IGLESIA DE CRISTO

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ESTUDIOS BÍBLICOS

martes, 7 de septiembre de 2021

LOS ÁNGELES

LOS ÁNGELES

INTRODUCCIÓN:
A. Los ángeles son seres celestiales que fueron creados por Dios, para el servicio de él.
B. Los ángeles fueron muy activos tanto en el A.T. como en el N.T. muchas veces nosotros no le damos mucha importancia, pero deberíamos ver la obra que hicieron los ángeles para él Señor.
C. Veremos las características de los ángeles.

I. LA NATURALEZA Y HISTORIA DE LOS ÁNGELES.
A. Los ángeles son seres creados por Dios. Neh. 9:6; Col. 1:16.
B. Son innumerables. Heb. 12:22.
C. Están adorando a Dios todo el tiempo. Sal. 103:20; Apoc. 5:11-13; 7:11-12.
D. Algunas veces tomaron forma de hombres. Gen. 18:2,26.
E. No se casan. Mat. 22:30; Marcos 12:26.
F. Desean saber el propósito eterno de Dios en el evangelio. I Ped. 1:10-12.
G. Hay un fuego preparado para los ángeles malos. Mat. 25:41.

II. LA OBRA DE LOS ÁNGELES EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.
A. Informaron a Abraham y Sara del nacimiento de Isaac. Gen. 18.1-10.
B. Destruyeron Sodoma y Gomorra. Gen. 19:1-13.
C. Salvaron a Lot y a sus hijas. Gen. 19:15-16.
D. Dieron la ley a Moisés en el monte Sinaí. Hechos 7:53; Gál. 3:19.
E. Guiaron a Israel a la tierra prometida. Ex. 23:23.
F. Uno trato de impedir a Balaam de hacer el mal. Num. 22:22-35.
G. Un ángel hirió a muchos de los sirios. II Reyes 19:35.
H. Salvaron a Sadrac, Mesac Y Abed- negó del horno del fuego ardiendo. Dan. 3:13-28.
I. Cerraron la boca de los leones y salvaron a Daniel. Dan. 6:16-22.

III. TAMBIÉN LOS VEMOS EN EL SERVICIO A JESUCRISTO.
A. También vemos a los ángeles en el servicio a Jesucristo cuando tuvo aquí en la tierra.
B. Un ángel apareció a María y le dijo que daría a luz a Jesús. Lucas 1:26-38.
C. También a José tocante a Jesús. Mat. 1:20.
D. Predicaron a los pastores tocantes al nacimiento de Jesús. Lucas 2:8-13.
E. Fortalecieron a Jesús después de la tentación. Mat. 4:11.
F. También fortalecieron a Jesús en Getsemaní. Lucas 22:43.
G. Guardaron la tumba de Jesús y fueron los primeros en proclamar su resurrección de los muertos. Mat. 28:2-7.
H. Proclamaron que Jesús vendría otra vez. Hechos 1:9-11.
I. Volverán con Jesús en fuego ardiendo. II Tes. 1:7-11.
J. Lo ayudarán cuando separe lo bueno de lo malo. Mat. 13:41-42.

IV. LA ENSEÑANZA DE JESÚS TOCANTE A LOS ÁNGELES.
A. Jesús nos hace ver algunas cosas de los ángeles que debemos de saber y admirar de ellos.
B. Los ángeles se alegran cuando un pecador se arrepiente. Lucas 15:10.
C. Llevan a los justos al paraíso. Lucas 16:22.
D. No saben nada de la hora cuando vuelva él Señor. Mat. 24:36.
E. Son innumerables. Mat. 26:53; Heb. 12:22.
F. Los ángeles no mueren. Lucas 20:36.
G. Los ángeles no tienen otra oportunidad si fallan. Heb. 2:16.
H. Los ángeles no pronuncian juicio de maldición. II Ped. 2:11.
I. Los ángeles no reciben adoración. Apoc. 19:10; 22:8-9.

V. LA IGLESIA Y EL SERVICIO DE LOS ÁNGELES.
A. En el primer siglo los ángeles tuvieron muy activos en la obra del Señor.
B. Los ángeles libraron a los apóstoles de la prisión. Hechos 5:19; 12:7.
C. Un ángel hablo a Felipe. Hechos 8:26.
D. Animaron a Pablo. Hechos 27:23-24.
E. Los ángeles tuvieron muy activo en el principio de la iglesia, pero ya en estos tiempos ya no.

CONCLUSIÓN:
A. Los ángeles son servidores de Dios.
B. Son seres celestiales verdaderos, no son mitos, ni cuentos.
C. Los ángeles jugaron un papel muy importante en el A.T. Como en el N.T.

 Por : Carlos Benavides  

domingo, 5 de septiembre de 2021

DEVEMOS RECIVIR LA JUSTICIA DE DIOS

Debemos recibir la justicia de Dios
 
Rom. 1:16-17
El apóstol Pablo no se avergonzaba del evangelio de Cristo. El testificaba del evangelio orgullosamente. Sin embargo, una de las razones por las que mucha gente llora, aunque cree en Jesús es por sus pecados. También se debe a su ignorancia en reconocer la justicia de Dios. Podemos ser salvados creyendo en la justicia de Dios y entregar nuestra propia justicia.
¿Porque el apóstol Pablo no estaba avergonzado? Primero que nada, era porque la justicia de Dios estaba revelada en el evangelio. 
El evangelio, ‘euaggelion’ en griego, significa ‘buenas noticias’. Cuando Jesucristo nació en Belén, aparecieron los ángeles de Dios y le dijeron a los pastores que estaban cuidando los rebaños en la noche, “¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (Lucas 2:14). Eran buenas noticias- ‘paz, buena voluntad para con los hombres.’ El evangelio del Señor nos salvó de todos los pecados y lavo todos los pecados del mundo. Jesús lavo todos nuestros pecados. El, él mismo, lavó todos los pecados de aquellos que se revolvían como gusanos en estiércol y que pecaban en el lodo.
Primeramente, el apóstol Pablo dijo que la justicia de Dios estaba revelada en el evangelio que borró todos nuestros pecados. La justicia de Dios nos permitió llegar a ser santos y justos. También nos permitió obtener vidas eternas y quedar limpios de pecado.
¿Cuál es la justicia de los seres humanos? A nosotros, la gente, nos gusta exhibirnos ante Dios cuando tenemos algo de que hacer alarde. Acumulando nuestro propio orgullo, haciendo buenas obras representamos la justicia humana. Sin embargo, el acto de justicia de Jesús que nos salvo de todos nuestros pecados, permitió que la justicia de Dios se revelara en el evangelio. Esta es la justicia de Dios.
En la actualidad, la mayoría de los cristianos predican el evangelio sin conocer el evangelio de la justicia de Dios. Ellos dicen, “Crean en Jesús y serán salvos y se harán ricos.” Sin embargo, estas no son las enseñanzas de la justicia de Dios. El evangelio parece ser más popular que cualquier otra cosa, pero la mayoría de la gente es ignorante y no entiende el evangelio. Esto es parecido al hecho de que la Biblia es el libro de mayor venta, pero la gente en realidad aún no conoce su contenido. La cosa mas preciosa y benéfica en este mundo es el evangelio, el cuál nos ha sido dado por Dios.
“Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe.” El evangelio de Dios es un oasis en el desierto. Jesús vino a aquellos pecadores que habían cometido muchos pecados y lavo todo su pecado. Sin embargo, la gente ha rechazado el regalo de su justicia, el cuál ha lavado los pecados del mundo, mientras que tratan de establecer su propia justicia. La gente que pone sus propios esfuerzos (servicio, dedicación, celo, oraciones de arrepentimiento, oración, ayuno, guardar el día del Señor, traducir la palabra de Dios en la práctica y así sucesivamente), y rechazan el regalo de Dios, son aquellos que rechazan su justicia. Uno puede recibir la justicia de Dios sólo cuando la justicia propia de uno se rinde.
 

