosión de
los demonios (Mat.17:21 KJV) y presentan a Cornelio orando y ayunado cuando fue instruido para
enviar llamar a Pedro (Hech.10:30 KJV). El ayuno se convirtió en una actividad principal del
Monasticismo. Los Monjes rivalizaban entre sí en la negación de uno mismo. Todavía hay días de
ayuno en el calendario religioso. En particular, la llamada Cuaresma es un tiempo de auto negación.
No estoy oponiéndome al ayuno; pero si hay dos opciones, y el Señor valora una sobre la otra,
voy a favorecer la que él valora más. Amen .
Por: Carlos Benavides
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