IGLESIA DE CRISTO

IGLESIA DE CRISTO
ESTUDIOS BÍBLICOS

martes, 31 de agosto de 2021

EL JUSTO JUICIO DE DIOS

 “1 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.” (Romanos 2:1)  “1 ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive?2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.” (Romanos 7:1-2)     Hermanos y amigos: El juicio humano por lo general es injusto y, de alguna manera, nosotros siempre estamos juzgándonos como hermanos unos a otros, sin ver nuestra conducta que, a veces, es dudosa. Lo mejor sería que le dejáramos los juicios al gran Juez de toda la tierra, nuestro Señor Jesucristo. “2 Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad.” (Romanos 2:2) “28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;29 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades;30 murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres,31 necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;32 quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.” (Romanos 1:28-32) El hombre, hermanos, ha llegado demasiado lejos practicando el mal. Al alcanzar un nivel de rebelión absoluta y, esto es muy triste, porque de cada obra mala que hemos hecho en esta vida, vamos a dar cuenta delante de Dios. “3 ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios?” (Romanos 2:3)      “10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.” (Romanos 14:10) Definitivamente, hermanos y amigos, todos y cada uno de nosotros, que hemos vivido en este mundo que Dios creo, vamos a dar cuenta a Dios de nuestros hechos en esta vida. Ningún ser humano escapará al Justo Juicio De Dios. De ahí la importancia de prepararnos para enfrentar con confianza el juicio final. “4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?” (Romanos 2:4) “9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9) Por lo general, hermanos, tanto el hombre inconverso como el cristiano, menospreciamos la paciencia de nuestro Dios. El inconverso rechaza el evangelio de nuestro Señor Jesucristo y el cristiano se relaja, y pierde el tiempo en cosas que no tienen provecho. ¡Ya es hora de dedicarnos a las cosas que le agradan a Dios! Es decir, a practicar la voluntad de Dios. “5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,” (Romanos 2:5) “5 Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis.6 Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan,7 y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;9 los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,10 cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).” (2 Tesalonicenses 1:5-10) Hermanos, vemos como, tristemente, el hombre piensa en todo, menos en arrepentirse. El tiempo sigue pasando, pero un día no muy lejano, llegará la hora de enfrentar el justo juicio de Dios. En conclusión, hermanos, cada uno de nosotros, que somos hijos de Dios, vamos a hablarle a la gente de este juicio que Dios traerá a la humanidad en la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. Nosotros los cristianos, estamos concientes de que vamos a ser llamados a comparecer y nos preparamos de alguna manera. Pero a aquellos que no saben o no han considerado el juicio de Dios debemos hablarles para que ellos también se preparen. Nuestro deseo y oración es que estemos alertas y preparados para cuando llegue el día y la hora del Justo Juicio De Dios. Que Dios nos ayude y nos bendiga a todos. Amén. 

 POR : CARLOS BENAVIDES 

EL BAUTIZMO 1

                 " EL BAUTISMO ”

INTRODUCCIÓN:  El bautismo Católico Romano: Aspersión o rociamiento.. De infantes: Sin fe Sin arrepentimiento Sin confesión de fe Para el perdón del "pecado original", no los pecados de uno, es decir NO para perdón de "pecados". El bautismo Evangélico: . Algunos practican la aspersión. La mayoría practica la sumersión. Es una profesión pública de su fe. Es un rito iniciativo de la Denominación, o sea para ser miembro en propiedad de determinada secta y para tener privilegios en ella. NO es esencial para la salvación. Los que dan más énfasis al bautismo son los de la secta "Bautista" y aún el credo de la Iglesia Bautista sobre el bautismo declara: "Ahora bien, los hechos y pasajes citados... demuestran la importancia del bautismo, pero NO QUE ESTE SEA ESENCIAL PARA LA SALVACIÓN, pues esta doctrina está en divorcio con la Palabra de Dios...La única diferencia que habrá en un pecador antes y después de ser bautizado, será que ha entrado en las aguas bautismales con los pecados secos y salido con ellos mojados." Generalmente la práctica evangélica es la siguiente: . El pecador acepta a Cristo como su Único y Suficiente Salvador en alguna reunión o campaña evangelistico. Lo puede hacer aun en su propia habitación a solas. Según la doctrina evangélica, tal individuo es, desde ese instante, CRISTIANO que HA RECIBIDO LA SALVACIÓN que Cristo ofrece. TIENE A CRISTO EN SU CORAZÓN Y HA SIDO SELLADO CON EL ESPÍRITU SANTO. Es considerado como HERMANO en Cristo. En seguida empieza un período en el cual recibe doctrina (en la mayoría de los casos, estudia los estatutos de la secta) y está siendo observado para ver si realmente ha nacido de nuevo (dicen que el nuevo nacimiento debe sentirse ANTES de ser bautizado). Al terminar el período estipulado en forma satisfactoria el candidato procede a ser bautizado para profesión pública de su fe y para hacerse miembro en propiedad de la secta con privilegios en ella.. ¿Su bautismo? 1. ¿Fue el Católico Romano? 2. ¿Fue el Evangélico? D. Necesitamos entender que NINGUNO de estos es el bautismo BÍBLICO.

 

I. EL BAUTISMO BÍBLICO ES POR INMERSIÓN. A. "Bautizo" = "baptidzo" en griego = "sumergir" o "zambullir" y NUNCA significa "rociar". El bautismo por aspersión fue practicado como doctrina oficial de la Iglesia Católica Romana a partir del año 1311 después de Jesucristo. B. Romanos 6:3-5 El acto del bautismo incluye el ser SEPULTADO y el ser RESUCITADO. En este caso un tipo de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo - el agua es el sepulcro en el cual uno es sepultado y del cual uno es resucitado. (¿Ha sido sepultado un cadáver cuando tiene un poco de tierra en la cabeza?) C. Juan 3:23 Para efectuar el bautismo se necesitan muchas aguas. Tal no sería el caso si el bautismo fuera aspersión. Pero siendo inmersión se necesita bastante agua para cubrir totalmente el cuerpo del individuo. D. Hechos 8:35-39 La aspersión se podría haber practicado en el carro. El bautismo bíblico hace necesario descender al agua y subir de ella porque es inmersión.

 

II. EL BAUTISMO BÍBLICO ES PARA AQUELLOS QUE: A. Marcos 16:15,16 Tienen fe porque es un acto de fe. Colosenses 2:12 B. Hechos 2:38 Se arrepienten de sus pecados. C. Hechos 8:36-38 Confiesan su fe en Jesucristo. D. Todo esto excluye a los niños pequeños (vea Génesis 8:21).

