IGLESIA DE CRISTO

IGLESIA DE CRISTO
ESTUDIOS BÍBLICOS

jueves, 21 de mayo de 2020

LA IGLESIA NO PASAR LA GRAN TRIBULACIÓN

Aprovechando estos días de cuarentena, dejo con ustedes este estudio, para aclarar muchas dudas a los creyentes que están iniciándose en el estudio de la Biblia y pueblo del Señor en General.
De las pocas denominaciones que todavía están anunciando el arrebatamiento de la Iglesia, muchas de ellas lideradas por seudo escatólogos, aseguran que la iglesia entrará en la gran tribulación y que se irá al cielo arrebatada por Jesús a la mitad del periodo de la gran tribulación o bien a finales de la gran tribulación (en Armagedón), es decir aun muchos de los que dicen creer en el arrebatamiento, tampoco enseñan correctamente la verdad del arrebatamiento de la iglesia al cielo.
Según la escritura señala con claridad meridiana la iglesia del Señor será llevada al cielo poco antes del comienzo del periodo más terrible que la humanidad conocerá; el horrendo tiempo de la gran tribulación (Mateo 24:15, Apocalipsis 6:1), la verdadera iglesia de Cristo no entrará en este periodo.                     
En este sencillo pero conciso estudio, veremos 36 razones bíblicas para afirmarlo.
1. No existe ningún pasaje en el Antiguo Testamento o en el Nuevo Testamento que diga que la Iglesia pasará por el período de la Tribulación.
2. El período de la Tribulación es llamado el “Tiempo de Angustia de Jacob” (el tiempo de angustia del Israel incrédulo), pero nunca es llamado el tiempo de Angustia de la Iglesia (Jeremías 30:7).
3. Gabriel le dijo a Daniel, “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo [(el pueblo de Daniel es el judío] y sobre tu santa ciudad”, la Ciudad Santa es Jerusalén (Daniel 9:24). No hay mención de la Iglesia.
4. La Iglesia no tuvo parte en las primeras 69 semanas y no tendrá ninguna parte en la septuagésima semana, es decir la semana 70 (el periodo de la Tribulación) (Daniel 9:24).
5. En el libro de Apocalipsis, el Rapto ocurre en Apocalipsis 4:1, cuando Dios lleva a Juan al 3° cielo, lo cual es antes del periodo de la Tribulación descrito en Apocalipsis 6:1-19. En la secuencia de eventos, el arrebatamiento es antes de los juicios de los sellos, las trompetas y las copas.
6. La Iglesia es mencionada más de veinte veces en los primeros tres capítulos de Apocalipsis, pero la Iglesia nunca es mencionada en la descripción del periodo de la Tribulación entre Apocalipsis 4:1 y Apocalipsis 19:1.
7. El período de la Tribulación es llamado en la Biblia “un Día de Ira” (Sofonías 1:15), pero la Biblia dice, “Dios no nos ha puesto (a la Iglesia) para ira” (1°. Tesalonicenses 5:9).
8. El período de la Tribulación es llamado en la Biblia un Día de Ira (Sofonías 1:15), pero la Biblia dice que Jesús “nos libra de la ira venidera (librará a la Iglesia del periodo de la Tribulación) 1°. Tesalonicenses 1:10. Dios pues nos ha prometido en su palabra a todos los que somos parte de su iglesia, que nos librará de esa gran ira que viene sobre el mundo entero.
9. El periodo de la Tribulación es llamado “el Día del Señor” en la Biblia (Sofonías 1:14). La Biblia dice, “el día del Señor (el periodo de la Tribulación) vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan (los incrédulos): Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos (sobre los incrédulos no nosotros) destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán (los incrédulos, nosotros Sí escaparemos)” 1°. Tesalonicenses 5:2-3. Todo este pasaje enseña claramente que el periodo de la Tribulación vendrá sobre los incrédulos, pero no incluye a los creyentes.
10. Con respecto al Rapto, la Biblia dice, “Consolaos unos a otros con estas palabras” (1°. Tesalonicenses 4:18). No hay consuelo en la enseñanza que la Iglesia atravesará parte o todo el periodo de la Tribulación.
11. Jesús le dijo a la Iglesia en Filadelfia: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra” (Apocalipsis 3:10). Dios prometió mantener a los miembros obedientes de la Iglesia fuera del periodo de la Tribulación.
12. De acuerdo con la Biblia, las Bodas del Cordero se llevarán a cabo en el cielo antes de que Jesús regrese a pelear la Batalla de Armagedón al final del periodo de la Tribulación. (Apocalipsis 19:7-21). Esto significa que la Iglesia irá al cielo (será arrebatada) para las Bodas del Cordero antes de la Segunda Venida.
13. El fin de la era será “como los días de Noé” (Mateo 24:37). Noé y su familia fueron removidos de la tierra (entraron al arca) antes del diluvio. Algunos creen que esto significa que la Iglesia será removida de la tierra antes del juicio de Dios es decir, arrebatada antes del periodo de la Tribulación (Génesis 7:23).