Cosieron hojas de higo juntas, y se hicieron para Ellos vestidos
 
En Génesis 3:21, “Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.”
El primer hombre, Adán, pecó contra Dios, cayendo en el engaño de satanás. Lo que Adán y Eva hicieron inmediatamente después que pecaron fue coser hojas de higos juntas para hacerse vestidos. La ropa hecha de hojas de higo cosidas forma un contraste sorprendente a las túnicas hechas de pieles. Esa fue la diferencia entre la ‘justicia del hombre’ y la ‘justicia de Dios.’ Génesis 3:7 dice, “entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.” ¿Alguna vez ustedes han plegado hojas de rábano? Nosotros los coreanos cortamos hojas de rábano y los plegamos juntos con popotes de arroz para secarlos. Cocinamos un estofado de frijol con ellos en el invierno.¡Es delicioso!
Adán y Eva plegaron hojas de higo juntas y se hicieron vestidos después de que pecaron. Esta clase de actos-buenas obras, auto-juicio y auto-sacrificio-constituyen la justicia humana. Es auto-justicia, no la justicia de Dios. El hecho de que ellos se hicieron sus propios vestidos con hojas de higo muestra el pecado del orgullo, tratando de esconder sus pecados con obras buenas ante Dios. El plegar la propia justicia de uno-las devociones propias, auto-ofrendas, auto-juicio, servicios, oraciones de arrepentimiento en un vestido, y el cubrir los pecados en su propia mente con su ‘idolatría’, lo cuál acrecenta el orgullo de uno ante Dios.
¿Podemos esconder nuestros pecados ante Dios, cosiendo hojas de higo juntas para hacer vestidos? ¿Podemos ocultar nuestros pecados con nuestras buenas obras? Nunca. Las hojas comenzarían a caer en un día, y después de tres días, todas las hojas caerían finalmente. Las vestiduras echas de vegetales no duran mucho. La gente que cose hojas de higo juntas y hace vestimentas, nombrando, a aquellos que tratan de servir a Dios bien con sus buenas obras, no pueden entrar en el reino de los cielos. No podemos recibir el perdón de los pecados por la justicia de nuestras propias obras.
Cuando Adán y Eva trataron de ocultar su pecado, haciéndose vestimentas con hojas de higuera, Dios llamó a Adan, “¿Adän, en donde estas?” mientras se escondía entre los árboles del jardín, el dijo, “Oi tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo y me escondi.” Una persona que tiene pecado trata de esconderse entre los árboles. Los hombres frecuentemente implican arboles en la Biblia. El/ella quien trae pecado en su corazón trata de esconderse entre la gente. El/ella tratan de ocupar un lugar en el centro, ni tan atrás ni tan adelante, de la iglesia en donde hay mucha gente. ¿Por qué? Porque el/ella quieren esconderse entre la gente.
Sin embargo, el/ella no pueden esconder sus pecados ante Dios. El/ella deben ser perdonados de sus pecados, entregando su propia justicia y creyendo en la justicia del Señor. Aquellos que tengan una fe vaga y que no crean en la verdad y también quieren entrar en el reino de los cielos, escondiéndose a si mismos entre la misma clase de gente, pero ellos terminaran en el infierno con aquellos que tratan de ocultar su pecado con sus buenas obras. Los pecadores ante Dios tienen que ser revelados como pecadores y darse a si mismos a Dios.
Dios le dijo a Adán, quien se hizo vestimentas con las hojas de la higuera, “¿Has comido del arbol del que yo te mande no comieses? ¿Quién hizo que lo comieras?” “la mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.” “¿Que es lo que has hecho?” “La serpiente me engaño y comí.” Así que el Señor Dios dijo a la serpiente, “Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.” Esta es la razón por la que las serpientes se arrastran sobre sus pechos. De nuevo Dios le dijo a Adán y a Eva, tu también cometiste pecado. Tu que fuiste engañada a pecar y los lideres que te hicieron pecar, son los mismos pecadores.” En la actualidad, los falsos profetas también predican su seudo-evangelio, diciendo, “¡Reciban el fuego!” La gente que es engañada por ellos, será tratada en la misma forma que los falsos profetas e irán al infierno.
 
El Señor hizo túnicas de piel para Adán y su esposa
 
El Señor pensó, “No dejare a Adán y a Eva, quienes pecaron habiendo sido engañados por satanás, como están. Originalmente yo me decidí a crear al hombre a mi imagen y hacerlos mis hijos, así que los salvare para llevar a cabo mi plan.” Este plan estaba en Dios. Por lo tanto, Dios pasó sus pecados a un animal, mato al animal, le quitó la piel e hizo túnicas con esta piel y vistió a Adán y a Eva con estas túnicas. El hizo de esto un símbolo de nuestra salvación. De hecho, las vestiduras hechas de la planta de las hojas de la higuera no podían durar ni un día, y tenían que ser reparados una y otra vez. Dios vistió con vida eterna, diciendo “Ustedes, Adán y Eva, vengan, recientemente he hecho túnicas de la piel de un animal, vístanse con ellas. Es la piel de un animal que murió por ustedes.” El Señor vistió a Adán y a Eva con túnicas de piel bendecidas con la justicia de Dios para poder dar a Adán y a Eva vidas nuevas. Dios el Señor hizo túnicas de piel para Adán y su esposa y los vistió, así como Dios viste a los creyentes con la salvación de su justicia.
Sin embargo, la salvación de la raza humana que es aparte de la salvación de Dios, era la vestimenta hecha de la planta de las hojas de la higuera. Dios nos vistió con túnicas de piel, la cuál es la justicia de Dios. El Señor revistió la remisión de pecados con la justicia de Dios, dándonos su carne y sangre. El tomo todos nuestros pecados con su bautismo y crucifixión para poder recibir todo el juicio en lugar de nosotros. Dios nos permite tener el perdón de los pecados cuando nosotros creemos en la justicia de Dios a través del evangelio del bautismo y la sangre de Jesús. Es el evangelio que salva a los pecadores de sus pecados.
Hay mucha gente que trata de establecer su propia justicia, rechazando la justicia de Dios en el mundo. Ellos deben descartar su propia justicia. En Romanos 10:1-4 escrito esta, “Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación. Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios; porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.”
Los Israelitas insistían en su legalismo para establecer su propia justicia, mientras que ignoraban la justicia de Dios. Dios dio a los hombres la ley para que se dieran cuenta del pecado. La gente tiene conocimiento del pecado a través de los diez mandamientos y tienen el perdón del pecado, creyendo en la justicia de su salvación, la cual los salva de sus pecados a través del sistema sacrificial del tabernáculo. Por lo tanto, la ofrenda por el pecado del tabernáculo implica que Jesús es una representación precisa de Dios en el Nuevo Testamento. Sin embargo, los Israelitas no conocían la justicia de Dios.
¿Porque fue bautizado Jesús?
 
¿Porque fue bautizado Jesús? Juan el Bautista bautizó a Jesús para poder lavar todos los pecados de este mundo. Jesús le dijo a Juan el Bautista justo antes de que fuera bautizado, “Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia.” (Mateo 3:15) Esta es la razón por la que Jesús fue bautizado. El fue bautizado para que él pudiera lavar todos los pecados de la humanidad. El tomó todos los pecados de la humanidad por ser bautizado. “He aquí  el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). El tomó todos los pecados y fue crucificado para expiar los pecados. Sin embargo, los Israelitas no creyeron que Jesús llego a ser el perfecto Salvador de los pecadores.
Los Israelitas no se han sometido a la justicia de Dios, pero Jesús es el fin de la ley para justicia de cualquiera que cree. El fin de la ley significa que Jesús lavo todos los pecados del mundo. Cristo fue juzgado como maldición de la ley para que todos los creyentes sean santificados. El finalizó la maldición de la ley. Jesús redimió a todas la gente de sus pecados. Jesús fue bautizado para lavar los pecados de toda la humanidad. El tomó todos los pecados del mundo, entregando su carne a Juan para ser bautizado, pasando todos los pecados del mundo a su carne. El, por lo tanto, salvó a toda la gente de sus pecados. El finalizó el juicio de la maldición de la ley, tomando todos los pecados del mundo a través de su bautismo y crucifixión. El nos salvó perfectamente del juicio y la maldición de la ley. 
Fue el fin de la ley y el principio de la justicia de la salvación de Dios. Jesús, adecuadamente, tomo los pecados del mundo, al ser bautizado por Juan el bautista e ir a la cruz. ¿Cómo es posible que uno tenga pecado en su corazón, aún si uno verdaderamente cree en la justicia de la salvación de Jesús? “La justicia de Dios se revela por fe y para fe.” El bautismo y la sangre de Jesús han sido la justicia de Dios. Creer en la justicia de Dios es creer en el bautismo y la sangre de Jesús.
La justicia de Dios fue cumplida legítimamente por el bautismo de Jesús. Yo quiero que creas en ello. Entonces serás salvado de todos tus pecados. La justicia fue dada para que los pecadores llegaran a ser libres de pecado a través del bautismo de Jesús. Más aún, la justicia del juicio de Dios fue la crucifixión de Jesús. “Cristo es el fin de la ley. El juicio de Dios vendrá sobre aquellos que todavía no han sido juzgados mientras que exista la ley. La ley de Dios revela el pecado y prueba que el pago del pecado es la muerte, una maldición y el infierno mismo. Por lo tanto, el bautismo de Jesús y la sangre sobre la cruz finalizaron la maldición de la ley. Jesús tomó todos nuestros pecados y ha terminado con la ley para cumplir toda justicia.
 