 

III. EL BAUTISMO BÍBLICO ES ESENCIAL PARA LA SALVACIÓN. A. Gálatas 3:27 Es para entrar en Cristo. Si pudiéramos ser salvos sin el bautismo, podríamos ser salvos sin estar en Cristo. Pero sabemos que esto es imposible. B. Romanos 6:2-7 Es para participar en la muerte, la sepultura y la resurrección de Cristo. Si pudiéramos ser salvos sin el bautismo, podríamos ser salvos sin la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Es para morir al pecado y ser justificado se él. Es para renacer y recibir vida nueva. Si pudiéramos ser salvos sin el bautismo, podríamos ser salvos sin morir al pecado, sin ser justificados del pecado y sin recibir vida nueva. Pero sabemos que esto es imposible. C. Hechos 2:38 Es para recibir el perdón de pecados. Si pudiéramos ser salvos sin el bautismo, podríamos ser salvos sin recibir el perdón de los pecados. ¡IMPOSIBLE! En el bautismo recibimos "el don del Espíritu Santo". ¿Podremos ser salvos sin El? ¡NO! D. Hechos 22:16 Es para lavar nuestros e invocar el nombre del Señor. Si pudiéramos ser salvos sin el bautismo, podríamos ser salvos sin lavar nuestros pecados y sin invocar el nombre del Señor. Pero está claro que tal no puede ser el caso. E. I Corintios 12:13 Es para entrar en el cuerpo de Cristo, no en ninguna denominación humana. Si pudiéramos ser salvos sin el bautismo, podríamos ser salvos sin entrar en el cuerpo de Cristo. Pero esto claramente es imposible. No tenemos necesidad de ser miembros de alguna secta religiosa, pero sí tenemos que ser miembros del cuerpo de Cristo Jesús para ser salvos. Según la práctica evangélica resulta más fácil tener comunión con Cristo que tenerla con las denominaciones humanas. F. I Pedro 3:21 Es para salvación. ¿Puede ser más claro? Los hombres dicen que el bautismo NO es para salvación, pero LA BIBLIA dice que el bautismo NOS SALVA. No es un rito que lava el cuerpo como los lavamientos judíos ("no quitando las inmundicias de la carne" - vea Marcos 7:1-5) sino la obediencia de corazón. Su poder para salvar no es el agua sino el Cristo resucitado. G. Marcos 16:15,16 El Catolicismo Romano enseña: Bautizarse = Ser salvo + creer después. El Protestantismo enseña: Creer = Ser salvo + bautizarse después. Cristo enseña: Creer + Bautizarse = Ser salvo. ¿Quién tiene la razón? Realmente ¿a quién obedeció usted? Su propósito fue obedecer a Cristo, pero si aceptó una enseñanza errada, los hombres le desviaron. Lea I Pedro 1:22; Romanos 6:17,18.

 

IV. EL BAUTISMO BÍBLICO NO ES UN RITO CON PALABRAS CEREMONIALES QUE SE PRONUNCIAN SOBRE LA PERSONA. A. Hechos 2:38 Debemos ENTENDER que vamos a ser Hechos 4:7-10 bautizados "en el nombre de Jesucristo”. Es decir, Mateo 28:18 que vamos a ser bautizados POR LA AUTORIDAD o potestad del Hijo de Dios, NO por la autoridad de ningún hombre ni secta religiosa. B. Mateo 28:19 Debemos ENTENDER que vamos a ser bautizados "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". Es decir que vamos a ser bautizados para entrar en (eis en griego = "en", "entrar en") el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo o sea bajo la autoridad compartida por las tres personalidades de la Deidad. En el bautismo nos unimos a Dios: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Llegamos a participar de la naturaleza divina (II Pedro 1:3,4) y de la familia divina. C. No hay ningún ejemplo de la CEREMONIA bautismal practicada por la iglesia del Nuevo Testamento. No hay ningún ejemplo de algún cristiano diciendo en el momento del bautismo: "Yo te bautizo en el nombre de Jesucristo" NI "Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo". Podemos decir todo esto Y que es para perdón de los pecados y que la persona va a recibir el don del Espíritu Santo, pero lo importante es que el individuo que se esté bautizando lo ENTIENDA, NO QUE SE DIGA EN EL INSTANTE DEL BAUTISMO. Hay que enseñarle todo esto, NO sencillamente pronunciarlo sobre él. La pregunta, "¿Ha sido invocado Su nombre sobre ti?" NO ES UNA PREGUNTA BÍBLICA. LA BÍBLICA NO ENSEÑA que Su nombre debe ser invocado sobre uno sino que uno debe INVOCAR SU NOMBRE (Hechos 22:16; Romanos 10:13).

 