14. El fin de la era será “como los días de Lot” (Lucas 17:28). Lot y su familia fueron removidos de Sodoma antes del juicio de Dios (antes que el fuego y el granizo cayeran) Génesis 19:16. Creemos por lo tanto, que indudablemente la Iglesia será removida de la tierra antes del juicio de Dios (Arrebatada antes del periodo de la Tribulación).
15. Jesús estaba hablando acerca del periodo de la Tribulación cuando dijo, “Orad en todo tiempo que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán” (Lucas 21:36). Parece irrazonable creer que Jesús le diría a la Iglesia que ore por algo; “escapar”, que El no está dispuesto a conceder.
16. La Biblia dice, “Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que Él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de Su boca, y destruirá con el resplandor de Su venida” (2°. Tesalonicenses 2:7-8). La interpretación más común de esto es que el Anticristo no puede ser revelado en el mundo hasta que el que restringe (quien la mayoría de los comentaristas dicen que es el Espíritu Santo y la Iglesia) sea removido. Si el que restringe es sólo la Iglesia, esto significa que la Iglesia será removida antes de que el Anticristo sea revelado (esto es el Rapto Pre-Tribulacional). Si el que restringe es sólo el Espíritu Santo en la iglesia, pues queda claro que será precisamente el Espíritu del Señor quien quitará a la iglesia de la tierra en el momento del rapto ya que el único pueblo que tiene una promesa de ser sacado de la tierra antes de la aparición del Anticristo, es justamente la iglesia, una vez que ella sea sacada de en medio se abrirá el 1° sello del Apocalipsis y aparecerá el anticristo o 1° jinete Apocalipsis 6:1-2.
17. Isaías escribió que Dios dijo, “Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque su rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos. Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra Él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más sus muertos” (Isaías 26:19-21). Observe que los muertos resucitan primero (eso es el Rapto), luego el pueblo de Dios es llamado a entrar en sus aposentos por un tiempo corto hasta que la indignación (un nombre del periodo de la Tribulación) haya pasado. Dios levantará a los muertos y convocará a Su pueblo porque pretende castigar a los habitantes de la tierra (enviar el periodo de la Tribulación).
18. Malaquías escribió que Dios dijo, “Y serán para Mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que Yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve” (Malaquías 3:17-18). Los maestros Pre-Tribulación creen que Dios está diciendo que El vendrá por Su Iglesia (el Rapto) y luego El regresará con Su Iglesia (la Segunda Venida) para juzgar entre los justos y los malvados es decir al llevarse a su pueblo (los buenos) y dejar a los impíos en la tribulación (los malos) confirma este pasaje.
19. En el Rapto, Jesús viene por Su Iglesia (1°. Tesalonicense 4:16-17; Juan 14:3). Cuando Él viene al final del periodo de la Tribulación, Él vendrá con Su Iglesia (1°. Tesalonicenses 3:13; Apocalipsis 19:14).
20. Con respecto a la Segunda Venida, Jesús dijo, “Pero del día y de la hora nadie sabe ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mateo 24:36). Pero si la Iglesia pasa por el periodo de la Tribulación, algunos sabrán el día porque será siete años después de la firma del tratado de siete años. Algunos sabrán el día porque será 1.260 días después que el Anticristo profane el Templo (Apocalipsis 12:6).
21. Con respecto al Anticristo, muchos eruditos creen que la Biblia enseña que él no será revelado hasta que la Iglesia se haya ido (2°. Tesalonicenses 2:6-8), pero si la Iglesia pasa por el periodo de la Tribulación, algunos sabrán quién es él porque él firmará el tratado de siete años (Daniel 9:24-27), encabezará el gobierno mundial (Apocalipsis 13:1-10), intentará forzar que multitudes lo adoren y que reciban su marca, reciban su nombre o su número (Apocalipsis 13:15-17). Muchos de aquéllos que estén aquí y estén siendo forzados a adorarle y a tomar su nombre o morir, sabrán quién es él.
22. El Anticristo no está supuesto a ser revelado hasta después que la Iglesia se haya ido (2°. Tesalonicenses 2:6-8), pero si la Iglesia pasa por el periodo de la Tribulación, la Iglesia sabrá quién es el Anticristo porque él pondrá una estatua de sí mismo en el Templo reconstruido (Daniela 11:31; Daniel 12:11; Mateo 24:15).
23. Si la Iglesia pasa por el periodo de la Tribulación, la Iglesia sabrá quién es el Anticristo, porque él encabezará el gobierno mundial y recibirá una herida mortal en su cabeza que será sanada (Apocalipsis 13:3). Algunos piensan que él será resucitado de los muertos o al menos fingirá la resurrección.
24. Si la Iglesia pasa por el periodo de la Tribulación, la Iglesia sabrá quién es el Anticristo, porque él encabezará el gobierno mundial y estará apoyado por la cabeza de la religión mundial llamado el Falso Profeta (Apocalipsis 13:11-18).