 
Las insensatas tomaron sus lámparas, pero no Llevaron consigo aceite
 
Veamos Mateo 25:1-13. Aquí esta la parábola de las 10 vírgenes que esperaban por el novio, El Advenimiento de nuestro Señor. Veamos lo que la justicia de Dios es a través de la escritura.
“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardandose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: “¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!” Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan”. Mas las prudentes respondieron diciendo: “Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden y comprad para vosotras mismas”. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas, y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: “¡Señor, señor, ábrenos!”. Mas él, respondiendo, dijo: “De cierto os digo que no os conozco”. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir” (Mateo 25:1-13).
Escrito esta que el reino de los cielos es parecido a las diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio. ¿Quién entra al reino de los cielos? ¿Quiénes entraron en el reino de los cielos de entre las diez vírgenes? ¿Por qué había algunas vírgenes que no pudieron entrar al reino de los cielos, aunque creían en Jesús? El Señor nos dice acerca de esto a través de los pasajes citados arriba. Cinco de las diez vírgenes fueron insensatas y las otras 5 fueron sabias. Las insensatas tomaron sus lámparas, pero no llevaron aceite consigo. ‘Lámparas’ simboliza ‘iglesias’. El hecho de que ellas tomaron sus lámparas, pero no llevaron aceite consigo representa a aquellos que van a la iglesia sin el Espíritu Santo (el aceite quiere decir el Espíritu Santo en la Biblia).
¿Que hicieron las insensatas? Llevaban sus lámparas, pero sin aceite. Un hombre que no ha nacido de nuevo, aunque cree en Jesús, puede ir a la iglesia devotamente. Todo el mundo dice, “Mi iglesia es verdaderamente ortodoxa.” Cada cristiano en este mundo dice esto. Se sienten muy orgullosos de sus padres fundadores y de algunos personajes en sus denominaciones. Aquellos que fueron insensatos tomaron sus lámparas y no llevaban aceite consigo, pero los sabios tomaron aceite en sus vasijas con sus lámparas.
¿Que es un ser humano? Un ser humano es un ser humano ante Dios. El/ella son polvo. El hombre esta hecho de polvo. Así que la humanidad es una vasija, la cuál puede contener a Dios. Los sabios tomaron sus lámparas con aceite en sus vasijas.
 

Las vírgenes insensatas que solo tenían lámparas Sin aceite, quemaban sus emociones
 
La Biblia nos dice que existen vírgenes insensatas entre la gente que cree en Jesús. Ellas toman sus lámparas, pero aceite no. Esto quiere decir que no han nacido de nuevo. ¿Acaso un pabilo dura mucho sin aceite? Lo que debemos saber aquí es que una lámpara sin aceite se quema rápidamente, sin importar que tan bueno sea el pabilo. Los creyentes que no han nacido de nuevo, tienen pasiones de amor encendidas hacia el Señor al principio. Esto dura durante unos 4 o 5 años. Después, el amor apasionado por el Señor se apaga. Deben darse cuenta que no tienen la remisión del pecado.
Aquellos que no han nacido de nuevo, ó que están sin aceite (el Espíritu Santo), dicen cosas tales como: “Solía tener una buena fe hace mucho tiempo. Era bueno al principio, pero ahora ya no. Pronto serás como yo.” Ellos son falsos profetas y falsos santos que viven vidas religiosas sin haber nacido de nuevo. Ellos deben tener la fe de la salvación porque su fe no esta sobre la base del aceite (el Espíritu Santo). Su fe esta basada en sus emociones únicamente. Ellos deben obtener la salvación, creyendo en el agua y la sangre de Jesucristo y recibir el aceite de Dios como un regalo. El pabilo simboliza el corazón humano.
Las vírgenes esperan por el novio en los pasajes anteriores. Aquí, debemos entender bien los antecedentes culturales de los Israelitas. Ellos realizan ceremonias matrimoniales en la noche cuando el novio viene. Así, la novia debe esperar por el novio. Así es como era la ceremonia matrimonial de los Israelitas.
“Y tardandose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.” Se oyo un clamor: “¡Aquí viene el esposo!” Entonces, las novias se levantaron e hicieron mucho bullicio para arreglar sus semblantes. Cuando las diez vírgenes estaban esperando por el novio, este llego con un clamor, “Aquí viene el esposo.” “Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes, ‘Dadnos de vuestro aceite porque nuestras lámparas se apagan.’” Las insensatas siempre fueron tontas. Debieron haber preparado el aceite antes de que llegara el novio. No importa que tan débil sea el pabilo de la lámpara, la Lámpara con aceite no se hubiera apagado.
Las vírgenes insensatas que tenían lámparas sin aceite solo quemaron los pabilos. Esto quiere decir que solo sus corazones se quemaron. “Yo tengo que nacer de nuevo, llevar una vida de una persona que ha nacido de nuevo, y tengo que ser lleno del Espíritu Santo.” De esta forma ellos queman sus corazones encarecidamente. Durante el tiempo de nuestra niñez, las lámparas de kerosene solían alumbrar los cuartos por la noche. Si dejábamos que la lámpara quemara una tira de papel, se quemaba en el pestañar de un ojo. El fuego sería de un pie de alto y muy luminoso, pero se extinguiría inmediatamente.
Las vírgenes insensatas que van al infierno son aquellas que queman sus propios corazones (emociones) sin aceite y cuyo fuego de su fe se extingue cuando de verdad tengan que encontrase con el Señor. No tienen el Espíritu Santo en ellas. Piensan que creen correctamente, aunque no tienen al Espíritu Santo. “♫Ven, Tú Espíritu, Ven♫” Están en gran ajetreo. Entonces, las mujeres ceden a la danza (ellas le llaman la danza del Espíritu Santo), sacudiendo su pecho, diciendo, “Ven, por favor ven.” Son insensatas y locas. Debemos ser insensatos si todavía tenemos pecado delante del Salvador. Seríamos como vírgenes insensatas si tuviéramos pecado en nuestros corazones, aún si creemos en Jesús. Nunca seas una virgen insensata.
 

¿Como podría el Señor casarse con una novia que Tiene pecado?
 
El Señor es Dios Santo. El novio es Dios y el Hijo de Dios quien no tiene pecado. ¿Sin embargo, como podrías tratar de verte con Dios teniendo pecado? ¿Quieres encontrarte con Dios con pecado en el corazón? Sería hacer algo muy tonto e insensato.
Jesús, nuestro novio, vino a este mundo e hizo novias santificadas. El convirtió a las novias en gente justa, lavando todo su pecado a través de su bautismo. El las escogió cómo sus novias en él. Cuando el tiempo se completo, cinco de ellas dijeron, “Por favor, ven.” Sin embargo, cinco de ellas aún permanecían en la oscuridad. ¿Cómo pueden tener ceremonias matrimoniales cuando sus caras están oscuras? El novio vino y dijo, “¿Cómo han estado?” Las caras de las últimas estaban oscuras debido a sus pecados. Estaban en un profundo dolor porque sus pecados están adheridos aquí y allá dentro de sus corazones.
¿Como se puede casar el Señor con una novia que llora por sus pecados? “Gracias Señor, por santificarme de esta manera.” Esta clase de persona sería feliz con su novio espiritual, aunque el/ella sean débiles, porque el novio los ama y lavó todos sus pecados y debilidades. El novio normalmente guía a la novia a que se aplique maquillaje, enviando ropa y los mejores perfumes y cosméticos. Entonces, la novia se viste con todas esas cosas para estar lista al encuentro con su novio.
Nuestro Señor fue enviado a este mundo para guiarnos para poder encontranos con él como sus prometidas. Él nos dio su carne para la remisión del pecado en el río Jordán. “Y aquel verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigenito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” (Juan 1:14). El Señor mismo tomó todos nuestros pecados para que tuviéramos la totalidad de la gracia, verdad y el perdón de pecados, creyendo en el Señor. El novio quitó todos los pecados de su novia en el río Jordán. El Señor salvó a sus novias de sus pecados, siendo juzgado en su lugar y tomando su lugar en la cruz.
¿Podemos comprar al Espíritu Santo con dinero y Tribulaciones?
Sin embargo, las vírgenes insensatas le pidieron a las sabias que compartieran el aceite, porque sus lámparas se habían quemado, cuando el novio se acercaba. ¿Podemos compartir al Espíritu Santo? ¿Podemos comprar al Espíritu Santo con dinero? ¿Podemos comprar el perdón del pecado con buenas obras, tribulaciones ó dinero? Las sabias les dijeron que compraran al Espíritu Santo de los predicadores del servicio del avivamiento. Los insensatos pensaban que ya lo habían comprado de ellos. Pensaron que podían comprar el aceite con dinero. Ellos llevan vidas celosamente religiosas, pensando que grandes ofrendas y servicios, el ir a iglesias ortodoxas y el orar repetidamente les daría algo.
Pero sin importar nada, nadie puede comprar la remisión del pecado, la cuál el Señor ha dado, sin nada de la tierra. Los insensatos tratan de quemar sus emociones hasta que llegan a estar ante Dios. Una de las vírgenes insensatas comenzó a vivir una vida religiosa diciendo, “Yo te seguiré a ti, también subiré a la montaña para orar y ofrecer oraciones de arrepentimiento. Vamos a servirle y vamos a otras naciones a predicar el evangelio.”
El novio llegó finalmente con una gran fanfarria. Las insensatas fueron a comprar aceite cuando el novio había llegado, pero las vírgenes que tenían el perdón de los pecados y tenían aceite preparado (el Espíritu Santo) fueron al banquete matrimonial. El novio conoció a las novias después de que él había preparado todo. Entonces cerro la puerta. Jesús no escogió a las cinco vírgenes al azar. El número ‘cinco’ significa ‘gracia’ en la Biblia. Las cinco vírgenes simbolizan a aquellos que tienen la remisión del pecado por gracia y creen en su gracia y en sus obras justas. Ellos reconocen las cosas que el novio ha hecho por ellos y creen en la justicia del Señor, la cuál los hace justos. Sin embargo, las otras vírgenes vinieron eventualmente y dijeron, “Señor, Señor, ábrenos.” Pero él respondió, “De cierto os digo que no os conozco.”
 