CONCLUSIÓN: ¿QUE IMPIDE QUE USTED SEA BAUTIZADO? A. ¿La fe? B. ¿El arrepentimiento por sus pecados? C. ¿La confesión de su fe? D. ¿Qué impide? E. ¿Ya fue bautizado BÍBLICAMENTE? Efesios 4:4-6; Hechos 19:1-5. Si su bautismo no fue el que Cristo enseña y manda en Su Palabra, debe imitar a los efesios y ser bautizado bíblicamente por la autoridad y conforme a las enseñanzas del Hijo de Dios. Dios solamente reconoce este bautismo BÍBLICO. F. Si desea, puede hacerlo ahora mismo (siguiendo el ejemplo bíblico de los 3000 del día de Pentecostés - Hechos 2:37-41; el etíope - Hechos 8:34-39; el carcelero de Filipos - Hechos 16:25-34. G. "Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre" (Hechos 22:16). En Hechos 19:1-5, encontramos un ejemplo de personas que se tuvieron que bautizar dos veces. El apóstol Pablo encontró a un grupo de discípulos en Efeso que admitieron que fueron bautizados “en el bautismo de Juan” (Hechos 19:3). Y el versículo cinco dice, “Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús”. Aunque estas personas ya se habían bautizado, tenían que bautizarse de nuevo porque su bautismo faltaba algo. Es cierto que fueron bautizados por inmersión y que fue “para perdón de pecados” (Marcos 1:4); pero su bautismo no se hizo en el nombre de Jesucristo como lo enseña Hechos 2:38; 10:48; 19:5. Tampoco se habían bautizado en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo (Mateo 28:19). Ya que en su primer bautismo faltaba un elemento esencial, tuvieron que bautizarse otra vez. ¿Cuándo es necesario bautizarse por segunda vez? Si en nuestro bautismo, falta una de las siguientes características del bautismo bíblico, sabemos que tenemos que bautizarnos otra vez. 1. EL MODO CORRECTO: una sepultura o sea por inmersión (Romanos 6:3; Colosenses 2:12). Somos “sepultados en el bautismo”. Entonces si somos rociados con agua, como practican muchas denominaciones, nuestro bautismo carece el modo correcto y por lo tanto tenemos que bautizarnos de nuevo –esta vez por la sumersióncompleta del cuerpo en agua. 2. LA AUTORIDAD CORRECTA: en el nombre de Cristo (Hechos 19:5). Si somos bautizados por la autoridad de cualquier persona que no sea Jesucristo –tal como Ellen White, o José Smith, nuestro bautismo no tiene la autoridad correcta, y por lo tanto hay que bautizarnos otra vez. 3. EL PROPÓSITO CORRECTO: para perdón de pecados (Hechos 2:38; 22:16). Si fuimos bautizados como una confesión de fe (pensando que ya somos salvos), como enseñan muchas iglesias evangélicas, nuestro bautismo carece del propósito correcto (“para perdón de pecados”), y por lo tanto necesitamos bautizarnos otra vez. 4. EL SUJETO CORRECTO: un creyente arrepentido (Hechos 2:38; 8:37; Marcos 16:16). Finalmente, si fuimos bautizados pero no creímos o no nos arrepentimos, como es el caso cuando nos bautizamos porque nuestros padres, nuestro esposo, o novio nos presionaron que lo hiciéramos (y nos bautizamos para agradarles a ellos en vez de a Dios), entonces nuestro bautismo carecía de una fe sincera y un arrepentimiento del corazón. Por lo tanto tenemos que bautizarnos otra vez. Cuando uno se bautiza, porque en su primer bautismo faltaba un elemento esencial, realmente no se está bautizando OTRA VEZ. Según la escritura, ¡esa persona finalmente se está bautizando bíblicamente por PRIMERA vez! Cuando nos hemos bautizado bíblicamente UNA VEZ, ¡jamás necesitaremos bautizarnos de nuevo! Digamos que una persona se bautiza bíblicamente, y comete un pecado. Ahora solamente tiene que arrepentirse y confesar sus pecados a Dios en una oración (Hechos 8:22; 1 Juan 1:9). ¿Se ha bautizado usted bíblicamente? Al Momento del Bautizo Add comments Por Paul Melton Algunos se burlan y menosprecian el bautismo bíblico. Una vez, un predicador dijo, “¡Ustedes creen en el bautismo porque quieren conocer los peces!” A pesar de los que socavan la importancia del bautismo, la Biblia todavía enseña que Dios hace grandes maravillas para nosotros cuando nos bautizamos. A continuación estudiemos algunas de ellas. I. Al momento del bautizo, Dios nos circuncida (Colosenses 2:11,12). Antes de bautizarnos, estábamos “muertos en pecados y en la incircuncisión de nuestra carne”. ¡Estábamos incircuncisos espiritualmente! ¡Estábamos en pecado! Nuestras almas estaban arropadas con pecado. Pero en el bautismo, Cristo nos circuncida. Colosenses 2:11,12 dice: “En él también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha con manos, al despojaros del cuerpo pecaminoso carnal mediante la circuncisión que viene de Cristo. Fuisteis sepultados juntamente con él en el bautismo, en el cual también fuisteis resucitados juntamente con él, por medio de la fe en el poder de Dios que lo levantó de entre los muertos”. Jesús nos ha circuncidado. No nos circuncida físicamente, porque fuimos “circuncidados con circuncisión no hecha con manos” de hombre. Fueron las manos de nuestro Salvador las que obraron nuestra circuncisión. Jesús ha cortado el prepucio de nuestro corazón. ¿Qué es esta circuncisión espiritual? ¿Es la circuncisión espiritual el bautismo? No puede ser el bautismo porque el bautismo es algo que NOSOTROS hacemos, mas la circuncisión es algo que hace el Señor mismo. La circuncisión espiritual es el “echar de nosotros el cuerpo pecaminoso carnal”, es decir, la eliminación (despojo) del pecado del alma de uno. En el Antiguo Testamento, los judíos circuncidaban físicamente a sus niños varones. Cuando el tierno cumplía ocho días de edad, un judío mayor tomaría un cuchillo de piedra y cortaría el prepucio de su cuerpo. De la misma manera, cuando somos bautizados, Jesucristo en un sentido figurativo, toma un cuchillo y corta nuestros pecados de nuestra alma. Si usted se ha bautizado, sea hombre o mujer, Cristo le ha circuncidado. II. Al momento del bautismo, Dios lava nuestra alma. Cuando el rey Salomón edificó el magnífico templo de Dios, construyó afuera de él, un lavabo gigante llamado LA FUENTE. La fuente podía contener 12.000 galones de agua. Antes de entrar al templo, los sacerdotes tenían que lavarse en este gran lavabo (1 Reyes 7:23-26). No se permitía a los sacerdotes entrar al templo para adorar a Dios, sin antes lavarse en LA FUENTE. Lo mismo se aplica a nosotros. Si no nos lavamos por medio del bautismo, no podemos acercarnos a Dios para adorar su nombre. Hebreos 10:21,22 nos dice, “y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura”.Tal como estos judíos tenían que lavar la tierra de sus cuerpos, nosotros tenemos que limpiar nuestras almas de la suciedad del pecado mediante el bautismo. Ananías le dijo a Saulo, “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y LAVA tus pecados, invocando su nombre” (Hechos 22:16). III. Al momento del bautismo, Dios nos salva de derramamiento de su ira (1 Pedro 3:20,21). Dios aborrece el pecado y cuando miró la maldad del mundo en los días de Noé, dijo: “Destruiré al hombre que he creado de la faz de la tierra”. ¡Y eso es exactamente lo que hizo! Sin embargo, salvó a una familia de ocho personas. Hermanos, Dios todavía aborrece el pecado y está listo para derramar su ira sobre nosotros. ¿Cómo pues nos podemos salvar? ¡Dios nos salvará de la misma manera que salvó a Noé! Noé fue salvo por GRACIA. “Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6:8). Noé también fue salvo por FE. “Por la fe Noé, … con temor preparó el arca en que su casa se salvase” (Hebreos 11:7). Tercero, Noé fue salvo por AGUA. 1 Pedro 3:20 dice que “ocho fueron salvados por agua”. De igual manera, somos salvos por GRACIA y FE. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe” (Efesios 2:8). Tal como Noé, somos salvos por AGUA. “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva” (1 Pedro 3:21). IV. Al momento del bautismo, Dios nos pone en el cuerpo de Cristo. “Porque por un sólo espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo”. Ya que el cuerpo es la iglesia (Colosenses 1:18), cuando me bautizo en el cuerpo de Cristo, me estoy bautizado en la iglesia de Cristo. Cuando nos bautizamos, el Señor nos añade a su iglesia (Hechos 2:47). Al momento del bautismo, Dios nos pone en una relación con el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Mateo 28:19 dice, “Haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. En el bautismo Dios viene a ser nuestro Padre y Cristo nuestro esposo espiritual. Al momento del bautismo, Dios nos pone en la muerte de Cristo (Romanos 6:3). Somos bautizados “en su muerte”, el lugar donde Cristo derramó su sangre. Cuando los soldados “le vieron ya muerto” a Jesús, uno de ellos “le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua” (Juan 19:33,34). Sin la sangre de Cristo, el bautismo no vale nada. La sangre de Cristo nos puede redimir (Efesios 1:7), nos limpia de pecado (Apocalipsis 1:5,6), nos justifica (Hebreos 10:29), nos reconcilia (Ef. 2:13), nos perdona (Mateo 26:28), y nos limpia la conciencia (Hebreos 9:13,14). Dios ha escogido el bautismo como el acto en el cual Dios aplica la sangre redentora de Cristo a nuestras almas. ¿Quiere ponerse en contacto con la sangre de Cristo? Entonces, ¡bautícese!