25. Si la Iglesia pasa por el periodo de la Tribulación, la Iglesia sabrá quién es el Anticristo, porque él será el que matará a los dos Testigos (la mayoría concuerda que ellos serán Elías y Moisés) en ese periodo (Apocalipsis 11:7).
26. Muchas personas no piensan que la Iglesia pasará por el periodo de la Tribulación debido a versículos de la Escritura que dicen cosas como, “Jehová guarda a todos los que le aman, mas destruirá a todos los impíos” (Salmo 145:18-20). Muchos creen que Dios preservará a la Iglesia del periodo de la Tribulación o que mantendrá a la Iglesia fuera del periodo de la Tribulación y no destruirá a la Iglesia en el periodo de la Tribulación.
27. El autor de la carta a los Hebreos dice claramente; “Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan” Hebreos 9:28, por ende si en su primera venida hace 2.000 años vino para salvarnos del pecado como dice Lucas 19:10, Hechos 4:12, 1°. Timoteo 1:15, Romanos 6:23, ahora vendrá en el rapto para librarnos de la gran Tribulación ¿A quiénes, a todos? no definitivamente No, solo a aquellos “que le esperan”.
28. En las siete cartas a las siete Iglesias del Asia, Jesús dijo, “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias”, siete veces (Apocalipsis 2:7, 11, 17, 29; 3:6, 13, 22). Cuando llegamos al periodo de la Tribulación, Jesús dijo, “Si alguno tiene oído, oiga” (Apocalipsis 13:9). El dejó fuera, “lo que el Espíritu dice a las iglesias” ¿Por qué razón? Sencillamente porque no hay iglesia en la tierra que pase por el periodo de la Tribulación. La Iglesia estará en el Cielo.
29. Cuando el Rapto ocurre, la Iglesia sube para encontrar a Jesús en el aire (1°. Tesalonicenses 4:13-18), pero al final del periodo de la Tribulación, la Iglesia descenderá a la tierra con Jesús para atestiguar lo que Él hace en la Batalla de Armagedón (Apocalipsis 19:14-21).
30. El Rapto Pre-Tribulación es más consistente con la gracia, el amor, la misericordia y la compasión de Dios, etc. Los Rapto Mid y Post-Tribulación son más consistentes con la ira de Dios.
31. Si el Rapto se lleva a cabo al final del periodo de la Tribulación, y todos los inicuos son removidos de la tierra en ese momento (Mateo 13:24-30, 47-50; 25:41) no quedaría nadie para repoblar la tierra durante el Milenio. Si todos los salvos son arrebatados y todos los perdidos son removidos de la tierra al final del periodo de la Tribulación, no quedará nadie para repoblar la tierra.
32. El Anticristo prevalecerá contra los santos que se queden aquí (por tibios y no dar frutos) durante el periodo de la Tribulación, pero las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia (Apocalipsis 13:7; Mateo 16:18). Por lo tanto, la Iglesia no pasará por el periodo de la Tribulación.
33. Los 24 ancianos (representantes de la Iglesia formada por todos los santos del antiguo y del nuevo testamento) estarán en el cielo antes que el rollo de siete sellos sea abierto (Apocalipsis 4:4; 6:1-17).
34. Jesús estaba hablando acerca del periodo de la Tribulación cuando dijo, “Orad en todo tiempo que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán” (Lucas 21:36). Él no dijo: “Oren en todo tiempo para que seáis tenidos por dignos de soportar algunas o todas estas cosas que vendrán”, por lo tanto es claro que los creyentes verdaderos escaparán de la tribulación y escaparán de todos de los sucesos que ocurrirán en ese terrible periodo.
35. No hay señales del Rapto, el rapto es sorpresivo “como ladrón en la noche”, pero si el Rapto ocurre durante el periodo de la Tribulación, tendría que ser después que el tratado de siete años sea firmado por el Anticristo, y tal vez después de varias otras cosas dependiendo de lo que una persona crea acerca del Mid Tribulación, Post-Tribulación, etc.
36. Jesús dijo, “Cuando estas cosas comiencen a suceder” (Lucas 21:28). Él no dijo, “Después que todas estas cosas hayan ocurrido vuestra redención se acerca”. El dijo, “Cuando estas cosas empiecen a suceder, está cercano”.
Para terminar solo diremos que las evidencias bíblicas son abrumadoras a favor de que la iglesia no entrará, ni pasará por la gran tribulación. Los argumentos bíblicos son contundentes y evidentes, solo un ciego o un hereje no podría aceptarlas, además en nuestro movimiento pentecostal jamás se ha escuchado una profecía, vaticinio o revelación de algún creyente, usado por el Espíritu Santo, que diga, advierta o preparare a la iglesia para enfrentar la gran tribulación, sino muy por el contrario, siempre Dios por medio de su Espíritu, amonesta a la iglesia y a los creyentes, a prepararse para ser llevados al cielo antes de la ira venidera, Amén, que así sea.
“Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” Lucas 21:34-36.