Nosotros podemos recibir el regalo del Espíritu Santo solo cuando nuestros pecados son borrados
 
Aquellos que no preparen aceite no pueden encontrase con el Señor. El Señor solo tomara a aquellos que crean en la justicia de Dios y que esperan por el reino del cielo y aquellos que en verdad tengan la remisión del pecado en sus corazones, para el reino de los cielos. El señor dijo las palabras de la promesa. “Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados.” ¿Entonces, que pasa después de la remisión de nuestros pecados? La Biblia dice, “Y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38). Si usted recibe el evangelio de la justicia de Dios, los pecados de su corazón serán verdaderamente borrados y el Espíritu Santo vendrá a ti. No podemos sentir al Espíritu Santo de Dios físicamente. A pesar de todo, el Espíritu Santo existe. Podemos decir que no tenemos pecado porque tenemos el Espíritu Santo y la palabra de Dios en nuestros corazones. Verdaderamente existe. El que recibe la justicia del Señor se convierte en un hombre justo, aunque es débil. Sin embargo, cualquiera que no tenga la justicia del Señor sigue siendo un pecador.
 
 
En esto es revelada la justicia de Dios
 
El Señor vino por el agua y por la sangre. El nos salvó de nuestros pecados con su bautismo. El tomó todos nuestros pecados cuando fue bautizado y recibió el castigo vicario de todos nuestros pecados, derramando su sangre. ¿Qué dijeron los apóstoles Juan, Pedro y Pablo acerca de esto? Todos juntos hablaron de la carne y sangre de Jesús. Ellos hablaron acerca del bautismo de Jesús y su sangre sobre la cruz. Mateo 3:13-17 describe exactamente el bautismo de Jesús. Jesús fue bautizado para hacer a los pecadores sin pecado y lavar todos los pecados del mundo en el río Jordán.
Vamos a ver 1Pedro 3:21. Pedro testificó que lo que corresponde a la salvación fue su bautismo. “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia a Dios) por la resurrección de Jesucristo, quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades” (1Pedro 3:21-22).
Escrito está, “El bautizo que corresponde a eso ahora nos salva, por la resurrección de Jesucristo.” El bautismo de Jesús, el cuál quitó todos nuestros pecados con su carne, ha sido la prueba de nuestra salvación. El hecho de que él derramo su sangre sobre la cruz es prueba del hecho que nosotros hemos sido juzgados por nuestros pecados. ¿Te das cuenta de lo que estoy diciendo? Por lo tanto, la Biblia afirma que Jesús es el que vino por agua, sangre y el Espíritu Santo  (1Juan 5:6-9). Jesús vino al mundo en carne humana y tomó todos los pecados en la misma forma en que Aarón el sumo sacerdote imponía sus manos sobre las ofrendas para pasar los pecados de su gente.
El agua es lo que corresponde a la salvación; bautismo. Escrito está que no es la remoción de las inmundicias del cuerpo. Esto no significa que nosotros no pecamos después de haber obtenido la remisión del pecado. Recibimos el perdón de los pecados, creyendo en el bautismo de Jesús. Entonces, ¿no pecamos en la carne? Si, lo hacemos. Mucha gente malinterpreta la remisión del pecado y dice cosas tales como “Si no tienes pecado en tu corazón, no pecarás de nuevo.” Esto es un malentendido. La Biblia dice, “Ciertamente no hay  hombre justo en la tierra que haga el bien y que nunca peque” (Eclesiastés 7:20). La carne aún es débil. Es débil hasta que muere. Comete pecados hasta que muere. “No quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios.” Nuestras conciencias cambian en buenas conciencias hacia Dios a través de nuestra fe en el bautismo y la sangre de Jesús. Nuestras conciencias pueden llamar a Dios nuestro Señor y Salvador por nuestra fe en el hecho de que el Señor tomó todos nuestros pecados por su bautismo.
 

El alimento espiritual para nuestro corazón es el Bautismo y la sangre de Jesús
 
El alimento espiritual para nuestro corazón es el bautismo y la sangre de Jesús. Alimento para nuestro corazón y lo que corresponde al lavamiento de nuestros pecados es el bautismo de Jesús. Así, el apóstol Pedro dijo que esto corresponde al bautismo, lo cuál nos salva. 
Veamos 1Pedro 1:22-23. “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espiritu, para el amor fraternal no fingido,  Amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de invorruptible por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.” Amen.
Hemos nacido de nuevo y recibido la remisión de todos los pecados, creyendo en el bautismo de Jesús y su sangre. Nacemos de nuevo creyendo la palabra escrita de nuestro Señor. Hemos nacido de nuevo ‘a través de la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.’ ¡Aleluya! El ser nacido de nuevo sucede a través de la palabra que vive y permanece para siempre. La palabra de Dios es el canon, que se refiere a una vara de medida. Es la marca en la banca de nuestra salvación. La vara medidora de la salvación de Dios nunca cambia.
Juan el bautista lo dijo en Juan 1:29, “Este es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!” El Cordero de Dios quien fue bautizado en el río Jordán es el pan de vida real, quien nos salva por su carne y sangre.
Somos santificados y salvados, creyendo en la palabra de Dios. La Biblia dice, “Así que la fe es por el oír y el oír por la palabra de Dios,” y “Porque en el evangelio la justicia de Dios es revela por fe y para fe; como esta escrito, ‘Mas el justo por la fe vivirá’” (Romanos 10:17, 1:17). Somos justificados creyendo en el evangelio. 
¿Has sido santificado? —Amen— ¿No tienes pecado? Es el evangelio, las buenas nuevas, ‘euaggelion’ en griego. ¿Cuál es la justicia de Dios? Es el hecho de que el Señor borró todos nuestros pecados, dando su carne y sangre por nosotros. La justicia de Dios nos permitió ser santificados. La justicia de Dios es que Jesús, quien era sin pecado, tomó sobre si los pecados del mundo y fue crucificado por los pecadores. Es el agua, el bautismo de Jesús que nos limpió de todos los pecados del mundo. La justicia de Dios ha sido dada a través del hecho de que Jesús llevó los pecados del mundo por su bautismo y la crucifixión. La justicia de Dios consiste en su bautismo y muerte, y la cruz es lo que corresponde a nuestro juicio. Esta es la justicia de Dios que es revelada en el evangelio.
 
 Por : Carlos Benavides 

sábado, 4 de septiembre de 2021

EL VERDADERO ORIGEN DEL NOMBRE CRISTIANO

EL VERDADERO  ORIGEN  DEL  NOMBRE  CRISTIANO 

 

       ¿Es verdad la afirmación de algunos de que el nombre «cristiano» es de origen pagano? ¿Fue esta palabra aplicada por primera vez por los gentiles de Antioquía, como afirma el erudito W.E. Vine, o se lo inventaron los romanos como insisten otros?
       Hoy en día muchos religiosos consideran que el nombre «cristiano» es una especie de apodo despectivo o un término de desprecio que algunos incrédulos pusieron a los primeros seguidores de Jesús. Algunos comentaristas aun se atreven a decir que durante muchos años los discípulos de Cristo rehusaron llamarse «cristianos». ¿A qué se debe tanto afán de desacreditar el nombre «cristiano»? ¿No será porque los hombres desean rebajar de categoría este nombre para poder justificar sus NOMBRES DE INVENCIÓN HUMANA?
       Muchos se sorprenden al saber que el nombre «cristiano» fue dado a los creyentes por revelación de Dios. Hechos 11:26 dice que Bernabé y Saulo…

«…se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos SE LES LLAMÓ CRISTIANOS por primera vez en Antioquía.»
       En el griego, el idioma original del Nuevo Testamento, la frase «se les llamó» se ha traducido de la palabra radical CHREMATIZO. Esta palabra significa «dar un mandamiento divino o admonición, enseñar desde el cielo … recibir un nombre o título, ser llamado»[1]. CHREMATIZO aparece nueve veces en el Nuevo Testamento y cada vez está estrechamente relacionada con la comunicación de algún mandamiento u oráculo divino. En la Versión Reina-Valera (Revisión 1960) este vocablo se ha traducido por las siguientes frases subrayadas:
1) Mateo 2:12 — «Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.» (La Biblia de las Américas dice: «habiendo sido advertidos por Dios en sueños…»)
2) Mateo 2:22 — «Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea». (La Biblia de las Américas dice: «y advertido por Dios en sueños…»)
3) Lucas 2:26 — «Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor.» (Francisco Lacueva dice que a Simeón esta verdad le había «sido comunicado«.)
4) Hechos 10:22 — «Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa para oír tus palabras.» (La Biblia de las Américas dice que a Cornelio «le fue ordenado por un santo ángel…». La Versión Moderna, por H.B. Pratt, dice: «tuvo respuesta de Dios, por medio de un santo ángel…».)
5) Romanos 7:3 — «Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera…» El que califica a tal mujer de «adúltera» es Dios mismo y lo ha hecho por revelación.
6) Hebreos 8:5 — «los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.» (La Versión Moderna dice que «Moisés fue amonestado por Dios«. La Biblia de las Américas dice que «fue advertido por Dios«.)
7) Hebreos 11:7 — «Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase…»
8) Hebreos 12:25 — «Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros…» (La Versión Moderna dice que «rehusaron al que declaró la voluntad de Dios sobre la tierra».)
9) Hechos 11:26 — «Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.» (La Versión Moderna dice: «fueron llamados Cristianos primeramente en Antioquía».)
       ¿Quién les puso este nombre a los discípulos de Cristo? Si tenemos en cuenta los significados vertidos a CHREMATIZO en los otros versículos mencionados arriba, no es difícil ver que Dios mismo se lo puso por revelación. Debemos llevarlo como si fuera una medalla de honor y no los nombres que indican lealtad a alianzas sectarias en vez de a Cristo.