 POR : CARLOS BENAVIDES 

sábado, 28 de agosto de 2021

BORRÓN Y CUENTA NUEVA

¡Borrón y cuenta nueva!

I. Introducción. 

A. El tema "Borrón y cuenta nueva" es un adagio popular que encierra una excelente enseñanza bíblica.

B. Ofrece esperanza: "La deuda queda cancelada. Empecemos de nuevo".

II. Aplicaciones y lecciones. 

A. El trato que ofrece Dios a todo pecador (hombre, mujer y joven) que arrastra por la vida la deuda pesada de la desobediencia y rebeldía. 

1. Efectivamente, Dios le dice: "Borrón y cuenta nueva". Es decir: "Te perdonaré todas tus deudas. Borraré todas tus culpas" (Isaías 1:18).

2. ¿Cuáles son las condiciones del trato?

a) Confesar el nombre de Cristo (Romanos 10:8-10 ; Mateo 10:32-33).

b) Creer de todo corazón que Cristo es el Hijo de Dios (Romanos 10:10; Marcos 16:16; Hechos 8:34-39).

c) Arrepentirse y bautizarse (Hechos 2:38).

3. ¿Con qué lógica o justificación rechazar el pecador oferta tan magnánima?

4. ¡Qué malo, desalentador, deprimente y agobiante es tener muchas deudas! ¿De acuerdo? Un peso que aplasta. Un mal que amarga. Una de las causas principales del divorcio y la ruina de familias.

5. Romanos 13:8dice: "No debáis a nadie nada". Buen consejo, ¿no cree?  

a) No deberíamos endeudarnos al extremo de no poder cumplir con los compromisos económicos. Sin embargo, muchas personas lo hacen, incluso no pocos cristianos.

b)  Debemos responder responsablemente a todo contrato u obligación material.

c) No deberíamos abusar de la confianza de los miembros de la iglesia, familiares, amigos o conocidos, solicitándoles préstamos, los que luego no pudiéramos pagar o que tardáramos demasiado en saldar, o que no pagáramos nunca porque se trata de "hermanos en la fe, en el Señor". 

6. ¿Cuál es su deuda más grande y onerosa? ¿Alguna hipoteca o préstamo cuantioso? ¿Cuánto debe su casa, su carro? ¿Quién es el acreedor a quien más debe? ¿Quisiera usted que él le borrara esa deuda? ¿Estaría dispuesto a cumplir algunas condiciones sencillas? 

7. Supongamos que el acreedor viniera donde usted, diciéndole: "Vaya y sumérjase doce veces en el lago Guajataca [sustituir el nombre de un lago o río que usted y su audiencia conozcan], y te perdonaré toda la deuda. Créame, y lo haré; te doy mi palabra". ¿Quién se niega? ¿Qué hace toda persona que confiara en la palabra, o sea, la promesa del acreedor? Claro, obedecer, acatar, cumplir enseguida, lo cual significaría zambullirse doce veces –ni cinco, ni diez sino doce- en el lago particular nombrado, y no en otro. 

8. ¿Estaría usted dispuesto a cumplir con las condiciones específicas para borrar tal deuda material? Si responde en lo positivo, entonces, ¿por qué titubear en cumplir las estipulaciones exactas que Dios establece para que se borre su enorme deuda espiritual? Deuda que ningún ser humano podrá pagar jamás. 

B. "Borrón y cuenta nueva": importante y preciosa enseñanza también para los cristianos, pues su fruto grato es reconciliación, comunión edificante y paz en la iglesia. 

1. Apoyándose en esta norma, el cristiano puede empezar cada día con una hoja en blanco. Habiendo pedido perdón la noche anterior, duerme tranquilo y ¡amanece el próximo día sin culpa alguna! ¡Sin la deuda del pecado!  

2. Después de cada tropiezo, pecado, error o flaqueza, pide perdón (1 Juan 2:1-2) y, habiéndose arrepentido de corazón, tiene la seguridad de que Dios le perdona. 

3. Querido hermano, hermana, si usted peca contra su hermano o hermana en la fe, el remedio es fácil: pedir perdón. “Borrón y cuenta nueva” entre usted y el ofendido; entre usted y el que usted mismo hizo tropezar, debilitarse, enfriarse, salir de la iglesia (Mateo 5:23-24; Lucas 6:37). 

4. De haber usted pecado contra la congregación, puede y debe procurar reconciliarse lo más pronto posible (Santiago 5:16) con toda la feligresía con el propósito de remover todo obstáculo a la plena comunión, toda sospecha, toda causa de maledicencia. Confesar públicamente su ofensa. No esquivar, minimizar o justificar a medias su pecado. Admitirlo. Al tratarse de un pecado sexual tal como el adulterio o la fornicación, no conviene divulgar detalles íntimos que escandalizaran aún más. Es preciso ser escueto, usar de tacto, valerse de una fraseología que no añada leña al fuego. 

C. El adagio es válido e importante para los matrimonios. Cuando surgen conflictos serios y el hogar está al borde del colapso, la pareja puede y debe reconciliarse reafirmando su amor y compromiso por medio de acordar borrar el pasado y comenzar de nuevo.  ¡Qué saludable para el matrimonio es este sabio refrán! ¡Borrón y cuenta nueva!

1. Hermano, amigo, ¿está su matrimonio a punto de fracasar a causa de ofensas acumuladas, un montón de dimes y diretes no perdonados? Pues, por favor, aborde, mediante un diálogo disciplinado, el asunto con su cónyuge, procurando los dos eliminar de una vez esas causas feas de infelicidad conyugal, de tremendo estrés entre esposo y esposa, de amargas recriminaciones y peleas verbales, si bien no físicas. 

2. Sea usted el primero en iniciar el proceso de curación, humillándose, pidiendo perdón y suplicando que todo quede borrado para que haya un nuevo comienzo. Los “nuevos comienzos” son muy necesarios y traen muchas bendiciones, algunas quizás jamás previstas o de una calidad nunca anticipada.

D. El adagio ¡Borrón y cuenta nueva! es válido e importante para el individuo referente al desarrollo de su carácter, personalidad, actitudes, actuaciones, normas de conducta, etcétera. Aunque le cueste trabajo, puede borrar lo indeseable, cultivando en lugar de ello valores superiores. 

III. La parábola de los dos deudores enseña que nuestro Padre celestial está muy dispuesto a cancelar la deuda del pecado (Mateo 18:23-35).

A. Mateo 18:27. Dios es misericordioso. Está dispuesto a perdonarnos las deudas más grandes. “El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.”

1. Hay quienes no aceptan la invitación de Cristo porque aún no comprenden cuán grande es la misericordia de Dios. Se escuchan lamentos como el siguiente: "No puedo ser cristiano porque mis pecados son muchos y muy feos. No soy digno de acercarme a Dios. No me atrevo a presentarme delante de él". 