lunes, 18 de mayo de 2020

EL ESPÍRITU SANTO ES NUESTRO SELLO

EL ESPÍRITU SANTO ES NUESTRO “SELLO” (Efesios 1:13)

Ene 05, 2019 ~ Deja tu cometario ~ Escrito por Manuel Lopez

DEFINICIÓN DE “SELLO”

La palabra “sfragizo” significa “Poner un sello, una marca como señal, sellar”  Un “sello” se usa por varias razones: a)  Para garantizar el carácter genuino de un documento (Ester 3:12), o figurativamente de una persona (1Cor. 9:2) b)  Para marcar una propiedad (Cantares 8:6) c)  Para proteger contra tempestades o daño (Mateo 27:66; Apocalipsis 5:1)

 

¿CÓMO EL ESPÍRITU SANTO ES NUESTRO “SELLO”?

Podría incluirse cada sentido de la palabra:

a)En (Romanos 8:16)“El Espíritu mismo da testimonio… que somos hijos de Dios” (es decir, garantía de nuestro carácter genuino)b)En (Romanos 8:9), el Espíritu Santo es una evidencia de que somos en verdad de Cristo (es decir, una marca de propiedad. 1Corintios 6:19, 20)c)En (Romanos 8:13, 14), es por el Espíritu de nuestro Dios que “hacemos morir las obras de la carne” para poder vivir (es decir, nos protege contra la tentación o el dañarnos hasta cierto punto. Véase Efesios 3:16)

 

Sin embargo, el contexto de Efesios marca lo que creo es “marca de propiedad”, y es lo que Pablo tenía en mente. Él sigue hablando del Espíritu Santo como una garantía “…hasta la redención de la posesión adquirida…” (Efesios 1:14) Dice que somos sellados con el Espíritu Santo “…para el día de redención” (Efesios 4:30). Hasta el “día de la redención”, el Espíritu Santo se le da al cristiano como una evidencia de que en verdad pertenece a Dios.