Por : Carlos Benavides 

UNA IGLESIA FUERTE

Una Iglesia Fuerte

“1 Vinieron los de Quiriat-jearim y llevaron el arca de Jehová, y la pusieron en casa de Abinadab, situada en el collado; y santificaron a Eleazar su hijo para que guardase el arca de Jehová. / 2 Desde el día que llegó el arca a Quiriat-jearim pasaron muchos días, veinte años; y toda la casa de Israel lamentaba en pos de Jehová.” (1 Samuel 7:1,2)

El arca del pacto pasó del exilio a la clandestinidad, de las manos de los filisteos a estar escondida en la casa de Abinadab, custodiada por su hijo Eleazar durante veinte años. El Arca representa a Jesucristo y debe ser defendida. ¿Está nuestro Cristo y Su Evangelio exiliado? Al parecer ha sido robado y enviado muy lejos, cautivo de ateos y agnósticos. Ellos lo usan, mal interpretan y hasta se adueñan del mensaje tergiversándolo.

Vivimos tiempos en que la Iglesia aparece fuerte porque muchos asisten a los templos, las mega-iglesias son características de esta época, nos hemos llenado de músicos y espectáculos cristianos, pero no se ve la influencia que debiera tener el Evangelio en la sociedad, que se hace más pagana y alejada de los mandamientos de Dios. La Iglesia necesita recuperar su poder espiritual. En el último capítulo de esta primera parte del Libro Primero de Samuel, Dios nos muestra qué debemos hacer para ser un pueblo con la fortaleza de Dios.

¿Cuándo se hace fuerte la Iglesia?

1. Cuando escucha y obedece el llamado de Dios.
“3 Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad los dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros, y preparad vuestro corazón a Jehová, y sólo a él servid, y os librará de la mano de los filisteos. / 4 Entonces los hijos de Israel quitaron a los baales y a Astarot, y sirvieron sólo a Jehová.” (1 Samuel 7:3,4)

Leemos en estos versos cómo el profeta exhorta al pueblo. Samuel llama al arrepentimiento, a un cambio de actitud. El juez, sacerdote y profeta Samuel transmite al pueblo cuatro órdenes del Señor, las que también son para nosotros hoy día:
1) Convertirse a Dios. “Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová.” Es necesario volverse, convertirse a Dios de corazón. Miramos tanto por nosotros mismos, nuestros intereses y familias, pero poco a Dios. Él nos invita a convertirnos de todo corazón.

2) Dejar la idolatría. “Quitad los dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros”. ¡Cuántos ídolos tiene el ser humano! Los pone por sobre Dios y se ata a ellos comprometiéndose en su adoración. Astarot era una diosa de los fenicios y sidonios, esposa de Baal. Su culto fue traído de Babilonia y en Canaán pasó a ser la diosa de la luna, en tanto que Baal era el dios sol. Los inmorales ritos formaban parte de las prácticas idolátricas que los israelitas fueron llamados a extirpar. Su nombre griego fue Astarté.

3) Arrepentirse. “Y preparad vuestro corazón a Jehová”. Preparamos el corazón limpiándonos de toda maldad, pensamiento sucio, palabras inapropiadas, actos incorrectos frente a Dios, en fin cambiando de actitud, arrepintiéndonos de todo pecado. El arrepentimiento es imprescindible para ser perdonado y transformado por Dios.

4) Comprometerse. “Y sólo a él servid”. Hacer un compromiso real con nuestro Señor y Salvador, dedicando la vida a Él. Todo servicio que hacemos debe ser para Aquél que murió por nosotros y nos da la vida eterna. A ningún otro debemos adoración y obediencia. Debemos comprometernos con Dios y Su pueblo.

La exhortación del vidente contiene una promesa de Dios al pueblo: Si los israelitas obedecían, el Señor les libraría de la mano de los filisteos. Sólo debían convertirse a Dios, dejar la idolatría, arrepentirse y comprometerse con Él. Tal cosa nos llama el Señor hoy en día a realizar. Convirtámonos de todo corazón a Él; abandonemos toda idolatría; cambiemos de actitud y adquiramos un verdadero compromiso. ¡No seamos más tibios sino apasionados por Cristo!

2. Cuando hace oración intercesora abundante.
“5 Y Samuel dijo: Reunid a todo Israel en Mizpa, y yo oraré por vosotros a Jehová. / 6 Y se reunieron en Mizpa, y sacaron agua, y la derramaron delante de Jehová, y ayunaron aquel día, y dijeron allí: Contra Jehová hemos pecado. Y juzgó Samuel a los hijos de Israel en Mizpa. / 7 Cuando oyeron los filisteos que los hijos de Israel estaban reunidos en Mizpa, subieron los príncipes de los filisteos contra Israel; y al oír esto los hijos de Israel, tuvieron temor de los filisteos. / 8 Entonces dijeron los hijos de Israel a Samuel: No ceses de clamar por nosotros a Jehová nuestro Dios, para que nos guarde de la mano de los filisteos. / 9 Y Samuel tomó un cordero de leche y lo sacrificó entero en holocausto a Jehová; y clamó Samuel a Jehová por Israel, y Jehová le oyó.” (1 Samuel 7:5-11)

Samuel dijo: Reunid a todo Israel en Mizpa, y yo oraré por vosotros a Jehová. Mizpa era una ciudad de Benjamín donde eran convocadas las tribus en la época de los Jueces. Su nombre significa “atalaya”. No estaba lejos de Ramá y a 13 Km. al norte de Jerusalén.

Después de la batalla de Afec cuando los hebreos perdieron el arca, Samuel había reunido a todo Israel en Mizpa para ofrecer sacrificios al Señor y clamar para que perdonara sus pecados. Para conmemorar este evento, Samuel levantó una piedra entre Mizpa y Eben-ezer, una piedra de ayuda para que el Señor los ayudara: “1 Y Samuel habló a todo Israel. Por aquel tiempo salió Israel a encontrar en batalla a los filisteos, y acampó junto a Eben- ezer, y los filisteos acamparon en Afec. / 2 Y los filisteos presentaron la batalla a Israel; y trabándose el combate, Israel fue vencido delante de los filisteos, los cuales hirieron en la batalla en el campo como a cuatro mil hombres. / 3 Cuando volvió el pueblo al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos? Traigamos a nosotros de Silo el arca del pacto de Jehová, para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de nuestros enemigos. / 4 Y envió el pueblo a Silo, y trajeron de allá el arca del pacto de Jehová de los ejércitos, que moraba entre los querubines; y los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, estaban allí con el arca del pacto de Dios.” (1 Samuel 4:1-4)

a) El rito del agua.
En esta oportunidad celebraron el rito del agua. Sacaron el líquido vital y lo derramaron delante de Jehová. También ayunaron aquel día y reconocieron su pecado: “Contra Jehová hemos pecado.” Así fue que Samuel juzgó a los hijos de Israel en Mizpa.

El agua representa las lágrimas, el dolor de haber pecado contra el Señor, pero también significa limpieza, purificación. Las lágrimas nos liberan de nuestra pena, es como si lavaran el corazón. Es lo que nos sucede cuando lloramos. Necesitamos arrepentirnos y llorar ante el Señor, pero ese llanto debe ser sincero, nacido realmente del corazón y no una pose.

El resultado de la oración y rito de Samuel fue que el Señor atemorizó a los filisteos, huyeron y los israelitas obtuvieron la victoria: “10 Y aconteció que mientras Samuel sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Mas Jehová tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos, y los atemorizó, y fueron vencidos delante de Israel. / 11 Y saliendo los hijos de Israel de Mizpa, siguieron a los filisteos, hiriéndolos hasta abajo de Bet-car.” (1 Samuel 7:10,11)

Los príncipes de los filisteos Subieron contra Israel. Al comienzo los israelitas tuvieron temor de los filisteos, entonces pidieron a Samuel que clamara por ellos: “No ceses de clamar por nosotros a Jehová nuestro Dios, para que nos guarde de la mano de los filisteos.”

b) El rito del holocausto.
Samuel tomó un cordero de leche y lo sacrificó entero en holocausto a Jehová; clamó a Dios por Israel y Jehová le oyó. La respuesta de Dios fue que tronó aquel día con tan grande estruendo sobre los filisteos, que éstos tuvieron miedo y fueron vencidos delante de Israel. Este cordero simboliza al Cordero de Dios, Jesucristo, inmolado por nosotros.