2. A los que se atribulan con pensamientos semejantes les conviene oír atentamente la oferta que Dios les hace y aprender a confiar en su misericordia. "Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana" (Isaías 1:18).

3. También confirma la gran misericordia de Dios lo que el apóstol Pablo experimentó y la aplicación que él hace en 1 Timoteo 1:12-16. “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hizo por ignorancia, en incredulidad. Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna.”

B. Mateo 18:28-35. Al ser perdonados, debemos perdonar "de todo corazón" a las personas que pequen contra nosotros (Mateo 18:35). El contrato espiritual para salvación de las personas que NO estén dispuestas a perdonar será cancelado y sus tremendas deudas declaradas vencidas de nuevo (Mateo 18:32-34). Entonces, ¿con qué pagarán sus deudas para con las almas perjudicadas y el Dios de justicia?

C. No menospreciemos la grandeza de la misericordia de Dios. Su “benignidad, paciencia y longanimidad” se resaltan en Romanos 2:4. “¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?”  

D. Amigo, amiga, le animamos a que cumpla hoy mismo las condiciones de creer, arrepentirse y bautizarse para que su deuda quede borrada y se abra una cuenta nueva en el cielo donde pueda hacer depósitos para vida eterna (2 Timoteo 1:12).

Por : Carlos Benavides 

¿Por que Dios permite que la gente inocente sufra?

¿Por que Dios permite que la gente inocente sufra?

Esta es una de las preguntas más dificiles de responder para un Cristiano.
El "problema del dolor" como una vez dijo el conocido erudito Cristiano C.S. Lewis, es el arma más potente del ateísmo contra la fé cristiana.
Toda la ciencia verdadera y la historia, si son bien entendidas, soportan la existencia de Dios. Esta evidencia es tan fuerte, que, como la biblia dice "dice el necio en su corazón: No hay Dios" (Salmo 14:1)
Muchos ateos, sin embargo, sin ninguna evidencia objetiva en la cual basar su creencia en que "no hay Dios", deben recurrir finalmente a objeciones filosóficas. Y este problema del sufrimiento es la más grande de ellas.
Esto es, dicen ellos, ¿como puede un Dios de amor permitir en su mundo cosas como guerra, enfermedad, dolor y muerte, especialmente cuando sus efectos, a menudo son sentidos más intensamente por quienes son aparentemente inocentes? Entonces El no es un Dios de amor y es indiferente al sufrimiento humano, o El no es un Dios de poder, y, por lo tanto, es incapaz de hacer algo al respecto. En cualquier caso, el Dios Bíblico quien es supuestamente de poder absoluto y perfecto amor viene a ser un anacronismo imposible… O, eso es lo que ellos dicen!
Esta es una verdadera dificultad, pero el ateismo ciertamente no es la respuesta, ni tampoco el agnosticismo. Mientras que hay mucho mal en el mundo, hay aun mucho más bien. Esto se prueba por el simple hecho de que la gente normalmente trata de aferrarse a la vida lo más que puede. Además, todos, instintivamente reconocen que “bueno” es un orden mayor de verdad que “malo”
Debemos también reconocer que nuestras mentes fueron creadas por Dios. Sólo podemos usar nuestras mentes hasta el donde El permite y, además, totalmente presuntuoso para nosotros, usar la mente para cuestionarlo a El y sus motivos.

"El juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?" (Génesis 18:25)

"¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?" (Romanos 9:20).

No hemos establecido por nosotros mismos los estandares de qué es correcto. Sólo el Creador de todo puede realmente hacerlo. Debemos creer esto, en nuestra mente y corazón, así lo entendamos o no, que cualquier cosa que Dios haga es, por definición, correcta.
Habiendo aceptado esto por fé, somos libres de buscar formas en las cuales podamos obtener beneficios espirituales del sufrimiento en nuestra vida, de la misma forma que de las bendiciones. Del mismo modo que consideramos estas cosas, es de gran ayuda mantener continuamente las siguientes verdades en nuestra mente.
Realmente no existe ningún “inocente” sufriendo.
Ya que "…todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23), no hay nadie que tenga el derecho de librarse de la ira de Dios basado en su inocencia.
Tan pronto como los bebés, u otros que puedan ser mentalmente incompetentes, puedan distinguir lo correcto de lo incorrecto, es claro según las Escrituras y la experiencia universal que ellos son pecadores por naturaleza, por lo cual, inevitablemente, serán pecadores por elección propia tan pronto como sean capaces de serlo.
El mundo está hoy bajo la maldición de Dios (Génesis 3:17) a causa de la rebelión del hombre en contra de la Palabra de Dios.
Esta "esclavitud de la corrupción" con "toda la creación gimiendo a una, y a una con dolores de parto hasta ahora" (Romanos 8:21-22), es universal, esto es, afecta a todos los hombres, mujeres y niños en todo lugar. Dios no creó el mundo de esta forma, y un día pondrá todas las cosas en orden nuevamente. En ese día "Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor" (Apocalipsis 21:4)
Jesucristo el Señor, quien fue el único hombre verdaderamente “inocente” y “justo” en toda la historia, no obstante ha sufrido más que cualquier otra persona que haya vivido.
Y lo hizo por nosotros! "Cristo murió por nuestros pecados" (1ª Corintios 15:3). El sufrió y murió, para finalmente librar al mundo de la Maldición, es más incluso ahora El puede librar del pecado y la esclavitud a todo aquel que le reciba por fé como Señor y Salvador personal. Esta gran liberación del pecado inherente, así como el pecado cometido, muy posiblemente también asegura la salvación de aquellos que han muerto antes de alcanzar la edad de elegir conscientemente lo incorrecto por sobre lo correcto.
A través de nuestra completa fe en la bondad de Dios y la redención de Cristo, podemos reconocer que nuestros sufrimientos presentes pueden llegar a ser para Su gloria y para nuestro bien.
El sufrimiento de la gente no salva, es comunmente usado por el Espiritu Santo para que ellos se den cuenta de su necesidad de salvación y se vuelvan a Cristo en arrepentimiento y fé. Los sufrimientos de los Cristianos deben ser siempre un medio de desarrollar una mayor dependencia de Dios y un carácter semejante al de Cristo, si son adecuadamente "ejercitados en ella" (Hebreos 12:11)
Por lo tanto, Dios es amoroso y misericordioso incluso cuando "en el presente" El permite que vengan a nuestras vidas pruebas y sufrimientos.

"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." (Romanos 8:28).

Por : Carlos Benavides 

viernes, 27 de agosto de 2021

LA VIDA CRISTIANA DE UN RECIEN CONVERTIDO

LA VIDA CRISTIANA

(11 Corintios 5:17)

 

 

I:  ¿QUÉ ES LA VIDA CRISTIANA?

1.    La vida cristiana es la nueva vida en Cristo. El cristiano sabe que ahora debe vivir para su Señor y agradarle en todo. Toda su actuación será siempre la actuación de un cristiano. Jesucristo ocupa ahora  el lugar central de su vida.