 

¿CUÁNDO SOMOS “SELLADOS” CON EL ESPÍRITU SANTO?

DESPUÉS (no antes)

a)Uno oye la palabra de verdad, el evangelio (Efesios 1:13)b)Uno cree al evangelio (Efesios 1:13, véase Juan 7:37–39)c)Uno se vuelve un hijo de Dios (Gálatas 4:6, 7. Cuando somos bautizados en Cristo véase Gálatas 3:26, 27)

Esto es cuando obedecemos el evangelio de Jesucristo, que somos sellados con el Espíritu Santo de la promesa.

Como Pedro lo anuncio a la muchedumbre del Pentecostés (Hechos 2:38, 39)

Y como dijo al concilio del sanedrín (Hechos 5:32)

Por :Carlos Benavides

sábado, 16 de mayo de 2020

PERSECUCIONES Y MARTIRIO EN LA IGLESIA

Persecuciones y martirio  en la iglesia primitiva.
Este crecimiento a menudo se produjo en medio de increíbles sufrimientos. Durante los primeros 300 años de la historia cristiana, estallaron numerosas persecuciones en contra de los cristianos, y muchas de ellas terminaban en muertes. Estas persecuciones no ocurrieron necesariamente en todo el Imperio (de arriba abajo), aunque posteriormente así fue; la mayoría de ellas eran locales, impulsadas por oficiales de las provincias. Eran violentas, y miles de cristianos fueron torturados y asesinados de formas espantosas y crueles.
Por supuesto, vemos esto en el Nuevo Testamento, desde el martirio de Esteban, hasta los encarcelamientos de Pedro y Pablo, incluso en las exhortaciones de Pedro en su primera epístola, dirigidas a creyentes que sufrían bajo la persecución de Nerón (en los años 60 d. C.). De hecho, para prácticamente todos los apóstoles, la persecución era más la regla que la excepción, la tradición nos cuenta que compartieron el mismo destino del martirio. Muchos de estos relatos bien pueden ser ciertos. Sin embargo, deben ser tratados con cierto escepticismo, ya que en el siglo II d. C., las iglesias en diferentes ciudades comenzaron a reclamar los orígenes apostólicos, y quisieron señalar a un apóstol martirizado como su fundador. Esto también indica el enfoque que muchos de los primeros cristianos dieron a las persecuciones, y la reverencia que tenían para con los que sufrieron. Con eso en mente, piensa en el destino de los apóstoles. Y si tú o personas que conozcas se preguntan si Jesús fue solo un engaño, considera que quienes lo conocieron mejor estuvieron dispuestos a morir por quien creían que él era.
Pablo fue encarcelado bajo el imperio de Nerón, luego fue decapitado en Roma.
Santiago, hermano de Juan, fue decapitado por Herodes (Hechos 12:2).
Tomás fue hasta la India donde fue «asesinado con un dardo» (¿flecha?).
Simón Pedro fue crucificado (según Jerónimo) boca abajo en Roma, durante el gobierno de Nerón.
Simón el Zelote predicó en toda África, también fue crucificado.
Marcos fundó la iglesia en Egipto, y fue quemado vivo.
Bartolomé predicó en Armenia, y «luego de diversas persecuciones, fue golpeado con palos, luego crucificado; y después de ser lacerado, fue decapitado».
Andrés evangelizó en Etiopía, fue crucificado.
Mateo predicó en Egipto y Etiopía, hasta que por órdenes del rey fue atravesado con una lanza.
Felipe ministró en Grecia, fue «crucificado y apedreado hasta morir».
Santiago, hermano de Jesús, fue golpeado hasta la muerte por fariseos y saduceos.
Juan el Apóstol fue exiliado a la isla de Patmos, y luego falleció por causas naturales.
Una temprana y famosa persecución detonó durante el imperio de Nerón. En el año 64 d. C., un terrible incendio calcinó la ciudad de Roma. Muchas personas en la ciudad, probablemente con justa razón, culparon a Nerón de la tragedia. El historiador romano Tácito escribe la respuesta del emperador:
«Para acabar con este rumor, Nerón tachó de culpables y castigó con refinados tormentos a esos que eran detestables por sus abominaciones y que la gente llama cristianos. Este nombre les viene de Cristo, que había sido entregado al suplicio por el procurador Poncio Pilato durante el principado de Tiberio»[3].
Tácito continúa:
«Empezaron, pues, a apresar a los que confesaban su fe; luego, basándose en sus declaraciones, apresaron a otros muchos que fueron convictos, no tanto del crimen de incendio como de odio contra el género humano. No se contentaron con matarlos; se ideó el juego de revestirlos con pieles de animales para que fueran desgarrados por los dientes de los perros, o bien los crucificaban, los embadurnaban de materias inflamables y, al llegar la noche, ellos iluminaban las tinieblas como si fueran antorchas. Nerón abrió sus propios jardines para estos espectáculos»[4].
Observa la acusación de Tácito de «odio contra el género humano». Nerón parece haber perseguido a los cristianos por tres razones: su desesperado deseo por distraer la atención del gran incendio, la amplia hostilidad hacia los cristianos porque no adoraban a los dioses romanos y la hostilidad de los judíos hacia los cristianos. Un segundo factor, relacionado con la acusación de Tácito, era que muchos romanos creían que los cristianos eran ateos y anarquistas porque se negaban a adorar a las deidades paganas o al emperador. Tal terquedad enfurecía a los romanos; las deidades, creían ellos, traerían desastres naturales, sequías y enfermedades en retribución a la gran parte de la población que se rehusaba a adorarles. Tertuliano escribió que cada vez que ocurría un desastre natural, ya fuera por inundación o sequía, la gente gritaba: «¡Los cristianos a los leones!». Otros malentendidos de la práctica cristiana llevaba a acusaciones incluso más salvajes en su contra. Debido a que los cristianos hablaban acerca del «amor», y debido a que incluso maridos y mujeres se referían entre sí como «hermano» y «hermana», algunas veces se les acusaba de incesto. Finalmente, la observancia cristiana de la Cena del Señor dio lugar a muchas acusaciones de canibalismo.
[Aplicación: Desde muy temprano, la creencia y prácticas cristianas han afectado a la cultura en general. ¿Debería ser diferente cuando decimos cosas como que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer de por vida?].
En cuanto a Nerón, los rivales políticos lo destituyeron cuatro años más tarde, y el infeliz tirano se quitó la vida. Solo dos años después de eso, en el año 70 d. C., las fuerzas romanas reprimieron otra rebelión judía que también destruyó el templo de Jerusalén. Aunque fue trágico, como señala un historiador cristiano, esto también marcó un «punto de inflexión» decisivo en la historia de la Iglesia.
El cristianismo se separó en definitiva del judaísmo, al romper sus lazos con el templo y con Jerusalén, y surgió como su propia fe distintiva.
No obstante, la persecución regresaría. En al año 98 d. C., el emperador Trajano lanzó una campaña contra la Iglesia que duraría casi dos décadas. En una reveladora correspondencia entre Plinio el Joven, gobernador de la provincia de Bitinia, y Trajano, Plinio preguntó si la simple mención del nombre «cristiano» ameritaba un castigo, o solo las actividades asociadas con él. Trajano respondió que los cristianos debían ser castigados solo si se negaban a repudiar su fe y a «adorar a nuestros dioses». Si rechazaban su fe, debían ser liberados. Una de las cartas de Plinio describe su práctica: 
Te expongo la actitud que he tenido frente a los cristianos presentados ante mi tribunal. En el interrogatorio les he preguntado si son cristianos, luego durante el interrogatorio, a los que han dicho que sí, les he repetido la pregunta una segunda y tercera vez, y los he amenazado con el suplicio: si hay quienes persisten en su afirmación yo los hago matar. En mi criterio consideré necesario castigar a los que no abjuraron en forma obstinada. A los que entre estos eran ciudadanos romanos, los puse aparte para enviarlos frente al pretor de Roma. Absuelvo a los que están dispuestos a maldecir a Cristo, cosa que, se dice, los cristianos verdaderos no pueden ser persuadidos de hacerlo».
Algunos cristianos profesantes renunciaron a Cristo, y la iglesia sufriría durante siglos por las preguntas relacionadas con cómo tratar a los apóstoles (o a los «vencidos» que solicitaban la readmisión a la comunidad. [Nota: este es uno de los efectos duraderos de estas primeras persecuciones].
  
 Por : Carlos Benavides 

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