El profeta ora por el pueblo; el pueblo ora por él mismo y por su sacerdote; Jesucristo intercede en los cielos. Los tres oramos unidos en un solo Espíritu al Padre Dios. ¡Cómo no nos dará fortaleza el Señor!

Hay dos tipos de músculos espirituales que necesitamos desarrollar: a) Templanza y b) Fortaleza. La templanza o dominio propio nos sirve para dominar nuestros bajos instintos: el sexo, el hambre, la lengua, el pensamiento, en fin las concupiscencias de la carne. La fortaleza para enfrentar los dolores de la vida: muertes, fracasos, desgracias, etc.

Esta es el poder que Dios nos da por medio de Su espíritu. No sólo el poder para sanar, echar fuera demonios o hablar en otras lenguas, sino para vencernos a nosotros mismos.

Cuando hay oración intercesora abundante, Dios actúa poderosamente.

3. Cuando no olvida las obras poderosas del Señor.
“12 Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová. / 13 Así fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar en el territorio de Israel; y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel. / 14 Y fueron restituidas a los hijos de Israel las ciudades que los filisteos habían tomado a los israelitas, desde Ecrón hasta Gat; e Israel libró su territorio de mano de los filisteos. Y hubo paz entre Israel y el amorreo.” (1 Samuel 7:12-14)

El profeta levantó un memorial, una especie de monumento para que el pueblo no olvidara cuánto hizo Jehová por ellos. Samuel puso una piedra entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová. Esta piedra significa “piedra de ayuda” y fue instalada por Samuel después de obtener la victoria sobre los filisteos, como memorial de la ayuda recibida de parte de Dios. Eben-ezer marca tres momentos en la vida de los israelitas:
• Los filisteos vencen a los israelitas en Afec: “1 Y Samuel habló a todo Israel. Por aquel tiempo salió Israel a encontrar en batalla a los filisteos, y acampó junto a Eben- ezer, y los filisteos acamparon en Afec. / 2 Y los filisteos presentaron la batalla a Israel; y trabándose el combate, Israel fue vencido delante de los filisteos, los cuales hirieron en la batalla en el campo como a cuatro mil hombres.” (1 Samuel 4:1,2)

• Los filisteos capturan el arca: “1 Cuando los filisteos capturaron el arca de Dios, la llevaron desde Eben-ezer a Asdod. / 2 Y tomaron los filisteos el arca de Dios, y la metieron en la casa de Dagón, y la pusieron junto a Dagón.” (1 Samuel 5:1,2)

• Los filisteos son sometidos por los israelitas: “12 Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová. / 13 Así fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar en el territorio de Israel; y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel.” (1 Samuel 7:12)

Parecería por los textos como si la piedra hubiera tenido este nombre antes de que Samuel la designara así; pero esto puede tener su explicación en base a que todo el relato fue escrito después de que la piedra fuese nombrada así. La palabra ha venido a ser simbólica de la expresión: “Hasta aquí nos ayudó Jehová”

Fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar en el territorio de Israel pues la mano del Señor Todopoderoso estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel. Fueron restituidas a Israel las ciudades que los filisteos habían tomado desde Ecrón hasta Gat e Israel libró su territorio de mano de los filisteos. Hubo paz entre Israel y el amorreo.

Nuestro Señor Jesucristo también levantó un memorial cuando instituyó la Santa Cena y dijo: “17 Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros; / 18 porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga. / 19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. / 20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.” (San Lucas 22:17-20)

Este memorial nos recuerda lo que Dios hizo por nosotros al enviar a morir a Su Hijo en la cruz. Cada vez que comemos del pan y bebemos de la copa, nos alimentamos con el cuerpo y la sangre de Jesús, es decir alimentamos nuestra alma y espíritu con Su vida y afirmamos nuestra esperanza en Él.

CONCLUSIÓN.
Quizás la Iglesia está viviendo una época de decadencia, en que no tiene la suficiente fuerza para convencer al mundo con el mensaje del Evangelio. Muchos son los análisis que se podrían hacer sobre las causas de este debilitamiento. Al examinar la labor del sacerdote vidente Samuel, en el capítulo 7 de su primer libro, podemos concluir que la Iglesia se hace fuerte:
1) Cuando escucha y obedece el llamado de Dios. Es necesario a) Convertirse a Dios, b) Dejar la idolatría, c) Arrepentirse y d) Comprometerse.

2) Cuando hace oración intercesora abundante. La oración del pastor, más la oración del pueblo, más la oración de Jesucristo traen por resultado el derramamiento del poder de Dios sobre la Iglesia.

3) Cuando no olvida las obras poderosas del Señor. El profeta levantó como memorial, la piedra Eben-ezer, “Hasta aquí nos ayudó Jehová”. Nuestro Señor Jesucristo también levantó un memorial cuando instituyó la Santa Cena, la que nos recuerda la eterna obra que hizo Dios por nosotros en la cruz.

Por : Carlos Benavides 

viernes, 3 de septiembre de 2021

LA IGLESIA DE CRISTO

LA IGLESIA DE CRISTO 

Hay muchas religiones en el mundo. Según La Enciclopedia Cristiana Mundial, hay 19 religiones principales subdivididas en 270 grupos grandes y muchos otros más pequeños. Entre las que se denominan como religiones “cristianas”, se ha identificado algo de 34,000 grupos distintos (Barrett, et.al., 2001). Con tantas religiones y fragmentaciones cristianas en el mundo, la pregunta es ¿cuál es la iglesia que Cristo dijo que edificaría en Mateo 16:18?

Para responder esta pregunta, se debe acudir a la única fuente que contiene la verdad de Dios—Su Palabra (Juan 17:17). Entonces, ¿qué revela la Biblia en cuanto a la iglesia que Cristo edificó?

LA IGLESIA DE CRISTO: SU NATURALEZA

Primero, se debe comenzar definiendo la palabra “iglesia”. Hoy la gente piensa generalmente en la iglesia como un edificio de adoración religiosa, y ciertamente esta es una de las definiciones que los diccionarios modernos incluyen (vea “Iglesia”, 2015). Pero el Nuevo Testamento usa la palabra “iglesia” para hacer referencia al cuerpo de seguidores de Cristo (cf. 1 Corintios 14:23). Por ende, registra que la iglesia escucha y habla (Mateo 18:17; Hechos 11:22), puede sentir temor (Hechos 5:11), puede ser perseguida y maltratada (Hechos 8:1-3; 12:1), puede tener paz (Hechos 9:31), puede orar (Hechos 12:5), puede ser saludada (Hechos 18:22) y puede ser alimentada (Hechos 20:28).

El término que el Nuevo Testamento usa para “iglesia” es ekklesia (de dos palabras griegas compuestas que significan “llamar fuera”). Se usa técnicamente para denotar una asamblea o congregación (Vine, 1999, 2:90-91). Y en el sentido espiritual, es la congregación o grupo que ha sido “llamado fuera del mundo para entrar al reino de Cristo” (Lenski, 1943, p. 627; cf. Colosenses 1:13).

LA IGLESIA DE CRISTO: SU IDENTIFICACIÓN

La iglesia de Cristo está constituida de aquellos que son el pueblo de Dios en el Nuevo Testamento, ¿pero cómo podemos identificarla en medio de tantas religiones? Considere tres aspectos distintivos de la iglesia:

Su Fundamento

En Mateo 16:18, Jesús prometió: “…sobre esta roca edificaré mi iglesia”. Ya que el verbo “edificaré” está en tiempo futuro, entonces se puede concluir fácilmente que la iglesia no estaba constituida para el tiempo en que Jesús pronunció tales palabras. Él también indicó que la iglesia sería edificada sobre la roca, la cual hace referencia a la confesión que Pedro justo había hecho en cuanto a Jesús: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16). Es decir, la iglesia sería edificada sobre el fundamento o verdad que apuntaba a Jesús como Cristo y Señor (1 Corintios 3:11).

En Hechos 1, leemos que los apóstoles estaban en Jerusalén, esperando la promesa de Cristo para la recepción del Espíritu y el comienzo de la iglesia (vs. 8). Cuando llegó el Día de Pentecostés (algo de 50 días después de la crucifixión de Jesús, ca. 33 d.C.—Hechos 2), el Espíritu descendió sobre los apóstoles (vss. 3-4), y Pedro, a quien se había prometido dar las llaves del reino (Mateo 16:19), es decir, la oportunidad de dar la bienvenida al reino o la iglesia, comenzó a predicar en cuanto a Cristo. Después de persuadir a la audiencia en Jerusalén en cuanto a su culpabilidad en la muerte de Jesús, declaró que “a este Jesús…, Dios le ha hecho Señor y Cristo” (Hechos 2:36). Entonces, como Jesús había prometido (Mateo 16:18), esta confesión de Su mesiazgo y deidad (la misma confesión de Pedro en Mateo 16:16), llegó a ser la roca o fundamento para el comienzo de la iglesia. Ese mismo día Pedro presentó las condiciones del perdón y la entrada al reino o la iglesia (Hechos 2:38), y más de 3,000 personas recibieron la Palabra y fueron bautizadas y añadidas a la iglesia (vss. 41,47). Esta es la primera vez en la Biblia que leemos de la existencia de la iglesia en tiempo presente.