2.   Textos: Fil. 1:21; Gálatas 2:20

 

II:  ¿CUÁL ES EL IDEAL SUPREMO DE LA VIDA CRISTIANA?

1.    El ideal supremo de la vida cristiana es llegar a ser cada vez más semejante al Señor Jesucristo. El es nuestro ejemplo supremo, y el perfeccionamiento de nuestra salvación es que lleguemos a ser como él es. El cristiano procura imitar concientemente a Jesús.

2.   Textos:  1 Juan 3:2; Fil. 2:5; 3:12

 

III:  ¿CUÁLES SON LOS DEBERES PRINCIPALES DE LA VIDA CRISTIANA?

1.    La vigilancia y la perseverancia. Vigilar es no dormirse espiritualmente, sino estar alerta a los peligros y a las tentaciones que rodean continuamente al cristiano. En la mayoría de los casos, los cristianos caen por falta de vigilancia. El cristiano también debe perseverar en el bien y en su fidelidad al Señor.  Esto requiere de un esfuerzo inteligente. Hay algunos que empiezan en el camino de la fe, pero luego se apartan.  Algunos son fieles cristianos por muchos años, pero luego poco a poco, o aún repentinamente , desisten y se vuelven negativos cayendo así de la gracia de Dios. Lo importante es que día tras día, no importa que pase, el cristiano siga igual, y aún mejor, creciendo en el Señor.

2.   Textos:  Mateo 26:41; 1 Pedro 5:8,9; Gál. 6:9; Mat. 24:13; Lucas 9:62.

 

IV:  ¿CUÁL ES EL GRAN INCENTIVO PARA VIVIR LA VIDA CRISTIANA?

1.    La promesa y la esperanza de la segunda venida de Jesucristo. Sabemos que el Señor volverá para levantar a su pueblo amado y redimido. No nos veremos frustrados en nuestros esfuerzos. No estamos trabajando en vano. Vivimos, pues, para alcanzar una meta. Nuestra actitud como la de las cinco vírgenes sensatas o prudentes, debe ser la de esperar la venida del Esposo. Cristo llegará y nos levantará.

2.   Textos:  Mateo 24:42; 25:4,7; 1 Juan 3:2; Tito 2:13; 1 Tes. 4:16-18)

 

V:  ¿CÓMO DEBE CONSIDERAR EL CRISTIANO SU PROPIO CUERPO?

1.    Antes que un hombre se convierta a Cristo, su cuerpo es por lo general un instrumento de pecado, pero ahora en su nueva vida, el cuerpo debe ser un instrumento de justicia y santidad. El cristiano debe glorificar a Dios por medio de su cuerpo, porque este es el templo del Espíritu Santo y debe presentarlo en sacrificio vivo. En otras palabras, el cristiano ya no debe hacer con su cuerpo o por medio de el lo que quiera, sino lo que es correcto, edificante, y que de un buen testimonio del poder transformador del Evangelio.

2.   Textos:  Romanos 6:19,22; 12:1-2; 1 Corintios 6:12

 

VI:  ¿QUÉ ES LA VIDA CRISTIANA EN ESENCIA?

1.    La vida cristiana en esencia es “una negación”, lucha y disciplina. El “yo” tiene que morir y una cruz debe ocupar su lugar, o sea Cristo mismo. Pero perseverar en esto supone lucha. Cada día, en verdad, el cristiano es un soldado de Jesucristo, siempre librando una batalla a muerte contra Satanás. Nuestro anhelo constante debe ser vivir la vida que a vida eterna nos conduce. Lo normal en el cristiano es “ir en pos de Cristo”. Cristo es el guía, el Maestro, el Jefe. Es nuestro deber seguirle.

2.   Textos: Mateo 16:24-26; 1 Cor. 9:25-27; Gálatas 2:20; Efesios 6:12)

 

VII:  ¿CONTRA CUALES PECADOS DEBE EL CRISTIANO VIVIR ALERTA?

1.    El cristiano debe estar prevenido contra la pereza espiritual y enfriamiento general de su vida espiritual. Hay lo que llamamos “cristianos fríos” (tibios). Esta clase de cristianos mas bien estorban a la obra del Señor. La frialdad es una actitud de indiferencia hacia las cosas del Señor. El mayor obstáculo a la obra del Evangelio en el mundo no son los enemigos propiamente dicho, sino los mismos creyentes cuando no hacen nada positivo en pro de la causa, y más bien dan un mal testimonio. La carnalidad es el pecado de tales personas. Usted no sea un cristiano carnal, sino un cristiano espiritual.

2.   Textos:  Romanos 12:11; 1 Cor. 2:14,15; 3:1-3

 

VIII:  ¿CUÁL ES EL MINISTERIO DEL ESPIRITU SANTO EN EL CRISTIANO?

1.    El trabajo del Espíritu santo en la vida del cristiano consiste en ir formando paulatinamente la imagen de Cristo en el creyente. El Espíritu Santo ha revelado la total voluntad de Dios. Santifica y fortalece. Ayuda al creyente a entender mejor las Escrituras, santifica, aparta para que seamos vasos de honra para el servicio del Señor. Nos da poder para resistir al enemigo común de nuestras almas que es el diablo. El Espíritu Santo redarguye de pecado por medio de las Escrituras, lo impulsa a volver al camino de la obediencia por la exhortación de su palabra.

2.   Textos: Juan 16:7-11; Romanos 8:13-16; Efesios 4:30;  11 Corintios 3:18)

 

IX:  ¿QUÉ PRÁCTICAS CRISTIANAS AYUDAN  A VIVIR UNA VIDA FLORECIENTE?

1.    Leer, estudiar la Biblia y meditar en ella constantemente, vivir una vida de oración y asistir regularmente a los cultos de la iglesia. A través de la Biblia Dios habla al creyente; cuando el cristiano ora, él le habla a Dios. La vida cristiana es entonces un diálogo permanente entre el cristiano y Dios. La oración es el fuego que da calor, la Biblia la despensa que da alimento. Necesitamos la comida para estar fuertes, necesitamos el calor para mantenernos fervientes. Es una buena costumbre orara a Dios antes de comer, al acostarse para dormir y al levantarse en la mañana. La oración de fe es una arma poderosa. Nunca estamos más cerca del Señor que cuando le buscamos de rodillas en oración.  Asistir a los cultos es muy necesario. La vida secular de cada día muchas veces nos abruma sobremanera y nos seca espiritualmente, pero al asistir a la casa de oración con todos los santos, somos renovamos espiritualmente. En su casa(lugar de reunión) Dios siempre tiene un mensaje para nosotros.  Usted hermano, que inicia el camino de la fe, le invito a que no descuide ninguna de estas recomendaciones, y sentirá como crece espiritualmente. Primero hay que crecer para después poder dar.  La vida cristiana es una preciosa aventura de fe. Entre en ella con decisión y gozo. Sepa que el Señor estará siempre a su lado para inspirarle y ayudarle a que sea un varón o mujer conforme al deseo de Dios. Adelante, pues, sin volver para atrás ni un ápice. Dios le bendiga

2.   Textos: Mat. 4:4; Lucas 24:32,45; Juan 5:39; 17:17; Efesios 6:18; 1 Tes. 5:17; Sant. 5:13,15,16.

 

CONCLUSIÓN:

 

A.  Que mi Dios todopoderoso te cuide, te guarde, te aliente con su mano divina.

B.   Que el amado Jesucristo, sea por siempre tu fiel y comprensivo amigo de las mil luchas por este mundo

C.   Que el Espíritu Santo te guíe por sendas de paz y transforme tu vida gloriosamente hasta llegar a ser como  Jesús el Hijo de Dios.