¿Qué iglesia era esta? Jesús dijo, “edificaré mi iglesia” (Mateo 16:18), así que esta era la iglesia de Jesús. Esta no era una denominación entre muchas otras denominaciones, ya que no había movimiento denominacional en el primer siglo; la iglesia era simplemente de Cristo (Romanos 16:16; 1 Corintios 1:2), y sus miembros fieles solamente se identificaban como “cristianos” (Hechos 11:26; 1 Pedro 4:16)—no con otros nombres humanos (cf. 1 Corintios 1:10-13). La iglesia de Cristo no comenzó en Roma, en los Estados Unidos o en Inglaterra, sino en Jerusalén (Hechos 1:4; 2:5,14)—como los profetas del Antiguo Testamento habían anunciado (Isaías 2:2-3; 28:16; Miqueas 4:1-2). No comenzó en el siglo VII, XVI o XXI, sino en el primer siglo (aproximadamente el año 33 d.C.)—así como las Escrituras y el Señor mismo profetizaron (Daniel 2:44; Marcos 9:1).

Su Organización

Cuando la iglesia comenzó, no había organizaciones o jerarquías complicadas; la iglesia era un cuerpo en el cual cada miembro tenía un nivel equivalente ante Dios (1 Corintios 3). La organización que Dios escogió para la iglesia fue Cristo como la Cabeza única en el cielo y en la Tierra, y todos los miembros como el cuerpo de Cristo (Efesios 1:20-23; 5:23).

Dios también estableció grupos de hombres en cada congregación, conocidos como “ancianos”, “obispos” o “pastores” (1 Timoteo 3:1-7; Tito 1:5-9), para que se encargaran de dirigir y alimentar espiritualmente a la iglesia. También estableció a grupos de servidores especiales, conocidos como “diáconos” (1 Timoteo 3:8-13), para que trabajaran bajo la supervisión de los ancianos. Todos ellos, juntamente con los evangelistas y maestros, ayudaban a fortalecer el cuerpo de Cristo (Efesios 4:11-12).

La iglesia era un cuerpo sujeto fundamentalmente a las instrucciones de Cristo. No tenía cabeza, sede o vicario humano que determinaba lo que debía creer y enseñar, sino solamente a Cristo y Su Palabra inspirada que es completamente suficiente para la perfección de los santos (2 Timoteo 3:16-17). No tenía congregaciones que imponían su autoridad sobre otras congregaciones, sino todas las congregaciones eran autónomas (cf. 1 Pedro 5:2) y estaban unidas entre ellas por el amor y la fe (1 Juan 1:7). No tenía a un solo “pastor” que tomaba decisiones para la iglesia, sino una pluralidad de pastores (ancianos, obispos) que dirigían a la iglesia bajo la autoridad de Cristo (Hechos 14:23; Filipenses 1:1; Tito 1:5).

Su Doctrina

En cuanto a su doctrina y enseñanza, la iglesia tenía este lema: “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios” (1 Pedro 4:11). Por ende, cualquier otra enseñanza ajena a la revelación sagrada era considerada una doctrina detestable (Gálatas 1:6-9; 2 Timoteo 4:1-3).

En cuanto a la salvación, la iglesia del Señor enseñaba que la gracia de Dios es el fundamento (Efesios 2:8-9), y que esta gracia demanda la respuesta obediente y sumisa del hombre (Romanos 1:5) ante los requisitos de salvación—la fe en Dios (Hebreos 11:1,6), el arrepentimiento de los pecados (Hechos 2:38), la inmersión en agua (Marcos 16:16; Hechos 22:16; 1 Pedro 3:21), la confesión de Cristo (Romanos 10:9-10) y la fidelidad cristiana (Apocalipsis 2:10).

En cuanto a la adoración cristiana, la iglesia del Señor enseñaba que el Cielo requiere la oración (1 Timoteo 2:1-8), el canto vocal (Efesios 5:19), la conmemoración semanal del sacrificio de Cristo por medio de los elementos de la Cena del Señor (Hechos 20:7), la enseñanza de las Escrituras sagradas (Hechos 2:42), y la contribución semanal para las necesidades de los santos (1 Corintios 16:1-2).

En cuanto al cristianismo mismo, la iglesia del Señor enseñaba que Jesús es el camino exclusivo al cielo (Juan 14:6), y que el cumplimiento de Sus mandamientos es la única manera de recibir Su aprobación en el Juicio Final (Mateo 7:21). Esta iglesia no tenía credos, artículos de fe, catecismos, disciplinas o testamentos humanos en adición a las Escrituras, sino solamente la Palabra indestructible de Dios la cual juzgará al final del tiempo (Juan 12:48).

LA IGLESIA DE CRISTO: SU IMPORTANCIA

La iglesia de Cristo es el pueblo de Dios y es única, ¿pero realmente tiene importancia—especialmente en vista de la reclamación de mucha gente religiosa que sugiere que “no importa la iglesia de la cual sea parte” (vea Pinedo, 2012). La inspección breve de algunos pasajes en el Nuevo Testamento revela rápidamente la importancia suprema de la iglesia. La iglesia es importante ya que:

  • Cristo derramó Su sangre preciosa y enfrentó la cruz cruel para adquirirla (Hechos 20:28).
  • es el cuerpo de Cristo (Efesios 5:23), el cual Él sustenta y cuida (vs. 29).
  • es la esposa amada de Cristo, la cual Él protege y santifica (Efesios 5:25-27).
  • es la familia y casa de Dios, a la cual Dios ha adoptado y sobre la cual gobierna (Efesios 2:19; 1 Timoteo 3:15).
  • tiene como responsabilidad solemne la defensa y promoción de la verdad de Dios (1 Timoteo 3:15).
  • está constituida de la totalidad de aquellos que se han sometido a Dios y que por ende han sido añadidos para salvación (Hechos 2:47; Efesios 5:23).

CONCLUSIÓN

Es claro que la iglesia del Nuevo Testamento, la iglesia que Cristo prometió edificar (Mateo 16:18), es diferente a la mayoría de iglesias del mundo religioso moderno, y es claro que la iglesia tiene importancia vital y eterna. Además, si la iglesia es el cuerpo de Cristo, Cristo es el Salvador del cuerpo (Efesios 5:23) y Cristo solamente tiene un cuerpo (Efesios 4:4), entonces el hombre debe ser parte de ese único cuerpo (la iglesia) para ser salvo. En el Nuevo Testamento, aquellos que recibieron la salvación, llegando a ser parte de la iglesia, creyeron en Jesús (Marcos 16:15-16) y Le obedecieron al arrepentirse, confesarle y ser bautizados en Su nombre (Hechos 2:36-47; Romanos 10:9-10).

Por : Carlos  Benavides 

EL CAMINO PARA VENCER LA TENTACIÓN



SANTIAGO 4:7—10
Que lo lea alguien
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, lamentad y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro y vuestro gozo en tristeza. 10 Humillaos delante del Señor y él os exaltará.
TEMAS A ESTUDIAR SOBRE ESTE TEXTO: 
1.    Someterse a Dios y resistir al diablo (v. 7)
2.    Acercarse a Dios y arrepentirse (v.8)
3.    Ser disciplinados, afligirse y lamentarse profundamente (v. 9
4.    Humillarse (10)

ACERCARSE A DIOS Y ERREPENTIRSE
Este es el privilegio más grande de todo el mundo. Tener el privilegio glorioso de acercarse a Dios, la majestad soberana del universo. El Creador y Señor del universo. Esto es parte de la misericordia de Dios sin duda.

La puerta que lleva a la presencia de Dios no se cierra nunca, eso sí, es preciso para franquearla un verdadero arrepentimiento. Esta puerta, no solo está siempre abierta, sino que nos insta fuertemente a acercarnos a Dios. La tentación es un duro golpe que frena la posibilidad de acercarnos a Dios y necesitamos vencerla  para que podamos hacerlo.

¿Qué podemos hacer?  ¿Cuál es nuestra esperanza? Lo único que podemos hacer es acercarnos a Él.
·      
Leer la Palabra de Dios, la Biblia. En ella se encuentra todas las instrucciones para vencer las tentaciones. Es necesario revisar cada versículo uno y otra vez, porque en ellos está la información necesaria para no caer en la tentación. Solo por el hecho de no hacerlo, nos mete de lleno en la tentación.
·       La oraciones el otro recurso para evitar la tentación. Tengamos en cuenta, mis amados hermanos, que la oración ha de ser perfecta, centrándose en Dios y en su fuerza. Ha de ser una oración en la que pidamos al Señor, fuerza, poder, misericordia y gracia. Dios se acercará a nosotros como nos ha prometido.
  
1 Co. 10:13. No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser probados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la prueba la salida, para que podáis soportarla.

He. 2:18. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.
Salmo 28:7. Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón. Con mi cántico lo alabaré.
Notad que el acercamiento a Dios es condicional. Hay una persona a la que Dios no le permite acercarse a Él. ¿Quién es esta persona?
La persona con manos inmundas y pecaminosas, y un corazón impuro y dudoso.
Esto no es simplemente un pecador, es más bien un pecador consciente de serlo. Es alguien que conoce el mal y lo practica. Esta persona debe limpiar sus manos. 