Por : Carlos Benavides 

jueves, 26 de agosto de 2021

LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO

La parábola del hijo pródigo

Una de las parábolas más conocidas de los evangelios es la parábola del hijo pródigo. La encontramos en el evangelio de Lucas, donde a partir del 15:11 leemos:

Lucas 15:11-24
“También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.”

El Hijo de Dios vino a encontrar y a salvar a los perdidos (Mateo 18:11). El que viene a Él nunca será desechado, dice la Palabra (Juan 6:37). No importa lo que uno hace o deja de hacer. No importa si pasado. Lo que el Hijo de Dios quiere es salvar, no condenar (Juan 3:17). La compasión del padre de esta parábola es una figura de la compasión del Dios Padre (Jesús dijo esta parábola en relación al gozo que ocurre en el cielo, cuando un pecador se vuelve a Él). Dios “quiere que todo hombre sea salvo y venga al conocimiento de la verdad” (1 de Timoteo 2:4).

El hijo de esta parábola no podía esperar a que su padre muriera. Quería la propiedad ahí y ahora, aunque su padre aún estaba vivo. Una vez teniéndola en sus manos, lo juntó todo y se fue “a un país lejano”. Quien sabe lo que había escuchado sobre aquel país. Publicidad, TV, radio (si existían) hablaría de ese país. Si tenía mucho dinero, pudo haber tenido “la gran vida” ahí – la “gran vida” que la Palabra describe con dos palabras: “vida pródiga”. Al final, la burbuja se reventaría y el que alguna vez había sido el hijo del padre rico se convirtió en pobre y hambriento. Su hambre era tanta que no tenía nada que comer – y ¡los puercos eran alimentados mejor que él!

Y luego, sucedió algo crítico: “volvió a sí mismo” y pensó: “¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.” ¡El hijo pródigo “volvió a sí mismo”! El momento en que uno “vuelve a sí mismo” por lo general no es el momento en que las cosas van bien, sino el tiempo, como con este hijo, no tenía ni siquiera “algarrobas” para satisfacer su hambre. Por lo cual, el hijo volvió a sí mismo y tomó el camino de regreso a su casa. Todos los pensamientos que tuvo fueron correctos y justos: después de lo que había hecho, no tenía derecho a llamarse hijo de este padre. Había devorado su trabajo viviendo pródigamente. Luego el padre lo vio a lo lejos. Eso demuestra que el padre vigilaba el camino. Aunque el hijo había tomado su herencia y dejado el hogar, el padre no se comportaba indiferente. Cada día lo esperaba a que volviera. Si no lo hubiera encontrado, hubiera ido a suplicarle que regresara – así como el Señor nos suplica que nos reconciliemos con Él (2 de Corintios 5:20:21). El padre esperaba. Vigilaba el camino, y tan pronto como vio al hijo venir, ¡CORRIÓ para encontrarse con él! De verdad, qué imagen tan conmovedora; un padre corriendo para ir a besar a su hijo que se había “tragado” su propiedad viviendo pródigamente. Sin embargo, ¿a caso no es lo mismo con Dios? Estábamos muertos en pecados e iniquidades, hijos de ira, y ahora El nos salvó, nos levantó junto con Cristo y nos sentó junto a Él en lugares celestiales. No por nuestras obras (estábamos muertos) SINO POR SU GRAN AMOR (Efesios 2:4). Como el padre de la Parábola, Dios espera a la oveja perdida, y cuando una regresa, EL CORRE A ABRAZARLA Y A BESARLA. EL PADRE OLVIDA Y BORRA TODO EL PASADO DE CADA HIJO QUE SE VUELVE A ÉL. NO JUZGARÁ A NINGUN CREYENTE; A NINGUNA OVEJA QUE REGRESA, PORQUE LO QUE HIZO FUE DURANTE EL TIEMPO EN EL CUAL ESTABA PERDIDA. “SI ALGUIEN ESTÁ EN CRISTO, NUEVA CRIATURA ES, LAS COSAS VIEJAS PASARON; HE AQUÍ TODAS SON HECHAS NUEVAS” (2 de Corintios 5:17) dice la Palabra de Dios. Luego, el padre de la parábola en lugar de correr a su hijo – así como lo hacen muchos padres cuando descubren las rebeliones de sus hijos, aunque incluso ya se hayan arrepentido – en vez de ponerlo a prueba un tiempo, lo abrazó, lo besó y mató al becerro más gordo que tenía – TODO VOLVIÓ A SER ALEGRÍA. El gozo en el cielo es el mismo cuando un pecador vuelve. Lo que el Señor desea no es la condenación del pecador. Si te han dicho que Dios espera con un látigo si te vuelves a Él, por favor escucha esto: DIOS TE ESTA ESPERANDO ASÍ COMO EL PADRE DEL HIJO PRÓDIGO. TE ESPERA Y UNA VEZ QUE TE VE VENIR, CORRE A ABRAZARTE, BESARTE Y EMPIEZA UNA GRAN CELEBRACIÓN POR TU REGRESO. “Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.” (Lucas 15:7).

 Por : Carlos Benavides 

miércoles, 25 de agosto de 2021

CARACTER Y ATRIBUTOS DE DIOS

CARACTER Y ATRIBUTOS DE DIOS

 Definiciones de términos: Deidad = ser divino o esencia divina. La deidad tiene que ver con la naturaleza, con lo relativo a Dios. 

Divino = Relativo a Dios. 

Naturaleza = Carácter esencial de una cosa, cualidad o cualidades que hacen de algo lo que es.

Relativo = Que concierne o hace referencia a una persona o cosa.

 Carácter. Cuando hablamos del carácter, hablamos de la personalidad, de la manera de ser. Hablamos de la naturaleza de Dios, de sus cualidades, que hacen de algo lo que es. 

Dios creó los cielos y la tierra. No es la intención de la Biblia probar que Dios existe, tampoco la mía. La Biblia lo da por hecho, sin entrar en explicación o en defensa de ello. Dios existe y fue El quien creó los cielos y la tierra, esto lo sabemos por fe.

”Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Hebreos 11:3).

Dios ha existido desde la eternidad.

El hombre  no siendo eterno tiene dificultad de entender este concepto, por ser tan limitado. No esperemos entender cómo es que Dios ha existido desde la eternidad, solo nos basta que así es. La palabra hebrea (EXNIHILO, NIHIL FIT) De la nada, nada viene. Por lo tanto, se entiende, que algo ha existido desde la eternidad, y este “algo” es mas bien “alguien” y este alguien es DIOS. Como dice Moisés en Génesis 1:1 “en el principio creó Dios los cielos y la tierra”.

Dios es un Dios de orden y propósito. La creación es evidencia de la gloria, del poder y deidad de Dios. “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” (Salmo 19:1).

El firmamento es aquello en el espacio que está “firme o fijo” sobre nosotros en cierto orden. Aquí se ve la obra de sus manos. La idea es que Dios hizo los cielos con sus propias manos, todo ese firmamento es adornado por el sol, la luna, estrellas, astros, enseñando su sabiduría y habilidad.

 

Romanos 1:20 “ porque las cosas invisibles de El, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”.

a)  Poder: aquello que trajo al universo su

existencia y que lo sostiene. La creación, muestra la omnipotencia eterna de Dios.

b)  Deidad: (otras versiones dicen divinidad): La

mente perfecta que ha dirigido y dirige aún ese poder (DIOS), el único ser divino, cuando hablamos de la deidad, estamos hablando de Dios. Ambas cosas son eternas y son invisibles.

c)  Se hacen claramente visibles: por medio de lo

que ha sido creado. 

d)  Las cosas hechas: los cielos y la tierra, y

todo lo que en ellos hay. En esto se ve la divinidad de Dios. Detrás de todo este diseño, orden y propósito, está la mente de Dios.

e)  No tiene excusa: en su creación, Dios ha dejado

clara y plena evidencia de sí mismo, (su eterno poder y deidad).

  Atributos.

  1º Dios es uno. “Escucha, oh Israel, el Señor en nuestro Dios, el Señor uno es” (Deum. 6:4).

 2º En esta sublime (excelente, majestuosa) unidad, también hay una trinidad.

(Puntualizamos, que la palabra trinidad no se encuentra en la Biblia, cuando hablamos de la trinidad, hablamos de la deidad). La deidad es ser divino o esencia divino. Divino, relativo a Dios. Por lo tanto cuando hablamos de la trinidad o deidad, estamos hablando de aquello que es divino = el único ser divino es Dios. La deidad se halla constituida por 3 personas, todas eternas, todas iguales, todas divinas. Una en esencia, en propósito, en función.

 

La doctrina bíblica de la trinidad puede ser resumida como sigue: el único verdadero Dios (ya lo hemos dicho) (Deum. 6:4); está compuesto del Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Cada miembro de la divinidad es llamado “DIOS”. 

Ejemplo: Padre “para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas” 1 Cor. 8:6.

Hijo “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” Jn. 1:1.

Espíritu Santo “ dijo Pedro: Ananías ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? … ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a las hombres, sino a Dios”. Hechos 5:3-4.

¿Cómo pueden tres ser uno, y uno ser tres? No es algo que pertenezca a las cosas reveladas, “Las cosas secretas pertenecen al Señor nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley” Deum. 29:29. El diccionario bíblico ilustrado de “Vila Escuaín” dice lo siguiente “es una doctrina que debe ser aceptada aunque no pueda ser comprendida. Cómo tampoco puede ser comprendida la existencia eterna de Dios, la maravilla de Su creación, cómo el mismo hombre  no puede comprender su propia naturaleza, es incomprensible.

(Nunca habéis pensado si somos realmente reales, qué de mi persona,  si todo esto es real). ¡Cuánto más las riquezas del Ser de Dios, que Él se ha placido en comunicarnos en cierta medida).

La respuesta a este misterio revelado en las Escrituras es la adoración al Dios único y verdadero,

Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esto es indiscutible.

 3º Dios es espíritu.

“Dios es espíritu: y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” Jn.

4:24.

Lc. 24:39 “ Dios no es como el ser humano, de carne y hueso.

 4º Dios es omnisciente. Un ser con conocimiento infinito.

a)  sus obras: ¿Dónde estabas tú cuando yo echaba

los cimientos de la tierra? Dímelo, si tienes inteligencia” (Job: 38).

b)  Profecía: nadie, sino solo un ser con

conocimiento infinito pudo haber profetizado lo que la Biblia nos revela. La profecía, comprobada una tras otra vez ofrece una de las evidencias mas grande para la inspiración divina de las Escrituras.

c)  Testimonio directo de las Escrituras: (Isaías

11:9-1º; Hechos 15:18; Rom.16:27).

 5º Dios es omnipotente. Todopoderoso. Para Dios no hay nada imposible.

a)  Sus obras: “Oh, Señor Dios! He aquí que tú

hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti” (Jeremias 32:17).

b)  Testimonio directo: “Yo soy el Alfa y la Omega,

principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apoc. 1:8).

 6º Dios es omnipresente. Dios no puede ser limitado por el espacio ni tiempo.

“¿ a dónde me iré de tu espíritu? ¿ Y a donde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estas tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estas, si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aún allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra” (salmo 139: 7-10). “para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en el vivimos, y nos movemos…” (Hechos 17:27-28). Jeremias 23:23; 1 Reyes 8:27.

 7º Dios es infinitamente justo.

“Justo es dios en todos sus caminos, y misericordioso en todas sus obras” (Salmo 145:17) “Los juicios de Dios son verdad, todos justos” (Salmo 19:9).

 8º Dios es santo. 

“Santo, santo, santo es el Señor Dios todopoderoso” (Apoc. 4:8; 15:4; Isaías 6:3).

 9º Dios es eterno. Está más allá del tiempo y del origen del tiempo. “ Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos” (1ª Tim. 1:17).

 10º Dios es inmutable. Dada la naturaleza de Dios, no hay oportunidad de que pueda ser en algún momento alguna otra cosa que lo que Él es. En otra palabra, es incambiable.

“Porque yo Dios no cambio” (Mal.3:6) (Santiago 1:17).

 11º Dios es el creador de todas las cosas.

“Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porqué tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apoc. 4:11). “Yo soy Dios, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mi. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste, para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo, yo Dios, y ninguno más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Dios soy el que hago todo esto”. (Isaías 45:5-7).

 

Visto todo esto podríamos preguntar ¿qué es lo que hace a Dios diferente de nosotros? ¿Qué es un ser espiritual? Nosotros también somos seres espirituales, creados a su imagen (Génesis 1:26-27). ¿El estar saneado de la carne? ¿Esa es la diferencia?  Los ángeles son espíritus sin carne.

La deidad tiene una naturaleza que es única: Dios tiene atributos y características que lo colocan aparte de cualquier ser creado.

Conclusión: El carácter de Dios y sus atributos revelado en las Escrituras, hacen diferente a Dios del hombre. Si queremos saber como es Dios y conocerle, veamos la constitución del universo, y así es. En el universo encontramos , orden (gravedad, tiempo exacto de giración del planeta); propósito (todo lo mejor para el hombre), justicia (lo que el hombre sembrare, eso también segará); bondad (Dios manda la lluvia, nos da el sol). 

 Por : Carlos Benavides