Algunas personas tenían las manos inmundas y Santiago no se detuvo con miramientos. Lo mismo debemos hacer todos nosotros. No vamos a decir a la gente  que puede acercarse a Dios de cualquier manera, porque Él es bueno y le comprenderá en todo caso. Eso es lo que están predicando muchos predicadores hoy día, pero esto es condenación.

Isaías 1:16. Lavaos y limpiaos, quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos, dejad de hacer lo malo.

Jeremías 4:14. Lava tu corazón de maldad, Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo permitirás en medio de ti los pensamientos de iniquidad?

Hechos 22:16. Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate, bautízate y lava tus pecados invocando su nombre.”

2 Co. 7:1. Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

2 Ti. 2:21. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor y dispuesto para toda buena obra.

La persona debe purificar su corazón y dejar de dudar entre Dios y la tentación. Una persona no puede tener su lealtad dividida entre Dios y el mundo. Una persona es de doble ánimo, cuando alterna su fidelidad entre Dios y el mundo. En algunas cosas obedece a Dios y en otras opta por obedecer al mundo.
No podemos culpar a nadie cuando no hacemos lo que Dios nos pide. Es nuestra la culpa.

1 Juan 3:3. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.

Vemos, pues, que se trata de algo que debemos hacer y que podemos hacer. Cuando hacemos las cosas como Dios manda adquirimos el “derecho” a acercarnos a Dios. El creyente que anda en una fraternidad y comunión abiertas con Dios, teniendo sus manos limpias y corazón puro.

Mateo 5:8. Bienaventurados los de limpio corazón, porque verán a Dios.

I Co. 19.21. No podéis beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.

1 P. 1:22.  Al obedecer a la verdad, mediante el Espíritu, habéis purificado vuestras almas para el amor fraternal no fingido. Amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro.

Debemos obedecer la verdad. Debemos esclarecer la verdad. Debemos probar los espíritus para saber si estos son de Dios. Debemos agarrarnos al Espíritu Santo, para que Él nos guíe y debemos amar a Dios y al prójimo con amor no fingido y nuestro amor debe ser entrañable, es decir, con corazón puro. Todo esto, no resulta nada fácil, pero no es imposible.

Por : Carlos Benavides 

miércoles, 1 de septiembre de 2021

LA GLORIA DE LA IGLESIA Y SUS BENEFICIOS

La gloria de la iglesia y sus beneficios

Iglesia = ekklesia ( de ek, fuera de y klesis llamamiento) Esta definición se aplica tanto a la iglesia universal de Jesucristo, los creyentes congregados por todo el mundo, como a la iglesia local. En el salmo 107:4‑7 podemos apreciar una tipología de la iglesia de Jesucristo. 4Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, Sin hallar ciudad en donde vivir. 5Hambrientos y sedientos, Su alma desfallecía en ellos. 6Entonces clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones. 7Los dirigió por camino derecho, Para que viniesen a ciudad habitable..

En la antigüedad las ciudades se diferenciaban de los pueblos por sus muros y no por sus tamaños.

Las murallas en tiempo de paz servían de sombra para el ardiente calor.

1 En la iglesia del Señor encontramos la sombra de los hermanos que nos cubren en amor. 1 de Pedro 4:8 Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. Somos cubiertos ( la sombra) en amor por la iglesia y necesitamos ese amor y cobertura, note que dice tened entre vosotros refiriéndose a la iglesia. Gálatas 6:1-2 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. 2Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Romanos 12: 5así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. Cada miembro depende de su hermano en el cuerpo.

1 Las murallas también servían de protección en tiempo de guerra. Nuestra muralla es la oración y necesitamos la cobertura de oración de una iglesia local. Santiago 5:16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. El rey Joram ,rey de Judá, volvió a la ciudad de Jezreel para curarse las heridas. 2 de Reyes 8: 29Y el rey Joram se volvió a Jezreel para curarse de las heridas que los sirios le hicieron frente a Ramot, cuando peleó contra Hazael rey de Siria. Y descendió Ocozías hijo de Joram rey de Judá, a visitar a Joram hijo de Acab en Jezreel, porque estaba enfermo. La palabra Jezreel significa Dios siembra o esparce. Seremos sanados en el lugar ( La iglesia local ) que Dios ha escogido para nosotros porque allí Dios sembrará semilla de vida en nosotros puesto que la palabra produce vida y en abundancia. Únicamente con la siembra de la palabra en nuestros corazones podremos ser sanados de nuestras heridas.

2 En las ciudades se encontraban depósitos de agua. El agua entre otras cosas es tipo del Espíritu Santo, aunque está en nosotros hay una bendición especial de El cuando estamos reunidos en el nombre de Jesús. Salmo 133 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! 2Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras;3Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.

Habitar los hermanos juntos habla de una congregación, la reunión de los santos, su iglesia local. El óleo es la unción del Espíritu que esta sobre la cabeza el cual es Cristo la cabeza de la iglesia, en El está la unción, el óleo, que desciende sobre la barba de Aarón, ( la barba es tipo de autoridad) que es también tipo de nuestro Sumo Sacerdote Cristo ya que Aarón fue sumo sacerdote y baja desde su barba hasta el borde de sus vestiduras, significa que no se queda nadie sin recibir la unción, el óleo, note que dice hasta el borde significando con esto hasta el ultimo, hasta el mas pequeño. El rocío de Hermon que significa monte sagrado, su presencia, que desciende hasta los montes de Sión, nosotros su iglesia somos los montes de Sión. Bendición y vida eterna, Cristo, es enviado cuando estamos juntos, congregados, esto es importante tenerlo claro.

3 Algo muy significativo era que a las ciudades era donde se llevaban los alimentos para ser vendidos. Somos alimentados en la iglesia única y exclusivamente no seremos alimentados en ningún otro lado, el mundo no puede alimentar la iglesia de Cristo pues ¿Qué comunión tiene la luz con las tinieblas?. Mateo 6: 34Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. 35Cuando ya era muy avanzada la hora, sus discípulos se acercaron a él, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya muy avanzada. 36Despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y compren pan, pues no tienen qué comer. 37Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer? 38El les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Id y vedlo. Y al saberlo, dijeron: Cinco, y dos peces. 39Y les mandó que hiciesen recostar a todos por grupos sobre la hierba verde. 40Y se recostaron por grupos, de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta. 41Entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y repartió los dos peces entre todos. 42Y comieron todos, y se saciaron. 43Y recogieron de los pedazos doce cestas llenas, y de lo que sobró de los peces. 44Y los que comieron eran cinco mil hombres. Los discípulos querían que Jesús mandara las personas a comer fuera del lugar donde ellos estaban. La comida es tipo de la enseñanza y del mensaje de salvación. Jesús les contestó que usaran lo que tenían en aquel lugar y el iba a multiplicar lo que ya tenían. La iglesia esta equipada con todo lo que necesitamos para ser saciados. El hecho de que Jesús usara 5 panes y dos peces significa que la iglesia tiene la plenitud de Dios puesto que 5 mas 2 son 7 y el 7 es el número perfecto de Dios, la plenitud de Dios es su Espíritu Santo. En palabras simples tenemos su Espíritu como plenitud para hacer lo que El nos manda a hacer. El ordenó a los discípulos que repartieran la comida. Somos nosotros los que estamos encargados de dar el evangelio a las vidas que están hambrientas. Efesios 4:11‑1611Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, 15sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 16de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

a. Perfeccionar a los santos para la obra del ministerio. Esta palabra, perfeccionar significa equipar, algo que está completamente equipado, Dios nos equipa para que podamos ir y hacer discípulos.

b. La palabra edificar significa construir, promover el crecimiento en piedad. Así que Dios te equipa edificándote y todo esto a través de los ministerios que El ha dado a la iglesia.

e. La palabra unidad significa acuerdo, unanimidad. Debemos todos tener un conocimiento unánime de en quien hemos creído y lo que EL es capaz de hacer con nuestras vidas, su pueblo.

D. Varón perfecto significa crecimiento completo, edad madura, adultez. Dios nos edifica en conocimiento y madurez para hacer su voluntad.

e. Estatura de la plenitud de Cristo. Plenitud es sinónima de abundancia, llenura, algo que rebosa por su cantidad. Somos capacitados por medio de la plenitud de aquel que nos llamó, sin esa plenitud, sin esa vida abundante no podremos ir y hacer lo que El quiere que es cumplir su justicia, dar su testimonio y contagiar a otros con su vida.

f. Para que ya no seamos niños fluctuantes. La palabra fluctuante significa ser movidos mentalmente por olas de doctrinas falsas. Los ministerios de Dios en la iglesia nos capacitan para que podamos ser establecidos y no fluctuar con estratagemas que es astucia o treta humana, para que tengamos madurez en la palabra que es la que afirma nuestros corazones.

g. Crecer en la cabeza que es Cristo significa que nuestro crecimiento viene de Cristo atreves de los ministerios. El mundo no nos va edificar, lo va a hacer Cristo atreves de los ministerios. Ni la televisión, ni revistas, ni libros lo van a hacer.


El cuerpo es edificado cuando esta bien concertado que significa bien unido y ayudándose mutuamente. De otra manera no habrá edificación en el cuerpo.

Por : Carlos Benavides